Cuando Edward Snowden dio a conocer los métodos que la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) utiliza para realizar observaciones en todo el mundo, la indignación se hizo patente en Alemania. ¿Cómo era posible que espías registraran sin problema alguno conversaciones y movimientos de ciudadanos a través de las redes sociales? Y cuando se publicó que el teléfono móvil de la canciller alemana había sido intervenido, parecía que toda la relación bilateral germano-estadounidense se tambaleaba.

Pero ahora son los servicios secretos de Alemania los que quieren aplicar métodos similares, y reducir la brecha técnica que los separa de la NSA. El pasado fin de semana trascendieron a la opinión pública planes según los cuales el Bundesnachrichtendienst (BND, oficina encargada de dichos servicios secretos) pretende invertir grandes cantidades de dinero en equipo técnico para rastrear las redes sociales.

El periódico Süddeutsche Zeitung indicó que el BND planea observar en tiempo real las comunicaciones de servicios como Faceook y Twitter, y registrarlas. El proyecto forma parte de la llamada “Iniciativa técnica estratégica”, que costaría 300 millones de euros y que aún debe ser aprobada en el Parlamento alemán.

Comparado con el presupuesto anual de la NSA (cerca de 7.400 millones de euros), la suma mencionada por el rotativo muniqués parece ínfima. Sin embargo, los fondos permitirían disminuir la diferencia con respecto a los medios técnicos de la institución estadounidense.

¿Observación de extranjeros?

Hans-Christian Ströbele, miembro del gremio parlamentario que controla al BND, considera problemática la implementación de dichos métodos, dada la similitud con los de la NSA. De hecho, existen paralelismos entre los planes de los servicios secretos alemán y estadounidense, dijo Ströbele a DW. “El BND, al igual que la NSA, parecen pensar que las normas locales de protección de datos no rigen para las comunicaciones en el extranjero”, afirmó el político de Los Verdes.

“Los planes del BND no contemplan intervenir las comunicaciones de ciudadanos alemanes, sino de extranjeros en el extranjero”, dijo a la agencia Reuters un empleado no identificado del BND. Es un punto decisivo, pues el mandato correspondiente asigna al BND la función de proteger a Alemania de peligros externos. Por eso es que la institución realiza sus labores en el extranjero, y excluye además la observación de alemanes fuera del territorio germano.

No obstante, Ströbele duda que el BND tenga capacidad para procesar de manera adecuada las grandes cantidades de datos que se recabarían en tiempo real a través de las redes sociales. “Es previsible que en la recopilación de estos datos también se capte actividad de ciudadanos alemanes”, dice.

“Al mismo nivel de los aliados”

Por el contrario, miembros de los partidos que conforman el actual gobierno alemán respaldan los planes para el BND. Por ejemplo, el socialdemócrata Christian Flisek, quien es miembro de la comisión parlamentaria que se ocupa de investigar los casos de espionaje de la NSA en Alemania.

“Los mecanismos de observación son importantes para la seguridad de Alemania", dice. “Necesitamos tener un panorama que nos instruya acerca de la situación en determinados puntos del extranjero, y para ello es necesario que podamos observar la comunicación pública en redes como Facebook y Twitter”, dijo el legislador a la emisora alemana Deutschlandfunk.

Del mismo modo, Roderich Kiesewetter, de la conservadora Unión Cristiana Demócrata, afirma que la modernización del BND es esencial debido a las relaciones de Alemania con el exterior. “Tanto los estadounidenses como nuestros propios vecinos esperan que Alemania cuente con unos servicios secretos eficientes”, dice.

“Estamos expuestos a amenazas terroristas que no pueden evitarse con la sola lectura de periódicos”, dijo. Para proteger a Alemania, es necesario que e BND esté en posición de emplear métodos modernos de observación. “Necesitamos unos servicios secretos que estén a la altura de los de nuestros aliados”, afirma Kiesewetter.

En lo que todos parecen estar de acuerdo es en calificar como indispensable la vigencia de mecanismos de control parlamentario contra posibles abusos. Christian Ströbele demanda que con los nuevos métodos del BND se mantenga el actual nivel de control parlamentario. “Es correcta la intención de trabajar con medios más modernos, pero solo de manera restringida y controlada por el Parlamento alemán”.