A 90 millones de euros asciende el déficit en el presupuesto del programa de becas Erasmus, que tendrá que ser cubierto por un presupuesto suplementario, advierten datos de la Comisión Europea. De lo contrario los estudiantes comenzarán a notar los recortes durante este mismo curso lectivo 2012/2013. O sea, que quien creía tener ya en sus manos una beca Erasmus para el 2013 no sabe aún, a ciencia cierta, si podrá hacer realidad su estancia en el extranjero.

El programa es víctima de su propio éxito: el 99 por ciento de los recursos programados para el 2012 habían sido ya agotados en octubre. Y sobre el necesario presupuesto suplementario pesan ahora mismo grandes reservas en muchas capitales europeas, que antes aseguraron que sostendrían el financiamiento de sus programas educativos, se quejan los parlamentarios europeos.

Europa pelea por dinero

En Europa se pelea bastante por dinero últimamente. Y no sólo por los programas educativos del bloque, como bien sabe el mundo entero. Ahora mismo está a debate el presupuesto de la unión para 2013 y, sobre todo, la planificación financiera para el período 2014-2020, para no hablar de los paquetes de rescate para economías en crisis.

No se trata de llegar a un acuerdo con el Consejo Europeo, aclara la presidenta de la Comisión de Cultura del Parlamento Europeo, la alemana Doris Pack: “No hay nada que negociar. Se trata de que les den a los estudiantes lo que les prometieron”. Según lo pactado hace cinco años, tendría que crearse un presupuesto suplementario con el que se completaría la suma que falta, ni más, ni menos.

Helga Trüppel, parlamentaria y vocera de política presupuestaria de Los Verdes a nivel europeo, opina que habría que ahorrar en los frentes adecuados: en las subvenciones al tabaco, por ejemplo. Desde Estrasburgo, Trüppel critica enérgicamente el “error político” del Consejo Europeo al negarse a aprobar el presupuesto suplementario para las becas Erasmus: “Han prometido pagos que ahora no quieren hacer y eso daña la credibilidad del Consejo Europeo y, por desgracia, también la del conjunto de la Unión Europea”.

El representante de la actual presidencia chipriota del Consejo, Andreas Mavroyannis, promete una solución rápida, pero no ha mencionado un plazo. “Los programas de educación y aprendizaje permanente, incluido Erasmus, se hallan entre los más exitosos programas educativos de la Unión Europea. Así que tengan la seguridad de que no habrá peligro para su financiamiento en el año universitario 2012/2013”, promete Mavrogiannis.

Parte de la historia de éxitos europeos

Hace más de 25 años que Erasmus promueve las pasantías de estudiantes europeos en otros países del continente distintos de su país de residencia. Más de 30.000 estudiantes alemanes se beneficiaron con el programa en el año lectivo 2010/2011. Erasmus es parte de la historia de éxitos de la política europea, tan importante como el mercado común y el euro, opinan miembros de varios grupos parlamentarios en Estrasburgo.

Todos están concientes de que el programa no sólo permite a los estudiantes estudiar sino también disfrutar de horas de ocio en el extranjero. Pero está bien que así sea, opina la parlamentaria griega Chryssoula Paliadelli: “El mero intercambio de ideas puede cambiar nuestra visión del mundo, lo sé por experiencia propia, pues he tenido muchos estudiantes extranjeros en la universidad”, asegura la también profesora de arquelología en la Universidad de Tesalónica. El programa amplía los horizontes de los jóvenes europeos, les permite aprender otras lenguas y contribuye a la integración del bloque, insiste Paliadelli

Nuevas ideas

Con el presupuesto de Erasmus se costea la administración y coordinación del programa en las universidades y, sobre todo, las becas de los estudiantes: 200 euros mensuales como promedio. La cifra es apenas una modesta contribución, recuerda la parlamentaria alemana Doris Pack: “eso significa que no todos pueden viajar, sino sólo aquellos que tienen otras posibilidades de financiamiento, a través de los padres, los abuelos, o trabajando al mismo tiempo”.

Pack, que ha peleado hasta ahora sin éxito por elevar el monto de las becas, espera que la actual crisis se resuelva y el programa pueda adquirir nuevos bríos a partir de 2014. Entre las nuevas ideas, la presidenta de la Comisión de Cultura del Parlamento Europeo sueña con que en el futuro los estudiantes puedan solicitar préstamos con bajos intereses, que les permitan, por ejemplo, completar todo un programa de maestría en el extranjero. Pero para ello, la hoy en crisis Unión Europea tendrá que ofrecer garantías.

Autor: Jannis Papadimitriou / rml

Editora: Emilia Rojas Sasse