El 8 de noviembre de 2020, los berlineses dicen adiós al que fue por décadas su principal aeropuerto, el de Tegel, proyectado por los arquitectos Meinhard von Gerkan y Volkwin Marg. DW habló con ellos.
Publicidad
El aeropuerto de Tegel ha sido desde el principio para los berlineses una cuestión de corazón. Poco después del inicio del bloqueo soviético a Berlín occidental, las fuerzas de ocupación francesas erigieron en un terreno situado en el noroeste de la ciudad un aeródromo con el que apoyar a los aliados en el puente aéreo berlinés. Aquello que surgió de forma provisional permaneció y supuso para los alemanes de la zona oeste una importante puerta de salida de la ciudad, que adquirió aún mayor relevancia con la construcción del Muro en 1961. Tegel fue creciendo a medida que aumentaba el número de vuelos y pasajeros.
Gafas hexagonales en la fiesta de inauguración
La construcción del nuevo edificio principal del aeropuerto de Tegel "Otto Lilienthal" se inició en 1970, siguiendo el proyecto del joven despacho de arquitectos de Hamburgo Gerkan, Marg y Partner (gmp). Para la inauguración, todos los invitados recibieron unas gafas hexagonales. El 1 de noviembre de 1974, se inauguró la terminal hexagonal que se ha venido utilizando hasta 2020. Para el despacho de arquitectos hamburgués, el proyecto supuso el triunfo del concepto de aeropuerto descentralizado y su salto a la escena arquitectónica internacional.
Con la caída del Muro de Berlín en 1989, aumentó sustancialmente el flujo aéreo hacia la actual capital alemana, lo que puso de manifiesto la necesidad de construir un nuevo aeropuerto más grande. El cierre previsto de Tegel en 2012 se fue posponiendo una y otra vez, ya que la construcción del nuevo aeropuerto de Berlín-Brandeburgo (BER) se iba retrasando. En 2019, 24 millones de pasajeros utilizaron Berlin-Tegel, originalmente previsto para algo más de dos millones de pasajeros anuales. Finalmente, el 31 de octubre de 2020, el nuevo aeropuerto berlinés "Willy Brandt" comenzó a operar. Cuando Tegel cierre finalmente sus puertas el próximo 8 de noviembre de 2020, solo los helicópteros de la Bundeswehr, el Ejército alemán, seguirán utilizando las instalaciones hasta 2029.
Publicidad
Meinhard von Gerkan y Volkwin Marg se despiden de Tegel
Los arquitectos de Tegel Meinhard von Gerkan (nacido en 1935) y Volkwin Marg (nacido en 1936) concedieron una entrevista a Deutsche Welle en Tegel en junio de 2020.
Deutsche Welle: El 8 de noviembre de 2020 cierra sus puertas el aeropuerto de Berlin Tegel. ¿Qué sensación les produce ese hecho?
Volkwin Marg: Es una despedida con la que ya llevábamos familiarizándonos hace tiempo, porque el nuevo aeropuerto de Berlín tenía que haber estado listo en 2012. Ahora es una despedida con una cierta nostalgia. Tegel es testimonio de una época en la que se trataba de servir a la gente.
El aeropuerto de Tegel había quedado ya pequeño. Sin embargo, sigue siendo valorado y querido por los pasajeros. Hay poca distancia entre los aparatos y las bandas de entrega de equipajes o la salida directa. El trayecto hasta las paradas de autobús y de taxis también es corto. ¿Por qué no se ha impuesto este concepto de recorridos cortos en otros aeropuertos?
Meinhard von Gerkan: Para nosotros era prioritario un aeropuerto con trayectos cortos, buena visualización y orientación y una conexión rápida con la ciudad de Berlín y otros edificios del propio aeropuerto. El pasajero era la medida del buen funcionamiento del edificio. Hoy día, casi todos los aeropuertos nuevos son una especie de centro comercial donde se ofrecen camisetas, cóctels, botellas de licor… En algún lugar también hay aviones. Eso es justo lo contrario de lo que nosotros perseguimos.
