La antigua mansión del ministro de propaganda de Adolf Hitler, Joseph Goebbels, es una carga para el municipio de Berlín, que ahora se declara dispuesto a regalarla por ser incapaz de mantenerla.

Las autoridades berlinesas llevan años tratando de encontrar una segunda vida en esta propiedad, en su día una lujosa mansión construida cerca de un lago y en una zona de 17 hectáreas dentro de un campo que rodea la capital alemana.

"A quien quiera hacerse con el sitio, lo ofrezco como regalo del Estado federado de Berlín", declaró el responsable de finanzas, Stefan Evers, durante un acalorado debate este jueves (02.05.2024) en la Cámara de Diputados de Berlín.

La propiedad está situada a unos cuarenta kilómetros de Berlín, en el municipio de Wandlitz, pero ni este, ni el estado federado de Brandeburgo, ni el gobierno federal alemán están interesados en un "obsequio tan generoso", dijo Evers.

Una villa con historia

Joseph Goebbels recibió el terreno como regalo en 1936, e hizo construir esta gran mansión gracias a las financiaciones de la Universum Film AG o UFA, el estudio cinematográfico más importante de Alemania en la primera mitad del siglo XX.

La finca albergaba una sala de cine privada y amplias estancias con vistas al lago de Bogensee, donde Goebbels recibía estrellas del mundo del cine, personalidades y amantes.

Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, los aliados utilizaron este lugar como hospital militar. Seguidamente, a principios de los años cincuenta, las autoridades de la antigua RDA construyeron en este mismo terreno un conjunto de edificios de estilo estalinista para albergar el centro de formación de la Juventud Libre Alemana (organización juvenil del partido comunista de Alemania Oriental o SED). En el centro de esta universidad comunista, la "villa Goebbels" se reconvirtió o en supermercado para los estudiantes y en guardería.

Desde el año 2000, no obstante, la "Villa Goebbels" está inutilizada y en mal estado.

Ideas para aprovechar la zona

A falta de un comprador o de una subvención, Berlín está considerando la posibilidad de demolerlo todo y renovar los terrenos, ya que los costes anuales de seguridad y mantenimiento ascienden a millones de euros, según medios de comunicación alemanes, pero para ello habría que retirar de los edificios el estatuto de monumento histórico.

Evers dijo que la capital "no abandonará consideraciones conceptuales útiles si redundaran en interés de la ciudad e hicieran justicia a la compleja importancia histórica de la zona", dijo en declaraciones recogidas por el medio alemán Tagesschau. En este contexto, se espera con interés las propuestas del gobierno federal o de Brandeburgo, especialmente sobre financiación.

"Pero si esto vuelve a llevar a nada, como ha ocurrido en las últimas décadas, entonces el Estado federado de Berlín no tendrá otra opción que llevar a cabo la demolición en la forma que hemos preparado y abordado ahora", sostuvo Evers.

En 2016, el Fondo Inmobiliario de Berlín renunció a vender "la villa Goebbels", ya en un estado muy deteriorado, "por miedo a que cayera en malas manos y se convirtiera en un lugar de peregrinación para los nazis".

aa (afp, Tagesschau)