Alemania recibe por primera vez a la ministra israelí de Asuntos Exteriores, Tzipi Livni. La participación de Alemania en la fuerza multinacional que la ONU desplegará en el sur del Líbano, según la resolución 1701 del Consejo de Seguridad, son el tema central de las reuniones con su homólogo alemán, Frank Walter Steinmeier, y con la canciller alemana, Angela Merkel.

Además, por ser su primera estadía oficial, Livni hará la obligatoria referencia al trágico pasado común: depositará una ofrenda floral en el andén 17 de una estación del ferrocarril de Berlín desde el cual salían los trenes que transportaban a los judíos a los campos de concentración nazis durante la Segunda Guerra Mundial.

La fuerza de Tzipi Livni

El despliegue de fuerzas europeas en el sur de Líbano para consolidar el frágil alto el fuego en la región es, según declaró la ministra después de su gira por Europa, "cuestión de días". Con 3.000 soldados italianos, 2.000 franceses, 1.000 españoles, más de 500 polacos y fuerzas navales alemanas, holandesas y griegas cuenta Tzipi Livni, según informan diarios israelíes.

Por su fuerza, por ser apenas la segunda mujer que llega a las esferas gubernamentales israelíes, esta hábil política, que asumió su cargo en junio de este año, ha sido calificada de nieta de Golda Meier, aquella legendaria y controvertida mujer de hierro de los tiempos de la fundación del Estado israelí. La revista de ciencias políticas Cicero le augura cosas más grandes aún, y describe su carrera hasta el momento. "Agente secreta, abogada, ministra. Tzipi Livni tiene muchas carreras tras de sí, la más grande por delante", asevera.

A favor de esta tesis podría hablar la no desfavorable resonancia que ha habido a su persona durante su gira por las capitales europeas durante el último mes, a pesar de que, internacionalmente, la guerra contra el Líbano y varios escándalos internos han puesto en tela de juicio al Gobierno israelí.

¿Paz a cambio de dos soldados?

Después del encuentro de ambos titulares de Exteriores, la ministra Livni exhortó a la comunidad internacional a hacer efectivo inmediatamente un embargo de armas a las fuerzas de Hezbolá; éste es, en su opinión, el punto decisivo para lograr un "Líbano normal", en el cual el Gobierno del primer ministro Fuad Siniora pueda ejercer soberanamente. Claro queda que sin la liberación de los dos soldados israelíes -que fueron hechos prisioneros por Hezbolá el 12 de julio y por cuya liberación, supuestamente, se disparó este alud de violencia- no habrá solución al conflicto, subrayó la ministra.

Por buen camino

El ministro alemán de Exteriores si bien se encargó de desmentir la información difundida por medios egipcios en cuanto a que Alemania estuviese mediando entre Israel y Hezbolá para un intercambio de rehenes, declaró que las negociaciones para un mandato claro de las tropas internacionales van por un camino satisfactorio. Haciendo frente a los múltiples rumores que hablan de más de 1.200 soldados alemanes para el sur de Líbano- se negó a dar datos concretos del número de efectivos alemanes que participarán en las tropas internacionales.

Aunque los países de la UE ofrecieron entre 5.600 y 6.900 nuevos soldados para la ampliación de las fuerzas de la ONU para Líbano, como se anunció después del Consejo extraordinario de ministros de exteriores el pasado 25 de agosto, las contribuciones nacionales exactas se sabrán después de la conferencia en Nueva York el 4 de septiembre, pues "no sólo se trata del volumen de efectivos, sino de las reglas del mandato", subrayó Steinmeier, cautelosamente .