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Berlusconi vuelve al poder

Eva Usi/ agencias14 de abril de 2008

El estridente millonario Silvio Berlusconi, se impuso en las elecciones parlamentarias en Italia obteniendo una mayoría en ambas cámaras, lo que le abre el camino a un tercer mandato al frente del gobierno.

Nada puede abatir la autoestima de Berlusconi.Imagen: AP


Berlusconi ha sido animador de clubes nocturnos, vendedor de aspiradoras y ha estado involucrado en siete casos de corrupción que le han obligado a declarar ante tribunales. Eso no ha sido ningún impedimento para ser jefe de gobierno y volverlo a intentar. El "Cavaliere”, como le llaman con una mezcla de admiración y desprecio sus compatriotas, vuelve al poder.

Los resultados difundidos por la televisión estatal italiana, Rai, dan cuenta de una victoria absoluta de la coalición de centroderecha “Popolo Della Libertà (PDL) de Berlusconi en el Senado, formación que ocupará 164 de los 315 escaños. Según el conteo del Instituto de demoscopia Ipsos, la coalición de Berlusconi aventajaba con casi un 9 por ciento a la coalición centro izquierda del ex alcalde de Roma Walter Veltroni, en la Cámara de Diputados. “El resultado electoral es claro, la derecha ha ganado”, reconoció Veltroni y dijo que había llamado a Berlusconi para felicitarlo.

El ex- alcalde de Roma Walter Veltroni, reconoció la derrota.Imagen: AP

Por su parte Berlusconi declaró su profunda satisfacción por los resultados de las elecciones y expresó su regocijo a su aliado Gianfranco Fini. Será la tercera ocasión que el magnate de las comunicaciones de 71 años llega al poder en Italia, después triunfar en las elecciones de 1994 y 2001. En esta ocasión encabezará el gobierno 62 desde la post-guerra, un período en el que los cambios de gobierno se han convertido en una tradición.

Romano Prodi rodeado de periodistas, poco después de haber anunciado su dimisión.Imagen: AP

Elecciones anticipadas

La inestable mayoría del gobierno de centro izquierda liderado por Romano Prodi obligó a convocar a elecciones anticipadas en enero. La campaña electoral estuvo dominada por un amplio descontento entre la población con la clase política italiana y acompañada de un estancamiento económico. Prodi se rehusó a lanzar nuevamente su candidatura dejando a dos contendientes en el ring electoral: el ex alcalde de Roma, Walter Veltroni de 52 años y Berlusconi.

Ambos candidatos se presentaron con nuevas formaciones: Veltroni al frente del Partido Democrático (PD) y su socio “Italia de los Valores” y Berlusconi con su coalición integrada por “Popolo Della Libertà” y su propio partido Forza Italia, al que pertenecen agrupaciones de ultraderecha como la Alianza Nacional de Giancarlo Fini.

Montañas de basura en la ciudad de Nápoles.Imagen: picture-alliance/ dpa

Italia, la tercera economía de Europa, se encuentra al borde de una recesión económica. Símbolo de la crisis ha sido el caos de basura en Nápoles, donde los deshechos domésticos ocuparon las calles durante semanas. Pero también la dificultad para vender la deficitaria línea aérea Alitalia y el escándalo en torno a su famoso queso Mozarella de Búfalo, contaminado con dioxinas, han maltratado la autoestima de los italianos.

Discurso populista

Berlusconi debutó en la política en 1994 cuando lanzó su candidatura con la consigna “tú puedes ser tan rico como yo”. En el poder se mantuvo tan sólo ocho meses, languideciendo después seis años en las bancas de la oposición. En el 2001 prometió revolucionar Italia, pero el cambio tardó en llegar y la economía no despegó durante sus cinco años de gobierno. Berlusconi nunca reconoció errores, en vez de ello se sometió a cirugías e implantes de cabello, que lo hacen verse diez años más joven.

Il Cavaliere, ataca de nuevo.Imagen: AP

La participación de la población en las elecciones fue algo menor que en las elecciones parlamentarias de hace dos años, cuando un 83,6 por ciento de los electores depositó su voto en las urnas. Sobre todo en Roma, y en las llamadas “regiones rojas”, bastiones de la izquierda, los comicios estuvieron marcados por un gran abstencionismo. Aunque según las leyes italianas el votar es una obligación ciudadana, ya no se castiga con multas o sanciones a quien no lo haga.

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