Bombardeos de EE.UU. en Siria e Irak son “legítima defensa”
28 de junio de 2021
El secretario de Estado justificó las acciones contra posiciones de milicias pro-iraníes como un “fuerte mensaje” para disuadir nuevos ataques contra intereses estadounidenses.
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El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, aseguró este lunes (28.06.2021)que los ataques aéreos de su país contra posiciones de las milicias pro-iraníes en Irak y Siria envían un "fuerte mensaje" para que no sigan atacando a sus fuerzas en esa zona, y advirtió que Washington volverá a actuar de la misma manera si ve comprometidos sus intereses.
"Esta acción en legítima defensa para hacer todo lo necesario con tal de prevenir más ataques envía un fuerte mensaje y muy importante", dijo Blinken a la prensa en Roma, donde se encuentra de visita. Según el Pentágono, tres sitios militares usados por milicias apoyadas por Irán fueron atacados durante la madrugada del lunes, dos en Siria y uno en Irak.
Blinken afirmó que los objetivos fueron usados por "milicias apoyadas por Irán" que están comprometidas "en ataques contra personal y sitios estadounidenses en Irak". Consultado sobre si Estados Unidos considera a Irán responsable de esos ataques, el funcionario respondió que "algunos grupos involucrados en ataques recientes son milicias apoyadas por Irán."
Que no se repitan
"Con las acciones hemos demostrado que el presidente (Joe Biden) está dispuesto a actuar si es necesario para proteger los intereses de Estados Unidos, para proteger a los nuestros", argumentó, al tiempo que subrayó que tiene confianza en que el mensaje haya sido "comprendido por aquellos a los que va dirigido".
Los ataques aéreos en la frontera sirio-iraquí contra centros de almacenamiento de armas y de operaciones son los segundos ordenados por el presidente Joe Biden en respuesta a los ataques contra las fuerzas de Estados Unidos en Irak. Los bombardeos fueron condenados por el primer ministro iraquí, Mustafa al-Kadhemi, quien dijo que son una violación a la soberanía del país y que buscará la forma legal de evitar que vuelvan a repetirse.
DZC (EFE, AFP)
Idlib, Siria: un desastre humanitario
El ejército sirio, apoyado por Rusia, está bombardeando la región de Idlib, en el norte del país. Los refugiados huyen hacia la frontera turca. La ONU advirtió sobre un inminente "baño de sangre".
Imagen: picture-alliance/AA/E. Hacioglu
En pleno escape
El tráfico es fuerte en las carreteras que se dirigen al norte a través de la región de Idlib, hacia la frontera turca. Los soldados del régimen de Al Assad avanzan desde el sur y el este, asistidos por sus aliados rusos e iraníes. Algunos grupos rebeldes sirios son apoyados por Turquía, que también tiene sus propios soldados en la región. Pero la gente común solo quiere llegar a un lugar seguro.
Imagen: Reuters7K. Ashawi
"El horror se ha multiplicado"
Casi 1 millón de personas han sido desplazadas desde diciembre. Según el jefe humanitario de la ONU, Mark Lowcock, "el horror se ha multiplicado" en las últimas semanas. Las líneas del frente se están cerrando y están provocando grandes movimientos de personas en solo unos pocos días. Al Assad quiere expulsar a la población civil de Idlib y se moviliza para capturar este último bastión rebelde.
Imagen: Reuters/K. Ashawi
Bombardeada a pedazos
Maaret Al Numan y sus alrededores han sido en particular gravemente afectados por los ataques. La ciudad ha sido bombardeada a pedazos y está prácticamente desierta. La importante carretera M5 pasa por aquí, desde Damasco, a través de Alepo, y hasta la frontera turca. La mayoría de los que huyen intentan llegar a Turquía, pero la frontera está cerrada.
Imagen: picture-alliance/AA/M. Said
Esperando en la frontera
Alrededor de 100 personas, incluidos 35 niños, murieron en los bombardeos solo en las primeras dos semanas de febrero, según la ONU, que ha denunciado el "desprecio flagrante por la vida y la seguridad de los civiles". La familia de la foto huyó a la frontera turca hace meses. Están viviendo en el campo de refugiados de Kafr Lusin y se aferran a la esperanza de que Turquía los deje entrar.
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Medio millón de niños en emergencia
Se estima que alrededor de la mitad de las casi 1 millón de personas que han huido son niños. Del resto, la mayoría son mujeres. No hay suficientes albergues en la frontera turca para todos y muchos refugiados viven en tiendas de campaña. Los campos a menudo se levantan a toda prisa y están muy hacinados. La gente duerme en las puertas y en pedazos de cartón, a veces a temperaturas bajo cero.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Watad
Alimento y medicinas escasas
Los que han podido encontrar una tienda de campaña la comparten con hasta una docena de familiares. La medicina se está acabando en muchos de los campamentos, y los alimentos básicos y la ropa también están escaseando. Los médicos informan que muchos niños sufren de malnutrición, algunos incluso mueren de hambre. El frío también está pasando factura: algunas personas se han congelado hasta morir.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Watad
Refugio en una escuela
Muchos niños en la región ya no pueden ir a la escuela, por lo que algunos edificios escolares han sido reutilizados. La escuela de la foto fue convertida en un refugio. Incluso los campos de refugiados son a veces blanco de los bombardeos.
Imagen: Getty Images/B. Kara
Tratando de alcanzar la seguridad
La ruta ilegal a través de la frontera con Turquía es costosa y casi nadie puede pagarla. Los contrabandistas están cobrando a las personas hasta 1.800 euros. Los que se atreven a intentarlo arriesgan sus vidas: los guardias fronterizos turcos tienen cámaras térmicas para ayudarlos a detectar las personas que intentan cruzar. Y a veces disparan a los refugiados que intentan escalar el muro.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Watad
Buscando dignidad
La ONU ha dicho que la situación en Idlib podría ser el mayor desastre humanitario del siglo XXI. Nadie sabe si habrá o no un alto el fuego. A los refugiados no les importa quién ponga fin a la guerra, solo quieren una vida con seguridad y dignidad para ellos y sus hijos. Una cumbre entre Turquía, Rusia, Francia y Alemania, prevista para el 5 de marzo, está ahora en peligro.