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Berlusconi en busca de revancha

Jan Oltmanns/Mirra Banchón3 de abril de 2006

Catastrófico resultó el último duelo televisado para el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi. El mago mediático perdió ante su contrincante, Romano Prodi. Y a 7 días de las elecciones necesita una revancha.

Silvio Berlusconi en la inauguración del congreso del Partido Popular EuropeoImagen: AP

De alguna manera nadie en Europa se toma demasiado en serio a Silvio Berlusconi, algo que seguramente tiene que ver con que el primer ministro italiano ocupa sobre un tipo de titulares curiosos, que en Alemania serían impensables: transplante de cabello, voto de castidad hasta las siguientes elecciones o una auto denominación como Mesías del país. Risa o indignación aparte, éste es el pan de cada día en Italia, gracias a Berlusconi y a sus artes para la puesta en escena de su propia persona.

Años de poder

El bronceado mogol mediático de sonrisa de tiburón que se autodenomina la "encarnación del sueño italiano" ha tenido en sus manos las riendas del país más tiempo que ningún otro mandatario italiano, exceptuando Benito Mussolini. El italiano más rico de Italia -en unos 12 mil millones de dólares estima la revista Forbes su fortuna- no ha cesado de acumular poder desde 2001. Gracias a su inmunidad política, los fiscales, a quienes les gustaría conversar con Berlusconi acerca de ciertas irregularidades de los últimos diez años, tienen las manos atadas. Con diversas artimañas, el milanés de casi setenta años ha podido capear los temporales judiciales.

Manifestaciones en contra de Berlusconi en Génova, marzo 21 de 2006Imagen: AP

Magnate mediático

Su labor se rige según lo que él mismo ha denominado estilo gerencial: Berlusconi es el "presidente de la empresa Italia", cargo al cual él se ha encargado de ir aumentando competencias. Al poder que tiene como primer ministro se suma el que posee por tener el 90% del mercado televisivo italiano en sus manos. La influyente Mediaset es de su propiedad y en la estatal RAI se encarga él mismo de mover los hilos.

Lo que Italia ve

¿Y qué se ve ahora en Italia entre los programas deportivos y los melodramas? Sobre todo, al amigo personal de George W. Bush y Vladimir Putin; al Mesías italiano; al hombre ante el cual todas las mujeres se derriten; al mecenas del fútbol y dueño del gran AC Milán. En radio, televisión y prensa escrita: Berlusconi el empresario, el payaso, el héroe femenino, el estadista, el excelente vendedor de su propia imagen.

En la Casa Blanca, febrero de 2006Imagen: AP

Su presencia y poder mediáticos han causado una "revolución cultural silenciosa", opina Alexander Stille, analista político especializado en Berlusconi. De hecho, en cuanto a libertad de prensa Italia comparte el puesto 77 con Mongolia en el ranking internacional de la organización Freedom House, según la cual la prensa italiana es libre sólo en parte. Por otro lado, uno de los más prominentes críticos del cavalieri, el renombrado escritor y semiólogo Umberto Eco, equipara la situación italiana a un gobierno en manos de los medios, que se maneja a punta de populismo mediático y mediante un sistema que educa a la población italiana a creer todo lo que se dice en la televisión.

La carrera por un nuevo mandato

Romano Prodi, en plena campaña electoralImagen: AP

Según las encuestas, su contrincante, el ex jefe de la Comisión Europea y candidato por la izquierda, Romano Prodi, le lleva algo de ventaja, sobre todo porque Berlusconi no pudo desplegar su "encanto" en el corsé que le supusieron las reglas del debate. Observadores políticos creen percibir una creciente inseguridad en el premier italiano.

Todas éstas son cosas personales, sí; pero en ellas se ha basado la política de Roma en los últimos años. Que tanto él como su partido conservador Forza Italia hayan centrado la campaña en su persona tiene una razón más profunda: el balance de su mandato es negativo. "¿Qué ha hecho usted en estos cinco años aparte de leyes que salvaguarden sus intereses?", le espetó Prodi en el último debate. Los hechos responden: durante su mandato colapsó la cuarta economía más fuerte de Europa. Cuando en 2001 asumió el mando, el crecimiento económico alcanzaba el 1,8%; en 2006, un 0,0% pone a Italia a la cola europea.

La controvertida reforma judicial de 2005 -una "victoria de malhechores" la denominó el diario alemán Süddeutsche Zeitung- tampoco habla demasiado bien de la honestidad de Berlusconi. A partir de ella, la ineficiencia y lentitud de la justicia italiana da de qué hablar.

Pesca electoral

Al parecer, el electorado italiano no le cree ya tanto a quien dijo de sí mismo alguna vez que era "más grande que Napoleón". Y por ello, este gran empresario ha ido en busca de otro público: la extrema derecha. Si bien Forza Italia había pactado anteriormente con las post fascista Alleanza Nazionale de Gianfranco Fini y la secesionista Lega Nord de Umberto Bossi , su nueva relación con la neo fascista Alternativa Soziale -frente a la cual se encuentra la nieta y adepta del duce Mussolini- pone los pelos de punta. Según analistas, esta última alianza, que si bien es cierto podría revertirle uno o dos puntos en la votación, obedece a un acto de desesperación. Pues Silvio Berlusconi sabe con certeza que de perder las elecciones no habrá quién lo proteja -ni a él ni a su imperio mediático.

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