El grupo extremista Boko Haram, que pretende instaurar un régimen islámico en el norte de Nigeria, volvió a mostrar su fuerza en sucesivos ataques, que dejaron un saldo de al menos setenta muertos, de acuerdo a datos entregados por las autoridades nigerianas. El Gobierno central combate con el despliegue del Ejército a los insurgentes y mantiene el estado de emergencia en las zonas de acción de los terroristas.

El balance, entregado este lunes (04.11.2013), revela que tres ataques de gran magnitud son atribuidos a Boko Haram, entre ellos uno ocurrido la noche del sábado (02.11.2013) en el noreste de Nigeria, donde un convoy donde viajaban personas que iban a una boda fue acribillado. En la acción perdieron la vida treinta personas, entre ellas el novio. Como es usual en estos casos, la información se contradice dentro del mismo Ejército nigeriano.

Esto, pues una división militar niega que las pérdidas asciendan a 30 personas, y las reduce a cinco. El ataque ocurrió en la carretera que comunica a Bama con Gwoza. En el mismo Estado, Borno, otras 13 personas fallecieron al ser tiroteadas el sábado en un ataque contra un autobús, donde fueron rodeados por “islamistas y asesinados a sangre fría”, según Baba Shehu, vocero del Gobierno local.

Debilitados, dice el Gobierno

El jueves 31 de octubre, en tanto, 27 personas fueron asesinadas y docenas quedaron heridas en un ataque similar, donde también fueron incendiadas unas 300 viviendas y 40 tiendas comerciales en Bama. Los atacantes además robaron cabezas de ganado, así como dinero en efectivo por un valor de 16.300 euros. En la operación habrían participado unos 70 hombres armados a bordo de 15 motos y vehículos todoterreno.

Conocer más información desde el lugar de los hechos es muy complicado. Desde mayo, cuando el presidente Goodluck Jonathan instauró el estado de emergencia, la red de telefonía celular en la zona está desconectada. Por ello, los detalles dados a conocer por Baba Shehu en Maiduguri, la capital del estado de Borno, se conocen con tanto retraso.

Boko Haram se alzó en armas en 2009, cuando se vincularon a Al Qaeda en su intento por luchar contra la cultura occidental y decidieron instaurar un Estado islámico en Nigeria. El Ejército busca poner fin al alzamiento, pero ha tenido escaso éxito en sus operaciones, a pesar de las declaraciones del Gobierno, que sostiene que los insurgentes están debilitados gracias al operativo militar, que ya cumple seis meses.

DZC (AFP, Europa Press, Reuters)