Berlín, París y Roma, juntos contra inversiones chinas
14 de febrero de 2017
Alemania, Francia e Italia abogan por un frente común europeo para impulsar un derecho de veto en el ámbito comunitario que permita evitar la adquisición de empresas de alta tecnología por parte de inversores chinos.
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Las tres mayores economías de Europa solicitan a la Comisión Europea que desarrolle un reglamento que permita avanzar en esta dirección tras numerosas compras de compañías del bloque por empresarios del país asiático.
"El objetivo es que Alemania y otros países europeos tengan más posibilidades de comprobar adquisiciones concretas y, llegado el caso, puedan impedirlas", señala la posición común a la que ha tenido acceso dpa.
En concreto, la intención de Berlín, París y Roma es evitar la venta de determinadas empresas cuya adquisición por parte del gigante asiático considerarían "injusta" por tratarse, por ejemplo, de empresas que han sido financiadas con ayudas estatales o que incluyen tecnologías que son específicamente importantes para Alemania.
En este sentido, desde Berlín se señala que en los últimos tiempos se han sucedido las adquisiciones de empresas europeas punteras y de compañías de gran desarrollo tecnológico. En este sentido recuerdan la adquisición de la firma alemana de robótica Kuka por parte del grupo chino Midea.
En Alemania, el Gobierno tiene potestad para vetar inversiones extranjeras cuando estas afectan a ámbitos estratégicos tales como el militar o de seguridad.
Importaciones chinas desleales
Por otra parte, la Comisión Europea (CE) propone la prolongación por otros 18 meses y eliminación gradual de los aranceles que impone desde 2013 a las importaciones desleales de paneles solares chinos, para tener en cuenta las preocupaciones de industrias europeas que dependen de esos materiales.
"No hay duda de que tenemos derecho a proteger a nuestra industria de la competencia desleal (...) Al mismo tiempo, tenemos que tener en consideración a otras empresas que dependen de esas importaciones para desarrollar sus productos finales y que dan empleo a miles de personas en toda Europa", indicó el vicepresidente primero de la CE, Frans Timmermans.
El político holandés recordó asimismo que "tampoco hay duda de que la energía solar es esencial para nuestras metas medioambientales y climáticas".
JOV (efe, Handelsblatt)
China y Hong Kong: un país, dos estados de ánimo (nov. 2014)
En China se celebra y se protesta. En algunos lugares se muestra unidad y fuerza, y en otros, divisiones y ansias de libertad. En el Día Nacional de China, resalta el contraste entre Hong Kong y el resto del país.
Imagen: Reuters/Carlos Barria
Ceremonias patrióticas
El 1º de octubre de 1949, Mao Zedong declaró el nacimiento de la República Popular China. Desde entonces, los chinos celebran esa fecha con ceremonias patrióticas, como aquí, izando la bandera en Hefei, en la provincia de Anhui.
Imagen: Reuters
Protestas en Hong Kong
Pero mientras China celebra, la situación en Hong Kong sigue siendo tensa. También en el Día Nacional, miles de personas salieron a la calle. Exigen que se dé marcha atrás con la polémica reforma electoral y rechazan una mayor injerencia de Pekín.
Imagen: Reuters/Carlos Barria
Brindis controvertido
También en Hong Kong hubo ceremonias oficiales conmemorando el Día Nacional. Leung Chun-ying, el controvertido jefe de gobierno de Hong Kong (en el centro), brindó con champán con sus invitados y cantó el himno nacional chino. Los fuegos artificiales, usuales en este día, fueron cancelados.
Imagen: Reuters/Bobby Yip
Piden renuncia del jefe de gobierno
Tradicionalmente, también en la metrópoli portuaria asiática se izaron las banderas de China y de Hong Kong. El líder estudiantil Joshua Wong y otros activistas protestaron dándole la espalda a la ceremonia y sosteniendo las manos cruzadas sobre la cabeza. El movimiento de protesta pide la renuncia de Leung Chun-ying, en quien ven un símbolo de la influencia de Pekín.
Imagen: Reuters
Demostración de fuerza militar
En la capital china, el Partido Comunista hace una demostración de poder. Con pompa militar, una unidad de élite del Ejército Popular Chino porta la bandera roja por la Plaza de la Puerta de la Paz Celestial, o Tiananmen, completamente acordonada. Las celebraciones se llevan a cabo de acuerdo a un estricto ritual.
Imagen: ChinaFotoPress via Getty Images
Resistencia estudiantil
Los manifestantes volvieron a reunirse ya en la víspera del 1º de octubre. Muchos están cansados por las largas noches de protestas, y la lluvia no facilita la situación. Sin embargo, están decididos a seguir protestando hasta haber logrado que se cumplan sus demandas.
Imagen: Reuters/Carlos Barria
Caos organizado
El contraste no podía ser mayor: miles de manifestantes paralizan el tránsito con una sentada en esta concurrida calle de compras del centro de Hong Kong, en el barrio de Mongkok. Y se prevé la afluencia de más manifestantes, ya que en Hong Kong el 1 y el 2 de octubre son días feriados.
Imagen: Reuters/Tyrone Siu
Júbilo en China
En el resto de China no se percibe mucho de las protestas en Hong Kong. Las autoridades censuran todas las noticias y borran los comentarios en las redes sociales. Según expertos, los censores trabajan ahora mucho más que el 4 de junio, cuando se conmemoró el 25 aniversario de la masacre de Tiananmen.
Imagen: picture alliance/ZUMA Press
Rechazo masivo
A la represión y la censura en China se contraponen la libertad de prensa y de opinión en Hong Kong, pero muchos manifestantes ven la amenaza de una mayor injerencia de Pekín. Por ello se han colocado una mascarilla para demostrar que no van a aceptar que se les prohíba decir lo que piensan.
Imagen: AFP/Getty Images/Philippe Lopez
¿Diálogo o represión?
Xi Jinping reaccionó con cautela a las protestas en Hong Kong. En la foto, el presidente chino durante las ceremonias conmemorando el Día Nacional de China, en 2013. Xi Jinping está en un dilema: ¿reprimir o abrir el diálogo? Parece probable que haya enviado a un mediador a Hong Kong para elaborar una solución al conflicto.
Imagen: Reuters
¿Más protestas en Hong Kong?
Los estudiantes siguen manifestándose en las calles. Le pusieron un ultimátum al gobierno de Hong Kong. Quieren que renuncie el jefe de gobierno y que se dé marcha atrás en la reforma electoral. De lo contrario, amenazan con ampliar las protestas, con huelgas y con la ocupación del edificio del gobierno.