Boko Haram libera a 82 de las niñas secuestradas hace
7 de mayo de 2017
En octubre pasado fueron ya liberadas 21 de las jóvenes raptadas en abril de 2014. La oficina del presidente Muhammadu Buhari confirmó por la noche las informaciones difundidas inicialmente por los medios.
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"Luego de arduas negociaciones nuestros servicios de seguridad buscaron a estas niñas, a cambio de algunos sospechosos de Boko Haram retenidos por las
autoridades", confirmó la oficina del presidente Muhammadu Buhari, sin especificar el número de yihadistas intercambiados. La milicia terrorista Boko Haram liberó a 82 de las niñas cristianas secuestradas hace unos tres años de una escuela. Según el canal Al Jazeera, las jóvenes se encuentran en Banki, en el estado de Borno, cerca de la frontera con Camerún. El domingo serán llevadas a la capital Abuja y serán recibidas por Buhari, se indicó.
El secuestro de las niñas el 14 de abril de 2014 en el noreste del país causó conmoción internacional. Una caravana del grupo terrorista entró a sangre y fuego en la localidad nigeriana de Chibok y secuestró a 270 jóvenes de una escuela de secundaria, de las que unas cincuenta pudo huir en medio del revuelo del secuestro. Rápidamente, en Internet se creó una campaña de solidaridad para la liberación de las menores. Muchos famosos, entre ellos la ex primera dama de Estados Unidos Michelle Obama, apoyaron la campaña "Bring Back Our Girls" (Traigan a nuestras niñas de regreso).
En octubre pasado, fueron ya liberadas 21 de las niñas y en enero otra con un bebé. Algunas de las aproximadamente 57 niñas que en los siguientes días lograron escapar, alertaron de que las rehenes más jóvenes sufrían hasta 15 violaciones al día y que los secuestradores las estaban obligando a convertirse al Islam. También contaron que les amenazaban con degollarlas si se negaban a seguir sus instrucciones y otras, debido a su virginidad, fueron vendidas por 2.000 nairas (menos de 10 euros) o entregadas como esposas a líderes de la secta.
Los enfrentamientos contra el grupo yihadista no han remitido: al menos nueve soldados de Chad murieron y otros veinte resultaron heridos en un ataque registrado hoy contra un puesto militar cerca de la frontera con Nigeria. También murieron cuarenta yihaditas, según un portavoz militar.
LGC (dpa/EFE)
Exrehenes de Boko Haram: "Todavía duele"
Casi 300 mujeres que fueron liberadas de las garras de Boko Haram viven por ahora en campamentos para refugiados, pero su sufrimiento aún no terminó. Desde Nigeria, Jan-Philipp Scholz nos ofrece estas imágenes.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Sonrisas ausentes
“Aquí uno enseguida se da cuenta de una cosa: los niños no sonríen”, cuenta un ayudante en el campamento de refugiados de Malkohi, cerca de la ciudad nigeriana de Yola. Allí viven cerca de 300 personas que fueron liberadas la semana pasada de las garras de la organización terrorista Boko Haram. Casi la mitad de ellas es menor de 18 años. Uno de cada tres niños está subalimentado.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
"Solo pude abrazar a mi hija"
Lami Musa es la madre de la habitante más joven del campamento. La semana pasada dio a luz a una niña, y unos días más tarde fue rescatada por soldados. Durante la liberación, los terroristas mataron a varias mujeres. “Solo pude abrazar a mi hija contra mi pecho y cubrirla para protegerla”, recuerda Lami Musa.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Halima perdió un hijo
Halima Hawu tuvo menos suerte: uno de sus tres hijos fue atropellado y murió mientras los terroristas la secuestraban. Durante la liberación de los rehenes, un soldado le disparó en la pierna mientras un miembro de Boko Haram la usaba –como a tantas otras mujeres- como escudo humano. “Todavía duele, pero tal vez ya pasó lo peor”, espera Halima.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Casi no hay alimentos para los niños
Durante seis meses, Babakaka, de tres años, tuvo que vivir con los miembros de Boko Haram. Solo algunas veces había suficiente comida para los niños, cuentan las madres. Cuando lo liberaron, el niño estaba por morir de inanición, y ahora sigue estando muy débil. En el campamento no se le pudo dar el tratamiento médico adecuado.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Escapar a pesar de todo
La madre de Babakaka fue transportada con cerca de otros 20 heridos graves al hospital cercano, en Yola. Uno de los rehenes que caminaba delante de ella pisó una mina terrestre. La explosión fue tan fuerte que la mujer perdió al bebé que traía amarrado a su cuerpo y sufrió heridas de gravedad
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Falta personal médico
A excepción de algunas donaciones de ropa usada, aún no ha llegado demasiada ayuda internacional para las mujeres y niños en el campamento de Malkohi. Les falta de todo, especialmente personal médico. No hay ningún médico, sino solo dos enfermeras y una partera que tratan de ayudarlos en lo que pueden.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
Importante ayuda de voluntarios
“No entiendo por qué nuestras autoridades responsables de casos de emergencia no hacen nada”, se queja la trabajadora social Turai Kadir, que logró que una especialista en niños subalimentados se hiciera cargo de ellos en el campamento. “En realidad, es tarea de NEMA, la oficina nigeriana para ayuda en casos de catástrofe, pero sus capacidades han sido superadas”, explica.
Imagen: DW/Jan-Philipp Scholz
"Resistencia increíble"
Regina Musa volvió hace poco de EE: UU. para enseñar Psicología en la Universidad de Yola. Ahora ayuda a asesorar a mujeres y niños. “Las mujeres han demostrado una resistencia increíble a la adversidad”, dice Musa, y cuenta que muchas incluso se ocuparon de niños de otras mujeres durante su cautiverio. “Tenemos que lograr que entiendan lo que fueron capaces de hacer”.