Bolivia se acerca a las elecciones en medio de incertidumbre
Eva Usi
16 de marzo de 2020
Bolivia se acerca a unas elecciones presidenciales bajo un escenario de incertidumbre debido al Coronavirus y en medio de una polarización política. El desenlace es incierto, según expertos.
Imagen: picture-alliance/dpa/J. Karita
Publicidad
El gobierno interino de Bolivia declaró una emergencia nacional para facilitar el uso de recursos contra el COVID-19. No obstante, observadores critican la improvisación con la que las autoridades enfrentaron los primeros casos.
"Una mujer que llegó de Italia con síntomas no fue recibida en ningún hospital, argumentando que no se tenía ninguna información, que no había equipos y que los hospitales estaban a tope", afirma en conversación con DW la politóloga boliviana Ana Soliz de Stange, catedrática de la Universidad Helmut Schmidt de las Fuerzas Armadas (Bundeswehr), con sede en Hamburgo.
Imagen: picture-alliance/dpa/EPA
Hospitales saturados por el dengue
"En Santa Cruz los hospitales están saturados, especialmente por los casos de dengue. Ahí los niños están durmiendo en el suelo. Siguiendo el ejemplo de Estados Unidos, las autoridades cerraron los vuelos provenientes de Europa, y ahora dicen que van a habilitar centros deportivos para atender a los enfermos de COVID-19. Eso demuestra la improvisación de este gobierno", critica la académica.
Los comicios del próximo 3 de mayo decidirán los cargos de presidente, vicepresidente, 36 senadores y 130 diputados del país. Sin embargo, las principales fuerzas políticas anunciaron la suspensión de actos electorales para evitar contagios. El candidato del Movimiento al Socialismo (MAS), Luis Arce lidera la intención de voto, con alrededor de un 32%, según una encuesta realizada por Mercados y Muestras. El segundo lugar se lo disputan el candidato de Comunidad Ciudadana y expresidente (2003-2005) boliviano Carlos Mesa, que tendría un 23% de la intención de voto, seguido por la candidata de Alianza Juntos y presidenta interina, Jeanine Áñez,quien contaría con un 21% de apoyo.
Según el sistema electoral boliviano, para declararse victorioso, un candidato debe tener por lo menos un 40% de los comicios y aventajar por lo menos en un 10% al candidato que ocupe el segundo puesto. "No hay nada seguro, porque hay muchos que cuestionan las encuestas. Podría ser que el MAS alcance el 40% de la votación. Eso no es lejano de la realidad, dependerá si alcanza la diferencia de 10% respecto al segundo candidato", afirma Ana Soliz de Stange.
Luis Arce, ex ministro de Economía y Finanzas durante tres gobiernos de Evo Morales.Imagen: Getty Images/AFP/R. Schemidt
El respaldo al MAS
"Es innegable que el Movimiento al Socialismo (MAS) seguirá teniendo una presencia importante en la política en Bolivia. El apoyo que sigue teniendo de la gente no solo se debe al buen manejo económico, al crecimiento que registró Bolivia durante los últimos años. Se puede discutir si se debió a la buena política de Arce, [exministro de Economía y Finanzas], o al auge de las materias primas, o a una combinación de ambas", según la catedrática. Pero además de eso, según Soliz de Stange, el apoyo del MAS tiene que ver con la representación necesaria e histórica en un país de mayoría indígena. "Es un grupo que se sintió discriminado y que siente que solo a través del MAS son tomados en cuenta en Bolivia", explica.
Por su parte, el politólogo español y catedrático de la Universidad de Salamanca Manuel Alcántara Sáez considera que el MAS tiene un sólido apoyo en los sectores populares e indígenas que se han beneficiado durante los últimos 15 años. "Veo al MAS como el partido que tendrá la mayoría en el Congreso, pero no creo que alcance la mayoría necesaria en la primera vuelta presidencial, y es probable que en la segunda vuelta sea derrotado por una coalición antimasista" destaca.
Ana Soliz de Stange subraya que la tarea de la oposición debiera ser asegurarse de que la próxima presidencia sea una de inclusión. "Estamos hablando de que un 30% de la población apoya al MAS y, por lo tanto, tiene que estar incluido dentro del gobierno, no pueden hacerlo desaparecer".
