Así lo acordaron el Ministerio de Desarrollo y el de Sanidad. El objetivo es que las consecuencias de la pandemia puedan mitigarse allí donde los sistemas sanitarios sean menos eficientes posibilitando, por ejemplo, la aplicación de mayor cantidad de vacunas. Estados Unidos y otros ocho estados ya anunciaron que pondrán a disposición de los países pobres alrededor del 10 por ciento de las vacunas a través de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Francia, Italia, Noruega, Suiza, Reino Unido, Australia, Brasil y Nueva Zelanda participan en la acción.

Alemania ya había aportado en mayo 7,5 millones de euros (unos 11 millones de dólares) para la prevención de la gripe A (H1N1). dpa