El ministro de Justicia de Alemania, el socialdemócrata Heiko Maas, alertó hoy sobre la existencia de redes de extremistas de derechas cada vez más organizadas.
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"Nuestras fuerzas de seguridad constatan que los grupos de extrema derecha están cada vez más estrechamente organizados", dijo Maas este jueves (26.01.2017). En su opinión, estos movimientos buscan estar bien interconectados con el objetivo de perpetrar delitos con mayor eficacia. "Esto es preocupante", agregó el ministro alemán.
Ayer, miércoles, la Fiscalía general del país centroeuropeo ordenó registros en varios puntos del país contra presuntos miembros del espectro de extrema derecha que habían fundado una organización terrorista y planeaban perpetrar ataques contra agentes de policía, peticionarios de asilo y ciudadanos judíos.
Colectivo de extrema derecha
Entre los sospechosos se encontraría también un miembro de los llamados "Reichsbürger" (Ciudadanos del Reich), un colectivo de la extrema derecha que no reconoce a la República Federal Alemana y niega el Holocausto.
Las redadas llevadas a cabo este miércoles se saldaron con la incautación de numerosas armas, de munición y de artefactos explosivos y con la detención de dos personas, informó la Fiscalía del país.
El ministro de Justicia, que destacó la labor de las fuerzas de seguridad del país, señaló que, independientemente de si entre los sospechosos se encuentran miembros del grupo "Reichsbürger" u otro tipo de extremistas, sobre ellos debe caer todo el peso de la ley.
"Debemos hacer todo lo posible para que los 'Reichsbürger' extremistas no puedan acceder a la tenencia de armas", recalcó. En este sentido, calificó como "un paso importante" el acuerdo al que llegó la gran coalición de gobierno para ampliar el margen de maniobra de los servicios secretos que operan en el interior del país. "Así, los datos de los extremistas deben cotejarse con los de quienes poseen armas o presentan solicitudes para su adquisición", apuntó Heiko Maas.
CP (dpa, afp)
¿Por qué toda Alemania habla tanto de AfD? (15.03.2016)
El partido de extrema derecha apeló a un discurso antiinmigración y obtuvo excelentes resultados en las últimas elecciones regionales alemanas.
Imagen: Getty Images/A. Hassenstein
Al comienzo era el euro
En abril de 2013 se realizó en Berlín el primer congreso del partido Alternativa para Alemania (AfD), que acababa de ser fundado en febrero. Bajo el liderazgo del profesor de Economía de la Universidad de Hamburgo Bernd Lucke, el partido surgió como una variante un poco a la derecha de la Unión Cristianodemócrata (CDU) y tuvo como principal tema la crítica a la política de rescate del euro.
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Los "euroescépticos"
El objetivo de AfD era convertirse en una alternativa real a los partidos de centro. Numerosos militantes de la Unión Cristianodemócrata (CDU), del partido liberal FDP e incluso de La Izquierda se plegaron a la propuesta, que buscaba el fin de los millonarios rescates financieros, el retorno de las monedas nacionales y la disolución de la eurozona. La prensa empezó a llamarlos "euroescépticos".
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Los tres presidentes
Lucke compartió la presidencia del partido con la empresaria Frauke Petry y Konrad Adam, un reconocido periodista que había trabajado en el Frankfurter Allgemeine Zeitung. Con las bases listas para competir, se presentaron en las elecciones federales de 2013 con Lucke como principal rostro. Obtuvieron el 4,7 por ciento, muy poco por debajo del 5 por ciento necesario para ingresar al Bundestag.
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Los primeros éxitos electorales
Tras un fracaso en las elecciones regionales de Hesse, AfD comenzó a dar sus primeros golpes electorales en 2014, cuando obtuvo el 7 por ciento en las elecciones al Parlamento Europeo, lo que permitió que Lucke y otros seis militantes se convirtieran en eurodiputados. Luego obtuvo asientos en los parlamentos de Sajonia, Turingia y Brandeburgo, donde alcanzó un 12,2 por ciento de la votación.
Imagen: picture-alliance/dpa
Las dos almas se separan
Pese a nuevos éxitos en Bremen y Hamburgo, las dos almas del partido poco a poco empezaban a chocar. Por un lado, los liberales económicos capitaneados por Lucke, y, por el otro, los ultraconservadores tutelados por Frauke Petry. En el congreso de julio de 2015, Petry fue elegida presidenta y se produjo un cisma. Cinco de los siete europarlamentarios dejaron el partido, entre ellos Lucke.
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Giro a la derecha
Lucke se llevó consigo a unos dos mil militantes de AfD, algo así como el 10 por ciento del total. Con muchos de ellos fundó ALFA, Alianza para el Progreso y el Resurgir. Petry organizó el giro hacia la derecha de Alternativa para Alemania. Hubo reuniones con los islamófobos de Pegida e incluso Petry dijo que la policía debería usar armas de fuego, como último recurso, para proteger las fronteras.
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Discurso antiinmigración rinde frutos
El discurso contra la política de refugiados propugnada por la canciller Angela Merkel, así como la radicalización en distintas áreas, las soflamas nacionalistas y la cercanía con la ultraderecha rindió sus frutos. En las elecciones regionales de Baden-Wurttemberg, Renania-Palatinado y Sajonia-Anhalt (13.03.2016), la AfD obtuvo sus mejores resultados históricos.
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El tiempo hablará
Nadie quiere negociar con ellos. Pero la AfD se ha convertido en un actor de la política alemana, sin que le afectaran las críticas por la cercanía con Pegida o las apariciones de miembros del partido en manifestaciones junto a neonazis.