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Berlín: auge de la novela gráfica

19 de febrero de 2013

El cómic y la novela gráfica ganan cada día más adeptos, y Berlín parece ser un fértil huerto donde florece este arte. Jóvenes artistas ganan cada día más fama con un género hasta ahora apenas conocido en Alemania.

Imagen: Reinhard Kleist

Hubo un tiempo, no hace mucho, en el que cualquiera en Berlín afirmaba estar escribiendo una novela. Ahora, eso está pasado de moda: es la época de las novelas gráficas. Un género que ha pasado de las mesitas de noche de adolescentes incomprendidos para abrirse camino en el mundo de la literatura de masas.

El arte secuencial se encuentra por todas partes en Berlín, desde tiras de cómic en los periódicos hasta secciones enteras de biblioteca dedicadas a novelas gráficas, que parecen expandirse exponencialmente por momentos. Asimismo, Berlín contiene la única biblioteca exclusiva de cómics, la Comicbibliothek Renate, en la zona de Berlin Mitte.

Aunque gran parte de la reputación artística que posee Berlín es infundada, el mundo de los cómics y novelas gráficas locales es realmente fascinante. Ha ido aumentando en presencia en los últimos años, impulsado por el éxito internacional de títulos como la biografía gráfica de Johnny Cash “I See a Darkness” (“Veo una oscuridad”), del alemán Reinhard Kleist, o la memoria de Ulli Lust “Heute ist der letzte Tag vom Rest deines Lebens” (“Hoy es el último día del resto de tu vida”).

A día de hoy, parece no existir argumento que no se adapte a este género. Las adaptaciones literarias tienen cada vez más éxito, como las reversiones de Flix de los clásicos “Fausto” y “Don Quijote”, y la versión de Atak de “El extraño misterioso”, del autor norteamericano Mark Twain.

Ejemplo de novela gráfica del alemán Gabriel Moses.Imagen: Gabriel Moses

Berlín, punto de inspiración

Se puede decir que los mejores artistas de novela gráfica alemanes son o bien naturales de Berlín, o residen en Berlín, y muchos de ellos toman a menudo la ciudad como transfondo de sus historias. Tim Dinter es un buen ejemplo de ello. Cada mes lanza en la revista berlinesa Der Tagesspiegel su cómic “Lästermaul & Wohlstandskind”, sobre dos treintañeros algo obsoletos que siempre se quejan de los fríos inviernos berlineses, de cómo cualquier tiempo pasado fue mejor, de las eternas obras en las calles y del mal carácter de los taxistas.

El atractivo de Berlín para gente capacitada pero con pocas ganancias es de sobras conocido, y Dinter lo toma como inspiración: “Su atmósfera, turbulencia, historia, contradicciones y su constante estado de fluctuación inspiran mis dibujos, y la ciudad es a menudo un actor más de las historias que cuento”, explica.

En realidad, los artistas de cómic y novela gráfica berlineses apenas cuentan con una tradición a seguir. El género se asocia comúnmente con Bélgica y Francia, donde el arte de la “Bande desinée” ha traído clásicos a las librerías como Tintín, de Hergé, o Astérix y Obélix, de Goscinny y Uderzo. El caricaturista berlinés del siglo XIX Heinrich Zille es, probablemente, lo más cercano a un ejemplo a seguir para artistas como Tim Dinter.

"A menudo, la ciudad es un actor más en las historias que cuento", dice Tim Dinter.Imagen: Tim Dinter

Una generación heterogénea

El acelerado desarrollo de este género en los últimos años se debe principalmente a la emergencia de una nueva generación de artistas que se graduaron de la escuela de arte berlinesa Weissensee, pero también ha sido cuidadosamente alimentado por editoriales locales independientes como Reprodukt y Avant Verlag.

En el 11º aniversario de esta última, celebrado el pasado enero, el fundador, Johann Ulrich, confirmó que el género estaba más de moda que nunca. “En diez o veinte años puede que miremos hacia atrás y veamos el día de hoy como un comienzo, el momento en el que la novela gráfica alemana despegó.” No obstante, se resistió a hacer una generalización de estilo entre los nuevos artistas berlineses: “Sería genial si Berlín llegara a ser un referente de obras de calidad, pero hay una diversidad demasiado grande como para agrupar a todos los artistas juntos. Es improbable que veamos el nacimiento de una ‘escuela berlinesa' como tal; incluso si se formara una, no reflejaría toda la diversidad de la ciudad. Los artistas son demasiado heterogéneos, así como lo es Berlín.”

Autora: Helen Whittle / lab
Editor: Pablo Kummetz

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