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Berlín en estado de excepción

Bettina Marx / Emilia Rojas18 de junio de 2013

El presidente estadounidense, Barack Obama, permanecerá solo unas 25 horas en Berlín, pero, para la capital alemana, eso implica casi una semana en estado de excepción. La policía recomienda evitar el centro.

Imagen: picture-alliance/dpa

Desde el pasado fin de semana está restringido el acceso a la Plaza que se encuentra junto a la Puerta de Brandeburgo. Ya no se puede estacionar bicicletas al borde de las calles y por doquier hay barreras y carros policiales. Hasta las tapas del alcantarillado han sido selladas. Recién el próximo viernes se volverá a abrir el acceso libre a las calles y ciclovías. Hasta entonces, automovilistas y ciclistas tendrán que dar grandes rodeos. Incluso las estaciones de tranvía y metro de la zona dejarán de operar por algunas horas.

En Berlín rige el máximo nivel de seguridad. Miles de policías serán movilizados. A ellos se suman los funcionarios de seguridad del presidente, que ya antes de su llegada han velado porque se cumplan las estrictas medidas de rigor. Para el breve recorrido en auto que efectuará Obama por las calles de Berlín, se trajo incluso su propia limusina, un Cadillac blindado, apodado “La bestia”. Habrá francotiradores apostados en los techos de los edificios que bordean la ruta que recorrerá el presidente con su séquito. Y hasta el espacio aéreo de Berlín permanecerá cerrado para el despegue y el aterrizaje del Air Force One.

Amplio despliegue policial, en espera de Obama.Imagen: picture-alliance/dpa

La Puerta de Brandeburgo

En los últimos años, Obama ha estado tres veces en Alemania. En abril de 2009 estuvo en Baden-Baden y la ciudad de Kehl, y en junio de ese mismo año visitó Buchenwald, Dresde y el hospital militar estadounidense de Landstuhl. Pero esta es su segunda visita a la capital alemana, y la primera en su calidad de presidente de Estados Unidos. En 2008 llegó a Berlín siendo un promisorio candidato, con un gran carisma y una virtuosa oratoria, celebrado internacionalmente como un astro pop. En esa oportunidad, unas 200.000 personas se congregaron en el centro de la ciudad para verlo y escucharlo.

Obama, que se encontraba en plena campaña electoral, hubiera querido presentarse ante la gente en la Puerta de Brandeburgo. Sin embargo, la canciller Angela Merkel consideró que tal honor era privativo de los estadistas electos, de modo que el candidato demócrata tuvo que contentarse con hablar a pocos cientos de metros de allí, ante la Columna de la Victoria.

Obama en Berlín, en 2008.Imagen: picture-alliance/dpa

Público restringido

Ahora, en su segundo mandato, el presidente estadounidense tendrá por escenario la Puerta de Brandeburgo. Pero ya no se puede hablar de una “Obamanía” como la de hace cinco años. Además, sólo se permitirá el acceso a un público limitado, compuesto por unos 6.000 invitados, entre ellos políticos, diplomáticos, representantes del ámbito económico y social, y algunos alumnos de la escuela John F. Kennedy de Berlín. El resto de la gente tendrá que contentarse con ver el discurso de Obama por televisión. Tampoco estarán presentes la mayoría de los periodistas de la capital, que solo podrán observar los acontecimientos desde la distancia, debido al cupo limitado y a las estrictas medidas de seguridad.

Ni siquiera se han instalado pantallas gigantes para transmitir el histórico momento. Y tampoco los habitantes de los edificios cercanos podrán verlo desde sus balcones, porque tendrán que mantener cerradas sus puertas y ventanas.

Olisqueando por Obama

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Gran popularidad

De todos modos, no está claro si el discurso de Obama podría volver a movilizar a cientos de miles de personas. No obstante, el presidente sigue gozando de mucho prestigio en Alemania. De acuerdo con una encuesta de la edición de Internet del semanario Die Zeit, el 65 por ciento de los alemanes votaría por él si pudiera. El 42 por ciento lo considera incluso más exitoso que la canciller Merkel. El presidente estadounidense es especialmente popular entre las mujeres, de acuerdo con el citado sondeo.

No obstante, también hay quienes critican a Obama. El lunes por la tarde se reunieron unos cien manifestantes a protestar contra el empleo de drones de combate para matar a personas selectivamente. También protestaron contra el espionaje de comunicaciones telefónicas y datos de internet efectuado por la CIA, y exigieron la liberación de Bradley Manning, quien entregó a la plataforma Wikileaks información secreta sobre acciones militares estadounidenses y ahora corre peligro de ser sentenciado a cadena perpetua.

Autora: Bettina Marx / Emilia Rojas

Editora: Claudia Herrera Pahl

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