Biden pide a aliados de la OTAN mayor compromiso en Afganistán
10 de marzo de 2009Alertando que la situación actual en Afganistán constituye un peligro para Occidente e insistiendo en la necesidad de diseñar una estrategia más efectiva para lograr la estabilización política en el país asiático, el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, se reunió por primera vez con delegados de los otros 25 países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Bruselas.
“El deterioro de las condiciones de seguridad en la región supone una amenaza no solamente para los Estados Unidos, sino para todos los países representados en esta mesa”, señaló Biden este martes 10 de marzo. “Fue desde esas mismas montañas que se planearon los ataques del 11 de septiembre de 2001”, agregó, subrayando que la OTAN debería buscar “soluciones pragmáticas” para la guerra en Afganistán.
Durante la reunión de tres horas, Biden dejó claro que una de las opciones consistía en iniciar el diálogo con grupos moderados de los talibanes Afganistán y Pakistán, la mayoría de cuyos miembros estarían involucrados en la insurgencia por razones meramente económicas.
“Creo que vale la pena investigar y ver si hay hombres dispuestos a contribuir a la creación de un Estado afgano sólido y seguro”, dijo Biden, satisfecho con la reacción de sus homólogos europeos y asegurando que habría nuevas consultas en el seno de la alianza transatlántica en el futuro próximo.
Cambio de paradigma
El presidente estadounidense Barack Obama está decidido a reforzar la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad en Afganistán (ISAF, en inglés), comandada por la OTAN e integrada actualmente por 56.000 soldados, enviando a 17.000 efectivos adicionales al país asiático, informa la agencia dpa.
Pero su intención de establecer contacto con los talibanes moderados –aquellos dispuestos a entregar sus armas y someterse a los dictámenes de la constitución nacional afgana– confirmaría la sustitución del paradigma hasta ahora vigente en la Casa Blanca por uno basado no solamente en el uso de la fuerza militar.
En 2008 la violencia en Afganistán alcanzó niveles sólo comparables con aquellos de 2001, cuando fueron expulsados los talibanes. Obama está analizando hasta qué punto la misión de la OTAN puede revertir la tendencia que se observa en el sur del país, marcada por el aumento constante del número de combates y las pérdidas sufridas por Estados Unidos y sus aliados.
En Europa se teme que el gobierno estadounidense pida enviar tropas adicionales a la guerra en Afganistán y eliminar las restricciones que limitan el área de acción de sus soldados; pero varios de los miembros de la OTAN han dejado saber que no están en capacidad de enviar más militares. De ahí que al otro lado del Atlántico se insista desde hace algún tiempo en promover otros componentes –aspectos políticos, de desarrollo y reconstrucción– de la misión en Afganistán.
En la búsqueda de apoyo concreto
La Secretaria de Estado Hillary Rodham Clinton asistió a una reunión de cancilleres en el cuartel general de la OTAN y se entrevistó con representantes de la política exterior de la Unión Europea hace menos de una semana. La cercanía entre su visita y la del vicepresidente, Joe Biden, revela la importancia que el gobierno de Obama le da al intercambio de ideas con sus aliados tradicionales. El propio Biden recalcó que el motivo de su viaje era escuchar a sus pares.
“Cuando consultamos, obtenemos el tipo de consenso que nuestro liderazgo político necesita. Sin esa cohesión va a ser mucho más difícil enfrentar las amenazas comunes que nos aguardan”, sostuvo Biden, repitiendo lo que otros expresan en Washington con más dureza.
“No lo decimos por decir, la idea de consultar es algo serio y, a cambio, queremos ideas concretas y respaldo concreto”, declaró un representante de alto rango de la administración Obama a la agencia de noticias AFP pidiendo quedar en el anonimato. “Los Estados Unidos reconocen que no todos nuestros aliados pueden contribuir enviando tropas, pero nosotros apreciaríamos igualmente otras formas de colaboración. Si a ustedes no les gustan las políticas de Estados Unidos, nosotros querremos oír planteamientos concretos sobre qué hacer en Afganistán y no solamente críticas”.
Autor: Evan Romero-Castillo
Editor: Pablo Kummetz