Entre 2015 y 2021 se registraron cerca de 900 derrames de petróleo en Ecuador. Algunos ni llegaron a ser noticia. Las roturas de tuberías abundan en la historia del privado Oleoducto de Crudos Pesados (OCP), que comenzó a operar en 2003, y del estatal Sistema de Oleoductos Transecuatorianos (SOTE), inaugurado en 1972. Ambos atraviesan una zona sísmica, con frecuentes deslizamientos de tierra.

La rotura que sufrió el 28 de enero (2022) el oleoducto de OCP, que transporta crudo desde la Amazonía hasta un terminal marítimo en la provincia costera de Esmeraldas, se produjo en el sector del río Piedra Fina, en la zona de San Luis, donde se ha registrado un proceso de erosión regresiva natural. El derrame afectó un área que se encuentra dentro del Parque Nacional Cayambe Coca.

El 07 de abril de 2020, en la Amazonía ecuatoriana se produjo un derrame de unos 15.800 barriles en el sector de San Rafael, en el límite entre las provincias de Napo y Sucumbíos. Esa vez, la ruptura de tuberías de OCP y SOTE se atribuyó a una erosión en el cauce del Río Coca. Estos hechos se vieron precedidos por la implosión en el cauce natural de la Cascada San Rafael, el 2 de febrero de 2020.

El río Parahuaico fue uno de los que se vio afectado por el derrame de unos 2.000 barriles de petróleo en la vía Lago Agrio-Tarapoa, a menos de 15 minutos de la capital de Sucumbíos. El 2 de julio, las lluvias causaron un deslizamiento de tierra que fisuró la tubería Sucumbíos-Lago Agrio, operada por Petroamazonas.

El 31 de mayo de 3013, un alud destruyó un tramo de tuberías en la zona del volcán Reventador, provincia de Sucumbíos. Esto causó un vertido de cerca de 11.480 barriles de crudo. El petróleo se derramó en una quebrada y llegó hasta el río Coca. A través de este, continuó fluyendo por el río Napo. En la zona suelen producirse movimientos tectónicos y erupciones volcánicas.

En el estero Wincheles se produjo el vertido de unos 5.500 barriles de petróleo, producto de una rotura en las tuberías de OCP. El crudo contaminó un área agrícola y ganadera de la provincia costera de Esmeraldas, según comunicó en ese entonces el Ministerio de Recursos Naturales No Renovables. Se estima que la avería de abril de 2013 fue causada por un deslizamiento de tierra.

Un vertido de petróleo se produjo en un sector de la Amazonía ecuatoriana debido a una fuga en el oleoducto de OCP, bajo tierra. La fuga se detectó entre las poblaciones de El Chaco y Reventador, en una zona limítrofe entre las provincias amazónicas de Sucumbíos y Napo. Varios ríos de la zona se vieron afectados por el derrame de 14.000 barriles de crudo, descubierto el 25 de febrero de 2009.

La rotura de tuberías del SOTE y el poliducto Shushufindi-Quito provocó un derrame de 8.000 barriles de crudo, en marzo de 2008. El desastre afectó un área de 20.000 metros cuadrados de terreno y se produjo tras un deslave originado por las lluvias en la zona de Baeza, en Napo.

Un derrame de crudo ocurrido el 2 de mayo en el punto Auca 29 de Petroproducción, ubicado en el 42 vía Auca, contaminó los ríos Rumiyacu, Tiputini y Napo. Se estima que se derramaron cerca de 2.320 barriles de crudo.

Cerca de 8.000 barriles de crudo se derramaron debido a una rotura en el SOTE en la reserva Cayambe Coca, en abril de 2003. El vertido bajó a la laguna de Papallacta, de donde se extrae el agua que abastece a la sexta parte de la población de Quito. El abastecimiento de agua a la capital ecuatoriana no se vio en peligro, según los responsables.