El presidente francés, François Hollande, nombró hoy primer ministro, en sustitución de Manuel Valls, a Bernard Cazeneuve, que hasta ahora estaba al frente del Ministerio del Interior.
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El anuncio del Elíseo del nombramiento de Cazeneuve se produjo este martes (6.12.2016), minutos después de que Valls saliera de la sede de la presidencia, donde estuvo reunido media hora con Hollande para presentar su dimisión.
"Manuel Valls ha dimitido y el presidente ha nombrado a Bernard Cazeneuve como nuevo primer ministro", señaló a la agencia Efe una portavoz del Elíseo.
Dimisión de Valls
La remodelación del Gobierno que lleva aparejada la salida de Valls, quien va a consagrarse por entero a su candidatura a las primarias socialistas de enero, se va a producir en las próximas horas, sin más precisiones, según la portavoz.
Una de las principales cuestiones es si Cazeneuve, que desde su puesto al frente del Ministerio del Interior desde abril de 2014 ha dirigido la lucha antiterrorista en Francia, mantendrá esa cartera de gran relevancia cuando el país sigue en estado de emergencia por la amenaza yihadista.
Amigo leal de Hollande
El nuevo primer ministro, de 53 años, uno de los amigos más leales de Hollande, entró en el Gobierno en 2012 cuando el presidente socialista accedió al Elíseo, en un primer momento como responsable de Asuntos Europeos.
El año siguiente pasó a dirigir el departamento de Hacienda cuando el jefe del Estado tuvo que sustituir a Jérôme Cahuzac por el escándalo de las revelaciones sobre sus cuentas en el extranjero no declaradas.
En abril de 2014, cuando Valls se convirtió en primer ministro -reemplazando a Jean-Marc Ayrault-, Cazeneuve se convirtió en ministro de Interior y en ese puesto ha vivido la larga serie de ataques yihadistas que ha sufrido Francia, en particular las masacres de enero de 2015 y del 13 de noviembre de ese año en París, y la del 14 de julio de 2016 en Niza.
El feudo electoral del nuevo primer ministro está Normandía, y en particular en el departamento de La Manche, de donde fue diputado, además de alcalde de la ciudad de Cherburgo.
En los últimos tiempos ha indicado que dejará la política activa cuando termine el actual mandato presidencial, en mayo de 2017.
CP (efe, rtr, dpa)
Francia: la miseria de los refugiados kurdos
En la localidad de Grande-Synthe, cerca de Dunkerque, 2.000 refugiados kurdos aguardan una posibilidad para continuar su viaje a Gran Bretaña. El lodo y el frío agudizan su miseria. El Estado francés no interviene.
Imagen: DW/B. Riegert
Refugiados varados en Francia
Unos 2.000 hombres, mujeres y niños viven en el campamento improvisado en la localidad francesa de Grande-Synthe, cerca de Dunkerque. Allí los refugiados kurdos han construido pequeñas tiendas de campaña. Aquí documentamos sus extremas condiciones de vida.
Imagen: DW/B. Riegert
Esperando
Lizman es originario de la región del Kurdistán iraquí. “En casa hay guerra”, dice. Su meta es llegar a Inglaterra. En el campamento ha instalado un pequeño café en una barraca de madera. Este es el punto de encuentro de los jóvenes.
Imagen: DW/B. Riegert
Meta: Gran Bretaña
El iraquí Asis ha pedido prestado un martillo para repara su tienda de campaña y evitar que entren el lodo y el frío. El joven kurdo quiere atravesar el Canal de la Mancha. Para ello, tendría que pagar a un “coyote” hasta 5.000 euros. “Del otro lado todo tiene que ser mejor”, espera Asis.
Imagen: DW/B. Riegert
Una chispa de esperanza
No se sabe cuántos niños viven en el campamento en medio de la basura y el lodo. Voluntarios han recolectado peluches, y de vez en cuando los reparten en la “tienda de campaña de los niños”.
Imagen: DW/B. Riegert
Hundimiento
Esta muñeca se le cayó a un niño en el lodo. Muchas esperanzas se hunden en el campamento. En las noches el frío es inclemente y no hay luz eléctrica. Solo hay unos cuantos inodoros químicos portátiles y un par de duchas.
Imagen: DW/B. Riegert
Voluntarios de Inglaterra
Chris Bailey fue soldado en Irak. Ahora ayuda a los migrantes que quieren llegar a Inglaterra. “Las condiciones aquí son peores que algunas cosas que vi en la guerra”, dice el veterano. En el campamento, reparte cobijas y botas de hule.
Imagen: DW/B. Riegert
Bienvenidos a Francia
Denise (izq.) y Maryse ofrecen té a los migrantes y platican con ellos. Las señoras viven en una bonita casa particular enfrente del campamento: dos mundos separados por una calle. “Las autoridades no se ocupan” de los refugiados, dice Denise. Muchos de sus vecinos quieren que los migrantes desaparezcan.
Imagen: DW/B. Riegert
¿Dónde están los políticos?
Los voluntarios han bautizado los caminos lodosos con nombres de políticos europeos. La avenida “François Hollande” se llama así porque el Gobierno francés no ha mostrado ningún interés por el campamento improvisado. La Policía tampoco interviene, pese a que algunos habitantes del campamento informan de enfrentamientos violentos entre grupos de migrantes, sobre todo en las noches.
Imagen: DW/B. Riegert
Ayuda alemana
A la ciudad alemana de Múnich ya no arriban tantos refugiados. “Aquí nos necestian”, dice Sinan von Stietencorn, de la cocina popular “Volxküche München”. Junto con amigos ha viajado de Baviera al Canal de la Mancha para repartir comida a los migrantes.
Imagen: DW/B. Riegert
Auxilio
La organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) vacuna a los refugiados contra sarampión y gripe. La humedad, el frío y la falta de higiene afectan sobre todo a los niños. MSF construye un nuevo campamento en Grande-Synthe, puesto que el Estado pareciera no sentirse responsable. Se trata del primer campamento de la organización humanitaria en ese país de la UE.
Imagen: DW/B. Riegert
Una cueva en el infierno
Asim cuenta que huyó del Estado Islámico en Irak. En el campamento ha luchado por un lugar limpio. En su pequeña cueva incluso ofreció un té a nuestra reportera de Deutsche Welle Catherine Martens. “Todos quieren continuar su viaje”, dice Asim.
Imagen: DW/B. Riegert
Tan lejos del sueño
El puerto de Dunkerque se encuentra a diez kilómetros del campamento improvisado. No obstante, las posibilidades de los migrantes kurdos de llegar a Inglaterra son mínimas. Casi ninguno quiere solicitar asilo en Francia. ¿Pagarán a algún “coyote”? ¿Regresarán a Bélgica o Alemania? ¿O simplemente seguirán aguardando?