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Bioproductos: cero ganancia

PK31 de julio de 2006

En Alemania, las ventas de carne, verdura y productos lácteos biológicos aumentan sin cesar. Pero los agricultores no se benefician de ello.

Bioproductos en el supermercado: ¿cantidad y calidad a bajo precio?Imagen: DW-TV

Lo que hace dos décadas era un secreto a voces, se encuentra actualmente en muchos supermercados e incluso en grandes cadenas de almacenes baratos: los productos biológicos están hoy en Alemania al alcance de todos.

En los años 80, los productos biológicos se distribuían aún casa por casa: zanahorias, ensalada y huevos directamente del productor al consumidor. Hoy abundan los comerciantes mayoristas, que ofrecen hasta 7000 productos, desde pepinos, pasando por vinos hasta queso. Todo cien por cien natural.

Biofrutas brasileñas: mangos y limas en oferta en Alemania.Imagen: Flávia Valsani

No todos, pero muchos mayoristas abastecen también a supermercados y almacenes baratos. Para los ecoagricultores es una píldora amarga ver sus productos obtenidos con tanto esfuerzo en las estanterías a precios de ganga.

¿Bioproductos baratos?

Para llegar a grandes sectores de la población, los agricultores deben vender sus patatas, huevos y frutas a precios módicos. "Si no lo hacen, los mayoristas compran en el exterior", dice Achim Spiller, profesor de marketing agrario en la Universidad de Gotinga.

Vender los productos al alcance de mucha gente es positivo. Por otro lado, es una cuestión de calidad, porque, por lo menos en Alemania, el consumidor quiere sobre todo una cosa: que los productos sean baratos.

Es sorprendente ver a menudo caros automóviles en las playas de estacionamiento de cadenas de baratillos. Y ni qué hablar de la gente a la que el presupuesto simplemente no le da para pagar mucho por los alimentos. El problema es que los bioproductos y los precios bajos son en realidad incompatibles.

Aumenta la importación

Tienda ecológica tradicional en Alemania: bueno, pero a menudo caro.Imagen: dpa Zentralbild

La transformación de la agricultura convencional en producción ecológica lleva unos tres años. Durante ese periodo, los productos deben trabajar de acuerdo con los lineamientos ecológicos, pero los productos no se pueden vender como tales. Ello hace que los productos naturales en Alemania escaseen.

Por ello y por el precio, los mayoristas pasan a importar cada vez más. Fresas de Polonia, tomates de Cerdeña y trigo de la República Checa. En todos esos países de la Unión Europea, los bioagricultores reciben primas en parte dos veces mayores que en Alemania.

Ése es un gran problema, porque las pérdidas de la adaptación de la agricultura convencional a la ecológica son grandes: un 60 por ciento menos ganan los ecoagricultores que cambian de forma de producir. "La importación pone a los agricultores alemanes bajo presión", dice Spiller.

Paradoja: productores alemanes pierden

Y agrega: "En el este de Europa se está haciendo mucho en el sentido de la bioproducción, pero también en América Latina se cultivan hoy muchos más ecoproductos. Justamente los países en desarrollo, que no están muy alejados de la bioproducción, porque tradicionalmente no han empleado muchos pesticidas ni abono, están pasando cada vez más a la producción ecológica. En América Latina los agricultores son además fuertemente apoyados en ese sentido por los Gobiernos".

En Alemania, por el contrario, las subvenciones disminuyen. Hace dos años se pagaban por hectárea en transformación 285 euros, hoy sólo 137. "En realidad, paradójicamente los productores germanos son los perdedores del auge de los productos ecológicos en Alemania", concluye el profesor Spiller.
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