Carlos Mesa en la Paz, Bolivia.Imagen: picture-alliance/AP Photo/J. Karita
No es posible una victoria sin inclusión
La catedrática destaca que, en las elecciones de octubre, Mesa tenía posibilidades de aglutinar votos como candidato a nivel nacional. "Ahora con esta cantidad de candidatos que hay vemos que el voto se ha dividido, pero mantiene gran parte del apoyo, comparado con otros candidatos. Carlos Mesa ve más claramente que no es posible una victoria electoral sin inclusión, dada la radicalización que se vive en Bolivia y la dispersión de votos.
Según la académica, Mesa no es el único que tiene un discurso moderado. "También lo tiene Fernando Camacho, el problema es que a Camacho, que no alcanza ni el 10% de la intención de voto, se lo identifica mucho con la región de Santa Cruz. Ha pasado a ser un líder regional y no tiene credibilidad el discurso pro inclusión que tiene".
Ana Soliz de Stange critica el papel que ha jugado la presidenta interina Jeanine Áñez. "En este momento está jugando un papel nefasto. La renuncia de Evo Morales y todo el proceso que le siguió es el resultado, en gran parte, de un movimiento ciudadano. La población se rebeló ante un gobierno que dio la espalda a la Constitución, que generó muchos casos de corrupción y de persecusión política. La gente se movilizó y, como resultado, Evo Morales tuvo que renunciar. En ese momento Jeanine Áñez era senadora y vicepresidenta, pero de un partido político que no alcanzó ni el 4% de apoyo a nivel nacional. Ni siquiera su propio partido la consideró para relanzar su candidatura como senadora. En enero, ella tendría que haberse ido a su casa. Pero se convirtió presidenta interina, con el mandato de llevar adelante la transición. Sin embargo, no entendió que su papel era apoyar la pacificación y convocar a elecciones con rapidez para conformar un gobierno democráticamente electo".
Las protestas contra Evo Morales se vuelven en contra ahora de Jeanine Áñez.Imagen: picture-alliance/Zuma/C. Lombardi
Vuelven las protestas y la violencia
Soliz de Stange destaca que, con la presentación de su candidatura, Áñez ha puesto en riesgo todos estos objetivos que le transfería el mandato de presidenta interina: "Vemos que hay nuevamente focos de violencia y manifestaciones. La gente rechazó a Evo Morales y pone en su lugar a una persona con la esperanza de que, rápidamente, convoque a elecciones, y resulta que acaba haciendo lo mismo que Morales. Pero Áñez se quiere mantener en el poder, actúa de manera oportunista y aprovecha que tiene los medios que otorga el manejo del gobierno". La académica señala que ya hay algunas denuncias de corrupción, y también hay una persecución política. "Esto no es lo que la gente buscaba", indica.
El politólogo Manuel Alcántara Sáez coincide sobre el papel de Áñez: "No ha sabido desempeñar el papel institucional que tenía que realizar al frente de un gobierno interino de transición. Debería haber postergado su ambición política", señala.
Así las cosas, Ana Soliz de Stange resalta que hay una gran cantidad de votantes indecisos. "La intención de voto de la que hablan las encuestas son los votos que están decididos, pero hay un porcentaje de hasta un 20% de votantes indecisos, o que quieren anular su voto. Eso es el resultado de lo que está pasando, de la candidatura de Áñez y la división de la oposición al MAS. Áñez ha hecho una buena propaganda aprovechando el aparato estatal", concluye la experta.
(cp)
Deutsche Welle es la emisora internacional de Alemania y produce periodismo independiente en 30 idiomas. Síganos en Facebook | Twitter | YouTube |
Bolivia: hitos de una crisis política
Tras renunciar Evo Morales, en medio de protestas contra un presunto fraude electoral y tras perder apoyo militar, Bolivia vivió casi un año de crisis y transición hacia lo que se perfila como un nuevo gobierno del MAS.
Imagen: Ueslei Marcelino/Reuters
Dijeron que no, pero...
La crisis se propició tres años antes. El 21 de febrero de 2016 se realizó un referéndum constitucional en Bolivia para evaluar una modificación a la Carta Magna, que permitiera al jefe de Estado reelegirse en dos ocasiones sucesivas. El "No" ganó con el 51,3 % de los votos, lo que significaba que Evo Morales quedaba imposibilitado de competir en las presidenciales de 2019. No obstante, compitió.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/Bolivia's Communication Ministry/R. Martinez
Derecho humano a ser candidato
Morales argumentó ante la Justicia que si no podía competir en las elecciones se coartaba el "derecho humano" de todo ciudadano a elegir y ser electo. El Tribunal Constitucional dio por buena esta premisa y Morales inscribió su candidatura ante el Tribunal Supremo Electoral en diciembre de 2018. Las protestas opositoras no se hicieron esperar.
