Berlín: modelo de acuerdo con Turquía, replicable en África
3 de abril de 2016
El ministro del Interior de Alemania, Thomas de Maizière, dijo en una entrevista que se podría alcanzar un pacto con los países norafricanos para enfrentar la crisis de refugiados.
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Pese a la polémica que ha suscitado en Europa y Turquía, el pacto alcanzado por la UE y Ankara para frenar la oleada de refugiados y solicitantes de asilo comienza a regir este lunes. Y aunque existe incertidumbre sobre la factibilidad práctica y legal del acuerdo, en Berlín están seguros de que la idea es tan buena que se puede replicar. Al menos así lo expresó este domingo (03.04.2016) el ministro del Interior germano, Thomas de Maizière.
La autoridad dijo, en entrevista con Tagesspiegel am Sonntag, que ve posible alcanzar un acuerdo sobre los refugiados también con los países del norte de África, tomando como modelo el pacto con Turquía. Con la mirada puesta en rutas alternativas a través del Mediterráneo, el político alemán indicó la necesidad de analizar la situación, pues ante el cierre de la vía turco-griega, es probable que los traficantes de personas busquen nuevos caminos.
“Si llegan de nuevo más personas por estas rutas, entonces deberemos buscar soluciones parecidas a la que encontramos con Turquía y deberemos negociar sobre ello con los países en el norte de África”, explicó De Maizière. “Sería posible, por ejemplo, crear centros de acogida en el norte de África para refugiados, que sean deportados desde Italia y como compensación llevar a cabo una acogida humanitaria del país norafricano afectado”, indicó.
¿Declive de la crisis?
El ministro agregó que desde el cierre de la ruta de los Balcanes y el acuerdo con Turquía, en marzo sólo cruzaron ya diariamente la frontera austro-alemana alrededor de 140 refugiados y expresó su esperanza de que con ello se haya superado ya lo peor de la crisis, que ahora viviría un declive. “Con mucha cautela digo que el punto álgido de la crisis de inmigrantes ha quedado atrás”, dijo De Maizière.
Sin embargo, la disminución se debe en gran parte a unos mayores controles fronterizos por parte de países a lo largo de la ruta de los Balcanes, entre ellos Austria. Muchos políticos creen que los números aumentarán de nuevo cuando se abran nuevas rutas, por ejemplo cuando los inmigrantes comiencen a cruzar desde Libia a Italia, de ahí la importancia de la idea propuesta por De Maizière.
Bajo el acuerdo de la UE con Turquía, por cada refugiado sirio devuelto a Turquía desde Grecia, otro será reubicado desde Turquía en la UE.
DZC (dpa, EFE, Reuters)
El negocio con los refugiados (29.10.2015)
Miles de refugiados atraviesan Serbia rumbo a los países occidentales de Europa. Para los comerciantes en las proximidades de los campamentos representan un negocio lucrativo. Diego Cupolo reporta desde los Balcanes.
Imagen: DW/D. Cupolo
¿Conductor de autobús o coyote?
En los Balcanes, el negocio del transporte crece vertiginosamente. En la entrada del campamento de refugiados en Presevo (Serbia), el albanés Liridon Bizazli ofrece un servicio de transporte en autobús a Croacia por 35 euros. Como mesero solo gana unos ocho euros al día. Con la venta de boletos de autobús entre 50 a 70 euros.
Imagen: DW/D. Cupolo
Todos se ayudan
Pese a la ganancia que genera su negocio, Bizazli no está orgulloso de él. Asegura que a veces también transporta gratuitamente a familias con niños que no tienen dinero para pagar el pasaje. “Yo también fui un refugiado”, cuenta. “Los viajes en autobús deberían ser gratuitos. Europa da dinero a Serbia para que ayude a los refugiados, pero el Gobierno no hace nada.”
Imagen: DW/D. Cupolo
Demanda y oferta
Cada día, entre 8.000 a 10.000 refugiados arriban a Presevo. Debido a la creciente demanda, los negocios en la región han extendido sus horarios de apertura. A las tiendas de alimentos y cocinas rápidas no les faltan clientes. Los precios se han duplicado, en algunos casos hasta triplicado. “En ningún otro lugar en Serbia he visto una hamburguesa tan cara como aquí”, dice Bizazli.
Imagen: DW/D. Cupolo
Desde tarjetas SIM hasta carretillas
Aparte de comida, lo primero que los refugiados buscan en un nuevo país son tarjetas SIM para poder comunicarse con sus familias y amigos. Por ello, cerca de los campamentos de refugiados, muchos habitantes venden tarjetas telefónicas prepagadas. Pero también ofrecen otros objetos útiles, como esta carretilla para transportar a las personas débiles, como esta mujer kurda de Siria.
Imagen: DW/D. Cupolo
Vendedor de zapatos
Pese a la inminente llegada del invierno y el aumento de las lluvias, muchos refugiados continúan su camino descalzos. Stefan Cordez, coordinador para el sur de Serbia de Médicos Sin Fronteras, explica que por ello muchos sufren infecciones de la piel y se lastiman los pies. Bajo estas condiciones, la venta de calzado y calcetines es un negocio lucrativo.
Imagen: DW/D. Cupolo
Documentos de segunda mano
Los países a lo largo de la Ruta de los Balcanes deben registrar a todas las personas nuevas que arriban. Frente a algunos campamentos de refugiados las filas son kilométricas. La voluntaria Daniela Gabriel, de Presevo, cuenta que algunos conductores de autobuses recogen los documentos de las personas que han transportado a Croacia para vendérselos a las personas que no quieren hacer fila.
Imagen: DW/D. Cupolo
Falsas informaciones
En tanto, algunos taxistas y choferes de autobuses llevan a los refugiados que han pagado pasaje hasta Croacia a ciudades serbias, donde sus documentos son tramitados en oficinas de registro inexistentes, prosigue Gabriela. A fin de evitar que los refugiados sean víctimas de falsas indicaciones, reparte información al respecto en el campamento.
Imagen: DW/D. Cupolo
Robo en las autopistas
Otros ayudantes, que prefieren permanecer en el anonimato, cuentan que han sido amenazados de muerte por advertir a los refugiados de taxistas peligrosos. Alexander Travelle, voluntario de Presevo, relata que una familia fue asaltada con arma de fuego, después de haber pagado 80 euros por persona para ser transportada a Croacia.
Imagen: DW/D. Cupolo
Todos reciben su pedazo del pastel
Bizazli admite que paga cien euros de "mordida" o coima a la semana a la Policía local para poder vender sus boletos de autobús enfrente del campamento de refugiados en Presevo. “Simplemente les das lo que piden y te dejan en paz”, dice. También otros ayudantes saben de taxistas que sobornan a los agentes policiales.
Imagen: DW/D. Cupolo
Precios exagerados
Con la caída de las temperaturas, cada vez más hoteles ofrecen hospedaje a los refugiados. Sin embargo, aquellos que no pueden pagar los precios exagerados de las habitaciones son rechazados.