Volkwin Marg: Pero, de alguna manera, también se puede vivir con ello. Además, hay que agregar la creciente criminalidad y los problemas de seguridad. Casi todos los aeropuertos del mundo tienen controles de personas, zonas restringidas, control de equipajes y otras molestas medidas de seguridad, de tal manera que el camino desde que el pasajero entra por el aeropuerto hasta que se sienta en el avión se ha convertido es una especie de tortura. Estos dos fenómenos explican por qué nuestro concepto de aeropuerto ya no es adecuado hoy día.
Con la construcción de Tegel, su estudio arquitectónico "gmp" logró renombre. Desde entonces, han llevado a cabo numerosos proyectos en Alemania y en el extrannjero. ¿Por qué Tegel sigue siendo especial para ustedes?
Volkwin Marg:Cuando recibimos el encargo, fue absolutamente sensacional. Éramos un estudio arquitectónico que no existía. Trabajábamos dos personas en él. Hoy día, ni siquiera se invitaría a un estudio así a participar en un concurso de ese tipo. De los grandes proyectos, Tegel es algo así como nuestro primogénito. Y todo aquello que uno hace por primera vez en la vida a lo grande, queda grabado a fuego y se recuerda. Incluso cuando se tienen más de 80 años. Hoy miramos hacia atrás con nostalgia y cierto orgullo, porque ¿cuántos arquitectos pueden decir en vida que varios de sus proyectos se han convertido en monumentos?
(ms/ers)
¡Adiós, aeropuerto de Berlín-Tegel!
"Todos a bordo", "tripulación preparada para el despegue"... estas frases no se volverán a oír en el aeropuerto de la capital alemana. El 8 de noviembre su historia termina, y con ella se va toda una era.
Imagen: Soeren Stache/dpa/picture alliance
Berlín-Tegel TXL
Nadie en Berlín diría jamás "al aeropuerto Otto-Lilienthal, por favor", pero ese es el nombre oficial del recinto desde 1988. Da igual, todos lo conocen como Tegel, que es el distrito donde está ubicado. Durante 46 años, fue la conexión de Berlín con el mundo. Ahora que el nuevo aeropuerto, BER, por fin abrirá sus puertas tras 8 años de retraso, el confiable pero muy congestionado TXL dirá adiós.
Imagen: Britta Pedersen/dpa/picture alliance
El corazón de Tegel es un hexágono
Tegel es considerado un ícono de la arquitectura aeroportuaria. Diseñado en 1965 por la entonces desconocida firma Gerkan, Marg & Partners, fue creado para otorgar el máximo servicio. Para permitir un manejo rápido y ordenado del flujo de pasajeros, las puertas estaban en un hexágono, que pronto se convirtió en la seña de identidad de Tegel. En su momento, fue el aeropuerto más moderno del mundo.
Imagen: Ralf Hirschberger/dpa/picture alliance
Ordenamiento claro
Pasar a través del hall principal y sus escasas tiendas era un proceso rápido. Desde allí los pasajeros eran distribuidos a las puertas localizadas en el hexágono. Tenían dos opciones: derecha o izquierda. Perderse era imposible. Con los años fueron sumadas otras cuatro terminales para hacer frente al creciente número de viajeros. Pero fue en vano: Tegel siempre estuvo a punto de reventar.
Imagen: Paul Zinken/dpa/picture alliance
Cuarto en Alemania
Tegel era necesario y se utilizaba de forma intensiva como aeropuerto internacional. Tras Frankfurt, Múnich y Düsseldorf, Tegel se convirtió en el cuarto aeropuerto más importante de Alemania. Fue creado para administrar unos 3 millones de pasajeros al año. Hacia el final, lidiaba con 24 millones. Hacer una enorme fila para entregar el equipaje o recoger las maletas se convirtió en la norma.