Imagen: Reuters/D. Mercado
Carlos Mesa vuelve al ruedo
Carlos Mesa, expresidente del país y una de las voces más críticas con Morales, dijo que la decisión de la Justicia era una "herida de muerte a la democracia". Otros opositores incluso hablaron de un "golpe de Estado" institucional y del comienzo de una "dictadura". El 6 de octubre de 2018, Mesa anunció que enfrentaría a Morales en las elecciones e inscribió su candidatura en noviembre de ese año.
Imagen: AFP/A. Raldes
Un giro sorpresivo
Finalmente, el 20 de octubre de 2019 se realizaron las elecciones generales. El 88,31 % de los votantes participó del proceso, cuyos resultados se fueron entregando a cuentagotas, lo que despertó sospechas en la oposición y en organismos internacionales. En un comienzo, Morales no logró los votos necesarios para ganar en primera vuelta, pero un giro sorpresivo le dio finalmente el triunfo.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/J. Karita
Triunfo estrecho
Tras varios días, se entregaron por fin los resultados definitivos: Morales obtuvo el 47,08 %, contra el 36,51 % de Carlos Mesa. Con esas cifras, el mandatario superaba por más de 10 puntos a su principal rival y cumplía con la norma que da el triunfo en primera ronda a quien venza por esa cantidad de votos a su más cercano perseguidor. La oposición acusó fraude y salió a las calles.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/J. Karita
Llamados a manifestaciones
Carlos Mesa llamó a sus seguidores a defender los votos y forzar la realización de una segunda vuelta. "Todos nosotros tenemos que estar decididos, sin ningún tipo de reparo, a salir a la calle para demostrar que no aceptamos el fraude", dijo el exmandatario. Las protestas y los enfrentamientos comenzaron poco después de las elecciones, y fueron ganando violencia con el paso de los días.
Imagen: Reuters/K. Pfaffenbach
La rabia no cede
El gobierno de Evo Morales y la OEA acordaron la realización de una auditoría, una medida que no aplacó la rabia en la calle. Poco después, el jefe de la misión de la OEA renunció y las protestas arreciaron nuevamente en distintas ciudades del país. Al 9 de noviembre se contaban 3 muertos y casi 350 heridos, en un ambiente de creciente polarización.
Imagen: Reuters/K. Pfaffenbach
Surgen nuevos líderes
A la figura de Carlos Mesa se sumaron otros liderazgos. Quizás el más convocante fue el de Luis Fernando Camacho, líder del comité cívico de Santa Cruz. Camacho logró convocar a distintas organizaciones para pedir la renuncia de Morales. "Nosotros hemos asumido una posición totalmente ciudadana. No queremos segunda vuelta, queremos un nuevo proceso eleccionario", exigía Camacho.
Imagen: Getty Images/AFP/D. Walker
Rebelión policial
Al ya agitado ambiente se sumaron la noche del viernes 8 de noviembre de 2019 los policías, que en distintas regiones del país se amotinaron. Un agente dijo a la prensa que "no podemos seguir con este narco-gobierno, con esta democracia injusta". Si bien el Gobierno dijo que no desplegaría militares para enfrentar la rebelión, Evo Morales sí denunció que había un golpe de Estado "en marcha".
Imagen: Reuters/L. Gonzalez
Renuncia
El 10 de noviembre de 2019, tras 14 años en el poder, Evo Morales renunció. La presión de las protestas, y la pérdida del apoyo de las Fuerzas Armadas y la Policía, apuraron su decisión. Morales aseguró que su salida fue causada por un "golpe de Estado". Los disturbios se extendieron en varias ciudades tras su renuncia, con incendios, saqueos y ataques a viviendas como la del propio exmandatario.
Imagen: picture-alliance/dpa/J. Karita
México concede asilo político a Evo Morales
Tras la renuncia de Morales, el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, informó en rueda de prensa que el político boliviano había aceptado la oferta de asilo ofrecida por México. Ebrard expresó que México "ha decidido conceder asilo por razones humanitarias" a Morales "en virtud de la urgencia que afronta en Bolivia, donde su vida e integridad corren peligro".
Imagen: picture-alliance/dpa/G. Granados
Presidenta interina
El 12 de noviembre, la senadora Jeanine Áñez fue proclamada nueva presidenta interina de Bolivia. Tras la renuncia de todos los que constitucionalmente podían suceder a Morales, la abogada de 52 años pasó de segunda vicepresidenta a presidenta del Senado, accediendo así a la vía sucesoria. Desde México, Morales aseguró que este era "el golpe más artero y nefasto de la historia" de su país.
