Berlín: CDU de la canciller Merkel sufre fuerte caída
18 de septiembre de 2016
La Unión Cristianodemócrata perdió cerca de 6 puntos, al igual que el SPD, por lo que la coalición entre ambos no podrá reeditarse. AfD obtiene ingreso al Parlamento.
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Un nuevo golpe sufrió la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller Angela Merkel en Berlín. Las proyecciones de las televisoras ZDF y ARD de las votaciones en la capital alemana de este domingo (18.09.2016) muestran una caída de al menos 6 puntos para los conservadores y un escenario similar para los socialdemócratas (SPD), mientras que los ultraderechistas de Alternativa para Alemania (AfD) consiguen el 13,8 por ciento de las preferencias y, con ello, ingresar al Parlamento.
Los primeros resultados muestran que la CDU obtuvo el 17,7 por ciento de las preferencias (su peor resultado histórico en Berlín), mientras que el SPD se quedó con el primer lugar, con el 21,9 por ciento. En ambos casos, sus caídas se contraponen con la arrolladora aparición de AfD, que por primera vez participaba en las regionales berlinesas tras su fundación en 2013. Con su 13,8 por ciento, el partido de Frauke Petry suma un décimo estado federado con representación parlamentaria.
La formación ultraconservadora, que centra su discurso en la crítica a la gestión de la crisis migratoria de Angela Merkel, ha sellado durante este año sus mejores resultados electorales, confirmando que viene pisando fuerte de cara a las elecciones federales que en 2017 tendrán lugar en la primera economía europea. Otra debacle, aunque predecible, la sufrió el Partido Pirata, que en 2011 obtuvo en 8,9 por ciento y este año apenas llegó al 1,7 por ciento.
¿Se queda fuera la CDU?
Tras la CDU y el SPD se ubicó como tercera fuerza política en Berlín el partido La Izquierda, un partido integrado por comunistas de la antigua Alemania del Este, que obtuvo el 15,6 por ciento del apoyo, mejorando los resultados de 2011 (11,7 por ciento). Los Verdes bajaron del 17,6 al 15,3 por ciento en cinco años, ubicándose como la cuarta fuerza en la región. Los Liberales de FDP lograron un 6,7 por ciento del sufragio y, con ello, el retorno al Parlamento tras la debacle de 2011 (1,8 por ciento).
Así las cosas, tal y como avanzaban la pasada semana los sondeos, parece claro que la gran coalición integrada por el SPD y el partido conservador de Merkel no podrá repetirse y que la formación de la canciller abandonará el poder en la capital alemana. Las fuerzas políticas berlinesas se verán forzadas a entablar conversaciones para intentar formar un tripartito rojo-verde-rojo, liderado por el actual alcalde, el socialdemócrata Michael Müller, y en el que también estarían Los Verdes y La Izquierda.
DZC (dpa, EFE, AFP, Der Spiegel)
¿Por qué toda Alemania habla tanto de AfD? (15.03.2016)
El partido de extrema derecha apeló a un discurso antiinmigración y obtuvo excelentes resultados en las últimas elecciones regionales alemanas.
Imagen: Getty Images/A. Hassenstein
Al comienzo era el euro
En abril de 2013 se realizó en Berlín el primer congreso del partido Alternativa para Alemania (AfD), que acababa de ser fundado en febrero. Bajo el liderazgo del profesor de Economía de la Universidad de Hamburgo Bernd Lucke, el partido surgió como una variante un poco a la derecha de la Unión Cristianodemócrata (CDU) y tuvo como principal tema la crítica a la política de rescate del euro.
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Los "euroescépticos"
El objetivo de AfD era convertirse en una alternativa real a los partidos de centro. Numerosos militantes de la Unión Cristianodemócrata (CDU), del partido liberal FDP e incluso de La Izquierda se plegaron a la propuesta, que buscaba el fin de los millonarios rescates financieros, el retorno de las monedas nacionales y la disolución de la eurozona. La prensa empezó a llamarlos "euroescépticos".
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Los tres presidentes
Lucke compartió la presidencia del partido con la empresaria Frauke Petry y Konrad Adam, un reconocido periodista que había trabajado en el Frankfurter Allgemeine Zeitung. Con las bases listas para competir, se presentaron en las elecciones federales de 2013 con Lucke como principal rostro. Obtuvieron el 4,7 por ciento, muy poco por debajo del 5 por ciento necesario para ingresar al Bundestag.
Imagen: picture-alliance/dpa
Los primeros éxitos electorales
Tras un fracaso en las elecciones regionales de Hesse, AfD comenzó a dar sus primeros golpes electorales en 2014, cuando obtuvo el 7 por ciento en las elecciones al Parlamento Europeo, lo que permitió que Lucke y otros seis militantes se convirtieran en eurodiputados. Luego obtuvo asientos en los parlamentos de Sajonia, Turingia y Brandeburgo, donde alcanzó un 12,2 por ciento de la votación.
Imagen: picture-alliance/dpa
Las dos almas se separan
Pese a nuevos éxitos en Bremen y Hamburgo, las dos almas del partido poco a poco empezaban a chocar. Por un lado, los liberales económicos capitaneados por Lucke, y, por el otro, los ultraconservadores tutelados por Frauke Petry. En el congreso de julio de 2015, Petry fue elegida presidenta y se produjo un cisma. Cinco de los siete europarlamentarios dejaron el partido, entre ellos Lucke.
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Giro a la derecha
Lucke se llevó consigo a unos dos mil militantes de AfD, algo así como el 10 por ciento del total. Con muchos de ellos fundó ALFA, Alianza para el Progreso y el Resurgir. Petry organizó el giro hacia la derecha de Alternativa para Alemania. Hubo reuniones con los islamófobos de Pegida e incluso Petry dijo que la policía debería usar armas de fuego, como último recurso, para proteger las fronteras.
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Discurso antiinmigración rinde frutos
El discurso contra la política de refugiados propugnada por la canciller Angela Merkel, así como la radicalización en distintas áreas, las soflamas nacionalistas y la cercanía con la ultraderecha rindió sus frutos. En las elecciones regionales de Baden-Wurttemberg, Renania-Palatinado y Sajonia-Anhalt (13.03.2016), la AfD obtuvo sus mejores resultados históricos.
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El tiempo hablará
Nadie quiere negociar con ellos. Pero la AfD se ha convertido en un actor de la política alemana, sin que le afectaran las críticas por la cercanía con Pegida o las apariciones de miembros del partido en manifestaciones junto a neonazis.