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Benedicto XVI: un balance positivo

Eva Usi18 de abril de 2006

El primer año del papado de Benedicto XVI sorprende hasta a sus críticos. Sus seguidores esperan que el Papa alemán lleve a la Iglesia Católica con serenidad a través de los desafíos del mundo moderno.

Un sonriente Papa ofició la homilía pascual en la Basílica de San Pedro.Imagen: picture-alliance/dpa


Hace un año, el cardenal Joseph Ratzinger fue electo sucesor de Juan Pablo II, después de dos días de cónclave y dos fumatas negras. Se trataba de elegir a quien sería sucesor del gran Karol Wojtila. Al asumir el papado, Ratzinger adoptó el nombre de Benedicto XVI y con ello se produjo la primera gran transformación. Joseph Ratzinger eligió el nombre pontifical en homenaje a Benedicto XV, llamado el Papa de la Paz.

Mientras estuvo con vida ninguno de sus hermanos se sentía al mismo nivel como para sucederle, pero una vez muerto el Papa polaco, sólo el hermano mayor, Joseph, parecía el más adecuado para proseguir su obra. Se decía que éste sería un pontificado de transición, después de que Juan Pablo II, había sido el segundo Papa más longevo de la Iglesia Católica.

Críticas al guardián de la fe

El cardenal Joseph Ratzinger con el Papa Juan Pablo II.Imagen: AP

Su elección para ocupar la silla de Pedro generó duras críticas y cierto temor debido al perfil conservador y la mano dura con la que Ratzinger había defendido durante 25 años los dogmas de la Iglesia como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Pero como muchos predecían, no sería el mismo como Papa que como guardián de la Fe de la Iglesia Católica.

Incluso sus críticos más feroces, como el teólogo liberal Hans Küng, se muestran sorprendidos del nuevo estilo conciliador y suave tono del Papa alemán. "Hasta ahora mis peores temores no se han confirmado", dijo el ex -catedrático de la Universidad de Tubinga. El Papa se ha mostrado como un hombre sonriente y pastoral que puede ser encantador. Así lo percibieron millones de jóvenes unas cuantas semanas después de su elección durante las Jornadas Mundiales de la Juventud en Colonia. Inicialmente se le veía algo incómodo en el centro de los reflectores, pero ahora se muestra con mayor dominio en el cargo.

El Papa Benedicto XVI durante las Jornadas Mundiales de la Juventud.Imagen: AP

Reacciones en América Latina

Benedicto XVI ha evitado imitar a su popular predecesor. "En el fondo Benedicto XVI no es alguien que le guste estar en los balcones ante las masas", dice el experto eclesiástico Vittorio Messori. "La gente es muy consciente de que el Papa es distinto al anterior, por supuesto, son temperamentos diferentes", dice el cardenal Pedro Rubiano Sáenz, Arzobispo de Bogotá, en conversación con DW-WORLD. "Cada pontífice responde a la realidad y a los desafíos que le tocan vivir. El papa Benedicto XVI es un hombre muy claro en sus conceptos, un gran teólogo que ha profundizado en la fe y que pese a ello tiene un lenguaje sencillo", dice Rubiano Sáenz.

Sobre todo en América Latina se pensaba que por ser un teólogo de renombre, sus mensajes iban a ser de mucha altura y difíciles de seguir y entender. "Son de mucha altura desde el punto de vista de la fe, pero de una gran sencillez y muy al alcance de la mayoría de la gente. A mí me parece que es muy claro en su enseñanza y muy sencillo en la transmisión de sus mensajes", afirma el Arzobispo de Bogotá.

Reformas a la Iglesia

Misa ecuménica en Alemania.Imagen: AP

Organizaciones de legos aún esperan que el Papa alemán comience el diálogo que ofreció. "Pese a que hay algunas señales positivas sigue habiendo serios déficits", dice Christian Weisner, portavoz del movimiento "Somos Iglesia". La organización demanda una reforma en la política sexual, que permita el uso de preservativos, así como igualdad entre hombres y mujeres en el interior de la Iglesia. El teólogo Hans Küng no cree que el padre bávaro se haya transformado radicalmente. "No hay dos Ratzingers, él sigue siendo la misma persona pero ha cambiado el papel. Ya no debe controlar la enseñanza de la Iglesia ni censurar a quien la predica, ahora es responsable de la difusión del mensaje cristiano en la Iglesia y el mundo y para lograrlo debe inspirar, ser comunicativo y comprensivo", afirma.

Cabe tener paciencia. Los papas no son como los presidentes que transforman la situación como la gente quisiera, en el transcurso de 100 días.

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