Berlín cierra hotel instalado en embajada de Corea del Norte
29 de mayo de 2020
Publicidad
Las autoridades de la ciudad-estado de Berlín comunicaron este viernes (29.05.2020) el cierre del hotel instalado en un solar de la embajada de Corea del Norte, tras años de tira y afloja administrativo por las sanciones de la ONU al régimen de Pyongyang. "El negocio ha sido dado de baja”, informó la alcaldía del distrito de Mitte, donde está emplazado el edificio, vecino a la representación diplomática de ese país.
El litigio entre el establecimiento hotelero y el gobierno regional de la ciudad-estado arranca de 2017, a raíz de las sanciones impuestas por la ONU contra Corea del Norte. En todo el territorio de la UE quedaron desautorizados, entre otros asuntos, los negocios inmobiliarios que pudiera reportar divisas a Pyongyang e, indirectamente, favorecer su programa nuclear.
Las autoridades de Mitte le quitaron la licencia de explotación, pero la dirección del hotel recurrió ante el tribunal administrativo berlinés. Éste rechazó la demanda a finales de enero, a lo que siguieron una serie de iniciativas judiciales más hasta que finalmente la decisión fue en firme.
La cuestión afectó asimismo las relaciones entre las autoridades del distrito berlinés y el Ministerio de Asuntos Exteriores, que presionaba por una solución rápida a un problema delicado y que afectaba la posición de Alemania ante la ONU. El establecimiento hotelero está situado en un punto muy céntrico de lo que fue el sector oriental en las décadas en que Berlín estuvo partido por el muro (1963 a 1989).
Ahora el emplazamiento es de gran atractivo turístico, por quedar cerca tanto del distrito gubernamental como de los puntos más emblemáticos de la capital, incluida la Puerta de Brandeburgo, zonas comerciales, museos y otros lugares de interés.
Los precios por el alojamiento eran muy económicos -a partir de 25 euros por persona, según el tipo de habitación o sala compartida-. Con este tipo de ofertas se popularizó como hotel para público joven, bajo el nombre de "City Hostel". El establecimiento había formado parte de las dependencias de la embajada en tiempos de la Alemania comunista y servía de alojamiento a las visitas y delegaciones oficiales norcoreanas.
A partir de 2007, la embajada lo alquiló a una empresa hotelera que opera bajo el nombre de "City Hostel", cuestión en la que se ve, indirectamente, una fuente de financiación para el régimen norcoreano. (EFE)
Corea del Norte desde la perspectiva de un usuario de Instagram
Pese a estar en las portadas de todo el mundo, Corea del Norte sigue siendo uno de los lugares más aislados del planeta. El usuario de Instagram Pierre Depont ha estado varias veces allí. Y esto es lo que ha visto.
Imagen: Pierre Depont
Aires de normalidad
Pese a su imagen de inescrutable, Corea del Norte invita a los extranjeros a descubrir sus atractivos. Pero viajar como turista viene acompañado de algunas ataduras, pues un guía cuidará los pasos del visitante en todo momento. Las restricciones no han disuadido a Pierre Depont, quien ha estado en el país siete veces, capturando momentos de la vida diaria de los norcoreanos.
Imagen: DW/P. Depont
Capitalismo creciente
El primer viaje de Depont a Corea del Norte data de 2013, y desde entonces ha estudiado la cambiante cara del régimen. En los últimos dos o tres años ha notado que "en Pyongyang se ha vuelto aceptable la exhibición de riqueza". Con una clase media creciente y un boom de la construcción, la capital parece desafiar las sanciones económicas internacionales.
Imagen: Pierre Depont
Vida urbana en Pyongyang
Relacionarse con la gente no es sencillo, dice Depont. "He tenido un par de conversaciones con extraños, pero siempre bajo la atenta vigilancia de uno de los guías". La experiencia señala a Depont que a la mayoría de la gente no le gusta que les tomen fotos. "La mujer norcoreana está cada vez más preocupada de la moda, eso es así. Pero eso se ve solamente en las ciudades", agrega.
Imagen: DW/P. Depont
Urbano vs. rural
Esta estación de metro en Pyongyang deslumbra a los viajeros con lo que parecen paredes de mármol y lámparas araña. Para Depont, Corea del Norte es "un lugar extraordinario para la fotografía. No hay publicidad ni distracciones". Pero mientras la capital, hogar de las elites, se ve como un lugar próspero, otros lugares del país siguen sumidos en la más absoluta miseria.
Imagen: Pierre Depont
Dificultades ocultas
Hasta hoy, Corea del Norte sigue siengo un lugar muy militarizado y una sociedad predominantemente agrícola. Los turistas, sin embargo, no llegan a ver mucho de las condiciones de vida de la población rural. "Cada pequeño terreno del país es cultivado, cada metro cuadrado es utilizado", dice Depont.
Imagen: Pierre Depont
¿Abundancia para la foto?
Los turistas interesados en la vida fuera de las ciudades son llevados en visitas guiadas a las granjas cooperativas. Cuando Depont visitó una de estas granjas cerca de Hamhung, la segunda mayor ciudad del país, fue llevado a un mercado con una amplia gama de productos cuidadosamente puestos en vitrina. Depont recuerda que se sintió como dentro de una tienda armada "sólo para ser exhibida".
Imagen: DW/P.Depont
Escuelas de elite, atracción turística
Una parada en la escuela modelo es un punto importante en la agenda de varios tours. El recientemente renovado campo internacional de verano en Songdowon fue reabierto en 2014 y ha sido visitado por el líder Kim Jong-un. "Hay algo de irreal en todo eso", dice Depont: "Los niños juegan en salas de entretenimientos, usando juegos muy avanzados y con unos 20 modernos computadores a su disposición".
Imagen: DW/P.Depont
Militarismo omnipresente
El Ejército es parte central de la identidad nacional y tejido esencial de la sociedad. Cerca de un cuarto de la población trabaja como personal militar y el presupuesto para las fuerzas armadas es uno de los más grandes del mundo. Desde una edad muy temprana, los norcoreanos se relacionan con la imaginería militar. Depont se encontró con este pequeño tanque en un parque de juegos en Hamhung.
Imagen: Pierre Depont
Adoración ritualizada
Además del militarismo, el alto nivel de control político y el culto a la personalidad que rodea a Kim Jong-un y a sus predecesores es omnipresente. La adoración diaria al líder supremo ha dejado una profunda impresión en Depont. "Es muy evidente la cantidad de dinero y esfuerzo que implica la construcción de una historia que ensalza a los grandes líderes y sus gigantescas estatuas", dice.