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Adiós a las minas

14 de diciembre de 2010

El saludo de los mineros –“¡Buena suerte!” – no se oye y ya nadie trabaja bajo tierra. La ciudad minera de la cuenca del Ruhr apuesta por el sector servicios y es la nueva metrópolis cultural de la región.

La iglesia de María en Bochum.Imagen: picture-alliance/dpa

La cuenca del Ruhr es sede de la mayor concentración urbana de Alemania. Aquí viven alrededor de 5,3 millones de personas y, a menudo, no se sabe dónde acaba una ciudad y dónde empieza la siguiente. Con apenas 400.000 habitantes, Bochum se encuentra en el corazón de la región. Como el resto de los municipios vecinos, a partir de 1960 tuvo que despedirse de la industria del carbón y el acero como motor de crecimiento. Por fortuna para la ciudad, la compañía automovilística Opel se estableció allí en 1961 y las empresas BP/Aral y ThyssenKrupp generan puestos de trabajo adicionales.

Campus de la Universidad del Ruhr-Bochum.Imagen: Ruhr-Universität Bochum

La “RUB” fue la primera

Bochum ha logrado posicionarse principalmente en el sector servicios y en el ámbito de la educación superior. Sus habitantes están orgullosos de su “RUB”, el cariñoso apodo que le han dado a la Universidad del Ruhr-Bochum, la primera en abrir sus puertas en la cuenca del Ruhr, en 1965, y la primera de nueva creación en la República Federal. Apoyada en su labor educativa por otras tres escuelas universitarias, la “RUB” es hoy en día el mayor empleador de la ciudad y su impulsora como centro de investigación. En Bochum, ciencia y aprendizaje se escriben con letras mayúsculas.

La ciudad de los acontecimientos culturales

El segundo pilar de Bochum es la cultura, en el sentido más extenso de la palabra. La Schauspielhaus, uno los teatros más prestigiosos de la región, fue fundada en 1919. Ese mismo año se creó la Orquesta Sinfónica de Bochum, que hace ya mucho tiempo se ganó un puesto en el olimpo de las mejores orquestas alemanas. Y en 1988 comenzó la “invasión de los patinadores”: desde entonces, el musical Starlight Express de Andrew Lloyd Webber ha sido presenciado por 10 millones de espectadores, conviertiéndose en el más exitoso del mundo.

Tabernas, artistas, capital cultural

Jahrhunderthalle o Salón del Siglo, uno de los pabellones culturales más singulares de Europa.Imagen: picture-alliance/dpa

Por si fuera poco, Bochum lleva también la delantera en todo lo relacionado con la cultura industrial. El Museo Alemán de la Minería, en pleno centro de la ciudad, es el más grande de su clase en el mundo. Sólo un par de calles más allá se encuentra el Salón del Siglo –Jahrhunderthalle, en alemán–, un pabellón construido en 1902 para una exhibición industrial. Desde 2003, la imponente "catedral de la industria" sirve de sede para la Trienal del Ruhr. Por su parte, aficionados a la astronomía de todas las latitudes se dan cita en la ciudad para visitar el Zeiss, uno de los planetarios más modernos que existen.

Al final del verano, la ciudad se luce durante varios días con Bochum Total, uno de los mayores festivales de música de Europa. Y si las tabernas pueden considerarse un bien cultural, entonces Bochum es también en ello líder en la región. El famoso “Triángulo de las Bermudas” es la mayor zona de bares en muchos kilómetros a la redonda. Esta concentración de cultura en la cuenca del Ruhr hizo que la Unión Europea distinguiera a Bochum con el título de honor de Capital Cultural Europea 2010.

Autor: Suzanne Cords

Editor: Rosa Macías Reyes

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