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Berlín condena ejecuciones en Arabia Saudita

2 de enero de 2016

Alemania condenó las ejecuciones perpetradas en Arabia Saudita y manifestó preocupación por el efecto atizador que las mismas pueden tener sobre las fricciones que de por sí se han acentuado en el Medio Oriente.

Jemen Protest Hinrichtung Scheich Nimr al-Nimr in Saudi Arabien Archiv
Carteles de una protesta en Yemen por la ejecución en Arabia Saudí de Nimr al Nimr.Imagen: Reuters/K. Abdullah

Este sábado (2.1.2015), el Gobierno de Alemania condenó las decenas de ejecuciones oficiales perpetradas en Arabia Saudita y manifestó su preocupación por el efecto atizador que las mismas pueden tener sobre las fricciones político-militares que de por sí se han acentuado en el Medio Oriente. La dictadura de Riad ordenó ajusticiar a 47 personas que habían sido condenadas a muerte por cargos de terrorismo e incitación a la violencia. Entre los ejecutados se encontraba el famoso clérigo chiita Nimr al Nimr.

“Horrorizados por los reportes sobre las ejecuciones recientes en Arabia Saudita”, exclamó el vocero del Gobierno germano en materia de derechos humanos, Christoph Strässer, en un mensaje de Twitter. Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania señaló que el ajusticiamiento de Nimr al Nimr “intensifica nuestra preocupación por las crecientes tensiones y las brechas que se profundizan en la región”. La sunita Arabia Saudita y la chiita Irán compiten por la hegemonía en el Medio Oriente desde hace décadas.

Uno de los escenarios donde ese forcejeo se hace evidente es la guerra de Yemen, donde Riad lidera una alianza de Estados sunitas que apoya al Gobierno de Adén en su lucha contra los rebeldes hutíes de confesión chiita. Arabia Saudita e Irán también defienden intereses disímiles en el conflicto sirio. Para los analistas políticos está claro que la ejecución del clérigo chiita Nimr al Nimr sólo le echará más leña al fuego. Las palabras del ayatolá Ahmad Khatami, un prominente líder religioso chiita, apuntan en esa dirección.

“No tengo dudas de que esta sangre pura manchará a la Casa de Saud y la borrará de las páginas de la historia”, dijo el clérigo, cercano al régimen persa, en entrevista con la agencia de noticias Mehr. Pese a la indignación que las ejecuciones causaron entre los seguidores de la rama chiita del Islam y a las severas críticas hechas desde Occidente, el Gobierno de Riad defendió su decisión. Los ejecutados “seguían los pasos del diablo. Con sus actos terroristas se derramó sangre inocente con el objetivo de sacudir la estabilidad en este país”.

Así rezaba parte de la declaración del Ministerio del Interior en un comunicado difundido por la agencia oficial SPA. El Ministerio especificó previamente que 45 nacionales saudíes, un egipcio y un hombre de Chad fueron ejecutados en doce lugares del reino, después de que sus condenas fueran confirmadas por el Tribunal Supremo y ratificadas por el rey Salman. El clérigo Al Nimr, de 55 años, había sido condenado por desobediencia a la casa real gobernante e incitación a la lucha sectaria mediante llamados a protestar.

Protestas en Baréin por las ejecuciones en Arabia Saudí.Imagen: Getty Images/AFP/M. Al-Shaikh

A Nimr al Nimr también se le acusó de terrorismo por exigir más derechos para la minoría chiita –que conforma en torno al 15 por ciento de la población del país– y amenazar con la secesión de la zona oriental, rica en petróleo, si la casa real no cambiaba su política. Inspirados por la “Primavera Árabe”, miembros de la minoría chiita organizan desde 2011 manifestaciones en la Provincia Oriental del país para manifestarse contra lo que consideran discriminación por parte del régimen sunita saudí.

Las reacciones a las ejecuciones no se hicieron esperar en Irán, Baréin, el Líbano e Irak. El portavoz del Ministerio de Exteriores de Irán, la gran potencia chií y rival de Arabia Saudí, Hosein Yaber Ansarí, denunció “la profunda imprudencia e irresponsabilidad” del régimen saudí, y auguró que éste “pagará un precio alto” por esta acción. En el Líbano, el grupo chií Hizbulá co-responsabilizó a Estados Unidos por la ejecución, enfatizando que Washington es un aliado del régimen saudí.

Protesta en Londres por las ejecuciones en Arabia Saudí.Imagen: Reuters/N. Hall

El vicepresidente del Consejo Superior Chií, el jeque Abdul Amir Qabalan, calificó la acción de “grave error” y “acto peligroso”: “Es un crimen contra la Humanidad que tendrá repercusiones en los próximos días (...) un llamamiento a la escisión y a avivar la división”, subrayó. Esas repercusiones se vivieron ya en Baréin, donde la mayoría chií se lanzó a las calles y protagonizó enfrentamientos con las fuerzas de seguridad. Los manifestantes enarbolaron fotografías de Al Nimr y entonaron lemas que pedían la muerte para la familia gobernante saudí Al Saud y contra la monarquía bareiní, que profesan el islam suní.

También la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, condenó “el uso de la pena capital en todas las circunstancias y en particular en casos de ejecuciones en masa”, y alertó de que lo ocurrido puede aumentar las tensiones sectarias en la región.

ERC ( Reuters / dpa / EFE )

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