Belice se opone a ser usado como “país seguro” por EE. UU.
4 de octubre de 2019
El Gobierno de Belice advirtió que no servirá como "tercer país seguro" o de refugio para los inmigrantes que van hacia Estados Unidos. La presión ha obligado a volver a examinar las políticas migratorias.
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El ministro de Inmigración de Belice, Godwin Husie, dijo que el Ejecutivo de su país estableció recientemente un subcomité especializado a raíz del aumento en el número de inmigrantes, incluidas mujeres y niños, que huyen de la región en cantidades récord y que pasan por ese país centroamericano rumbo a EE.UU.
Husie indicó que se organizará un encuentro entre el Ministro de Seguridad Nacional, el de Inmigración y el de Desarrollo Humano para analizar el asunto. El funcionario subrayó que Belice está particularmente preocupada por la situación debido a los vuelos que llegan de Estados Unidos con inmigrantes rechazados. Subrayó que la Administración de Donald Trump presiona a algunos países de la región para que firmen acuerdos de "tercer país seguro", lo que significa que los inmigrantes busquen asilo en los territorios por los que viajan en su camino a Estados Unidos.
Belice "se opone fuertemente” a Estados Unidos
EE.UU. "estuvo en contacto con Belice para usar nuestro territorio como uno de los países seguros y nos opusimos firmemente. Ese asunto ya se trató bajo la Administración de Barack Obama. Cuando la Administración de Donald Trump asumió el poder hubo una aproximación similar", dijo Husie, tras agregar que su país no se convertirá en un territorio refugio.
"De ninguna manera estamos preparados para entrar en esas negociaciones en este momento. La inmigración masiva es la razón por la que creamos el subcomité, para conocer la situación en los puntos fronterizos", indicó el funcionario. Husie destacó que se analiza todo este tema con detenimiento, ya que la presión migratoria provoca rechazo en las fronteras a inmigrantes y deportaciones cada vez más frecuentes.
jov (efe, latribuna.hn)
Migrantes centroamericanos en EE. UU.: un regreso (in)voluntario
Con más de1,6 millones de dólares, el gobierno de Estados Unidos está financiando el viaje de retorno de los migrantes. Se encuentran en México a la espera de recibir un asilo, y a menudo han perdido toda esperanza.
Imagen: Reuters/J.L. Gonzalez
¿Esperar o irse?
En centros de refugiados como éste, en Tijuana, México, decenas de miles de migrantes de Centroamérica se encuentran a la espera de un mejor futuro. Quieren ir a Estados Unidos. Algunos incluso lo han logrado, pero fueron deportados. Durante los últimos diez meses, han tenido otra opción: un regreso gratuito a su país de origen, una medida muy controversial por parte del gobierno estadounidense.
Imagen: Reuters/C. Jasso
Regresar a pesar del miedo
Denia Carranza quiere aceptar la oferta. La joven de 24 años huyó de Honduras con su hijo. Allí se suponía que tenía que vender drogas a sus colegas de trabajo. Cuando se negó, los pandilleros la amenazaron de muerte y decidió huir hacia Ciudad Juárez, México. Pero también allí el narco manda. "Tengo miedo de volver a Honduras", dice, "pero tengo aún más miedo de quedarme aquí".
Imagen: Reuters/J.L. Gonzalez
Largas colas
Para muchos migrantes, es posible regresar a casa en autobús. Más de 2.000 migrantes han aprovechado el programa “Retorno voluntario asistido” del gobierno de Estados Unidos. Un 75 por ciento de los repatriados regresaron a Honduras. El resto partió hacia El Salvador, Guatemala y Nicaragua.
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Cooperación con México
El programa le está costando al gobierno de Estados Unidos más de 1,6 millones de dólares. Es implementado por una agencia de la ONU en México. Los migrantes que regresan son los que nunca han llegado a Estados Unidos, o los que son enviados de regreso a México. Las organizaciones humanitarias critican este programa. Es como elegir entre la peste y el cólera.
Imagen: Reuters/C. Jasso
Una pesadilla para los migrantes
"De una manera u otra, es un infierno para los migrantes", dice el Centro de Defensa de Inmigrantes de Las Américas. Se reportaron más de 100 crímenes violentos contra migrantes este año, según la organización "Human Rights First". También hubo 247 muertes de migrantes cerca de la frontera a mediados de agosto, dijo la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
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México como estación intermedia
Bajo el Protocolos de Protección de Migrantes (MPP), un grupo de migrantes ha sido enviado de regreso a ciudades fronterizas como Tijuana. Allí se encuentran a la espera de que la solicitud de asilo sea aceptada. México había aceptado el acuerdo con Estados Unidos para evitar los aranceles punitivos. Más de 30.000 personas han sido regresadas a México.
Imagen: Reuters/C. Jasso
El peligro de no conseguir asilo
Las ONG temen por los migrantes, en especial cuando son regresados a sus hogares. Si pierden una cita frente a un tribunal estadounidense para su solicitud de asilo, eso reduce significativamente sus posibilidades de obtenerlo. Dunia Ayala tiene una cita, pero quiere volver a Honduras: "En Estados Unidos nos trataron mal, nos llevaron a una habitación fría y nos quitaron todo", relata.
Imagen: Reuters/C. Jasso
Firma de documentos falseados
Muchos migrantes centroamericanos se sienten traicionados por el MPP. Como Bertha Funez. La hondureña de 30 años critica las prácticas estadounidenses: "Nos mintieron y nos obligaron a firmar documentos. Supuestamente he solicitado asilo en México. Pero eso es una mentira." De EE. UU. fue llevada a Tijuana y ahora quiere regresar a Honduras. "México no es seguro", dice.
Imagen: Reuters/C. Jasso
Darle la espalda a un sueño
Es difícil decir cuáles habrían sido las posibilidades de éxito para las solicitudes de asilo de los migrantes que regresan a sus hogares. Muchos son rechazados bajo la administración Trump. Según la OIM, todos los migrantes que estén dispuestos a regresar reciben asesoramiento en México. “Deben conocer sus opciones", dice Christopher Gascon de la OIM.