Imagen: Gero Breloer/dpa/picture-alliance
Así empezó todo
Sin la Guerra Fría, Tegel probablemente no habría existido. Durante el bloqueo soviético a Berlín Occidental (1948-1949), los aliados abastecieron a la población a través de un puente aéreo. Este soldado celebra el vuelo 100.000. Los aeropuertos de Tempelhof y Gatow pronto no dieron abasto, por lo que en solo 90 días se construyó una pista en Tegel, en el sector francés. Así nació el aeropuerto.
Imagen: picture-alliance/ dpa/UPI
Tegel, la puerta a Occidente
El 2 de enero de 1960, Tegel comenzó a operar para pasajeros. Para llegar a Berlín Occidental, los aviones debían sobrevolar Alemania Oriental. Con este fin, fueron creados corredores especiales. Así se abrió una puerta al mundo y Nueva York, París y Londres de pronto quedaron más cerca. El 30 de junio de 1967, las aeromozas de Air France dieron la bienvenida al pasajero número 25 millones.
Imagen: Chris Hoffmann/picture alliance
Estatus especial
Durante la división de Alemania, solamente aerolíneas de los países aliados ocupantes podían volar desde y hacia Berlín Occidental. Este estatus especial no terminó hasta la reunificación de Alemania, en 1990, cuando Lufthansa pudo realizar operaciones en la capital por primera vez en décadas. Otro momento histórico.
Imagen: Konrad Giehr/picture alliance
Momentos inolvidables I
Y ya que hablamos de momentos históricos: en Tegel también aterrizaban aviones militares, además de los civiles. Esto era posible solo cuando llegaban visitas de Estado o miembros del Gobierno federal. El arribo de John Kennedy en junio de 1963 sigue siendo legendario. Fue recibido por la ciudadanía con indescriptible júbilo. El político conquistó sus corazones con su frase "Ich bin ein Berliner".
Imagen: dpa/picture alliance
Momentos inolvidables II
Cuando llegaban visitas como la reina Isabel II, el protocolo era esencial. Alfombra roja, guardia militar del Ejército y un saludo de 21 salvas. La reina era personaje recurrente en Tegel: estuvo siete veces en Berlín. Su última visita fue en 2015. Su hijo Carlos, sus nietos William y Harry y la princesa Diana también cruzaron la alfombra roja en este recinto.
Imagen: Jörg Carstensen/dpa/picture alliance
Momentos inolvidables III
Toda Alemania vio el regreso del equipo de fútbol alemán tras obtener la copa en el Mundial de Brasil 2014. Los fanáticos se agolparon en la terraza de visitantes para ver el arribo. El avión fue saludado por el Departamento de Bomberos del aeropuerto con un arco de agua y, por supuesto, la alfombra roja fue desplegada para los victoriosos futbolistas.
Imagen: Uwe Kraft/imageBROKER/picture alliance
Nostalgia
Tegel fue criticado por ser muy bullicioso, estar siempre lleno, no ser un recinto amigable ni tener conexión con el metro. Sin embargo, en 2017 la mayoría de los berlineses votó por mantener operativo el aeropuerto tras la apertura del nuevo BER. Pero no tuvieron éxito. BER abre y TXL cierra, ese es el acuerdo. Para los berlineses, empero, Tegel seguirá vivo en la memoria.
Imagen: Florian Schuh/dpa/picture alliance
Tegel ha muerto... ¡viva Tegel!
Una nueva era comenzará para Tegel en noviembre de 2020. Y no tendrá nada que ver con vuelos. Hay otros planes para el recinto, que está a solo 30 minutos en automóvil del centro de la ciudad. Se va a construir allí una zona residencial para 10.000 personas, además de un parque industrial y otro de investigación y un campus universitario. El futuro recién comienza para Tegel. (dz)