Imagen: picture-alliance/dpa/J. Karita
De México a Cuba, y a Argentina
En diciembre de 2019, el exmandatario boliviano viajó a Argentina en un operativo secreto, para ser acogido como refugiado, con la condición -luego incumplida- de no hacer declaraciones políticas. Morales viajó a Buenos Aires desde Cuba, donde se hizo un chequeo médico. Lo acompañaron el exvicepresidente Álvaro García Linera, la exministra de Salud Gabriela Montaño y el excanciller Diego Pary.
Imagen: picture alliance/ZUMA Wire/M. Ramos
Incendios, pandemia, corrupción, denuncias contra Morales
Entre cambios drásticos en política exterior, acusaciones de persecución a partidarios del MAS, escándalos de corrupción en el manejo de la pandemia de COVID-19, declaración de desastre nacional por incendios forestales, denuncias contra Evo Morales por "estupro", "asesinatos y torturas", Áñez llegó a cumplir su tarea como presidenta interina: el llamado a nuevas elecciones, pospuesto dos veces.
Imagen: picture-alliance/dpa/M. P. d. Carpio
Nuevas elecciones, casi un año después
Tras dos fechas pospuestas, por la pandemia mundial de coronavirus, el electorado boliviano votó finalmente en nuevas elecciones este 18 de octubre de 2020, para elegir otro presidente y vicepresidente. Casi un año después de la renuncia de Evo Morales, que el exmandatario aún achaca a un "golpe", los bolivianos eligieron también a 130 diputados y 36 senadores, para renovar el Congreso bicameral.
Imagen: Martin Mejia/AP Photo/picture-alliance
Arce celebra el retorno del MAS, a boca de urna
Pasada la medianoche de la jornada electoral, se conoció que las encuestas a boca de urna otorgan más del 50 % de los votos al candidato del MAS, Luis Arce. Le seguirían Carlos Mesa, de Comunidad Ciudadana, con más del 30%, y Luis Fernando Camacho, de Creemos, con alrededor del 14 %. Arce celebró en La Paz un triunfo que dio por seguro, mientras el recuento oficial iba por alrededor del 7%.
Imagen: Ronaldo Schemidt/AFP/Getty Images
Evo: "Tarde o temprano vamos a volver"
Evo Morales, que dirigió desde Argentina la campaña electoral del MAS, también celebró el triunfo. "Tarde o temprano vamos a volver" a Bolivia, afirmó. Sin embargo, dirigentes del MAS como la presidenta del Senado y la Asamblea Legislativa de Bolivia, Eva Copa, manifestaron que aún "no es el momento adecuado" para su regreso, porque Morales todavía tiene "problemas que solucionar".
Imagen: Manuel Cortina/NurPhoto/picture-alliance
Mesa será "cabeza de oposición"
Con el recuento oficial de votos aún en curso, Carlos Mesa, líder y candidato presidencial de Comunidad Ciudadana, compareció en La Paz ante los medios, para reconocer que los sondeos a boca de urna auguran un "claro triunfador en primera vuelta": el exministro Luis Arce, del Movimiento Al Socialismo (MAS). Comunidad Ciudadana ejercerá de "cabeza de la oposición", informó en Twitter.
Imagen: Luis Gandarillas/AFP/Getty Images
Presidenta interina felicita y pide esperar resultados oficiales
También la presidenta interina del país, Jeanine Áñez, que había retirado su candidatura tras verse relegada en las encuestas, reconoció que (aún sin el cómputo oficial) la victoria del MAS parece segura. Felicitó a sus candidatos, pidiéndoles "gobernar pensando el Bolivia y en la democracia". A los ciudadanos y partidos, les pidió "paciencia" y "madurez" para esperar los resultados oficiales.
Imagen: Presidencia de Bolivia/AFP/Getty Images
Felicitaciones de Trump, Maduro, la OEA, la UE y la ONU
Los principales aliados regionales del expresidente Evo Morales -los presidentes de Venezuela, Cuba, Nicaragua, México, y Argentina- fueron los primeros en celebrar el retorno del MAS al poder en Bolivia. Pero también EE. UU., la OEA, la UE y la ONU felicitaron al virtual futuro presidente, Luis Arce. Washington anunció su disposición de trabajar con el nuevo gobierno.