Pippa Middleton, hermana menor de la duquesa Catalina y cuñada del príncipe Guillermo de Inglaterra, selló hoy (20.05.2017) su matrimonio ante la prensa besando a la salida de la iglesia a James Matthews, con quien se casó a puerta cerrada. Tras una hora de ceremonia, las campanas de la iglesia sonaron para conmemorar la boda entre la joven de 33 años y el financista de 41.

Mientras, los invitados comenzaban a salir de la iglesia de Englefield, en el condado de Berkshire, desde donde se dirigieron a la casa de los Middleton para la recepción. Pippa llegó a la iglesia en un automóvil clásico descapotable. La novia iba ataviada con un vestido blanco de encaje y manga corta y con velo.

Según Robert Johnson, especialista en la familia real del London Evening Standar, el vestido fue hecho por el diseñador Giles Deacon. Hace seis años, Pippa, cuyo nombre completo es Philippa Charlotte, "robó" parte del protagonismo a su hermana Catalina durante su boda real. La joven llamó la atención gracias al ceñido vestido color marfil de Alexander McQueen que resaltaba su figura.  Hoy, en la que los medios consideran "la boda británica del año", la duquesa de Cambridge llevaba un vestido de manga larga en color rosa empolvado por debajo de la rodilla y escote de pico, acompañado de un tocado y zapatos del mismo tono. La esposa del príncipe Guillermo de Inglaterra ayudó a su hermana con el vestido a la entrada a la iglesia.

Catalina, Guillermo y sus hijos

Catalina y Guillermo asistieron a la boda con sus dos hijos, el príncipe Jorge, de tres años, y la princesa Carlota, de dos. Jorge llevó los anillos y su hermana debutó como doncella. También estuvo en la ceremonia el príncipe Harry, hermano de Guillermo. Entre los invitados famosos, figuró también el tenista Roger Federer. Una de las principales incógnitas de la boda era si Harry estuvo acompañado de su novia, la actriz estadounidense Meghan Markle. Aunque la prensa aseguraba que la joven llegó la tarde del viernes al Reino Unido, las cámaras no la captaron hoy en el evento.

A pesar de que Pippa no se casó con un príncipe, como su hermana mayor, su boda también fue de cuentos. El financista pertenece a una familia de alcurnia. Según la prensa sensacionalista británica, la fiesta costó bastante dinero. Algunos medios incluso aseguran que se gastaron casi 400.000 dólares. Entre los "derroches", según la prensa, figura un palacio de cristal de 100.000 libras que fue ubicado en la propiedad de los Middleton.  Los 300 habitantes del pueblito en el condado de Berkshire vieron su vida completamente alterada. Para evitar visitantes no deseados, debieron presentar sus documentos de identidad a las fuerzas de seguridad. Además, tuvieron prohibido hablar con la prensa.(dpa)