Se trata de la segunda elección judicial desde 2011, que en esta ocasión tiene carácter de plebiscito para la oposición al Gobierno de Morales, que pidió el voto nulo como expresión de descontento y rechazo.
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Bolivia elige este domingo (03.12.2017) en las urnas a sus autoridades judiciales para los próximos seis años, en la segunda votación de este tipo que se celebra en el país desde 2011 y cuyo carácter "peculiar" destacó la presidenta del Tribunal Supremo Electoral, Katia Uriona, en la apertura de la jornada en La Paz. 6,4 millones de bolivianos fueron habilitados para elegir entre 96 candidatos para ocupar 52 puestos de magistrados (26 titulares y 26 suplentes) del Tribunal Supremo de Justicia, el Tribunal Constitucional Plurinacional, el Consejo de la Magistratura y el Tribunal Agroambiental. Ocuparán sus puertos en enero hasta 2023.
"Somos el único país en el mundo donde el pueblo vota por sus jueces. Con la participación del pueblo en elecciones judiciales empezamos a descolonizar el derecho y democratizar la justicia", destacó el presidente boliviano, Evo Morales, impulsor del modelo que reemplazó a la elección por méritos profesionales antes en manos del Parlamento.
El mandatario votó en la mesa 14 de Villa 14 de Septiembre en el trópico del departamento de Cochabamba, donde está registrado desde 1985. Debido a las intensas lluvias en la región, no pudo retornar a La Paz. Se trata de la segunda elección judicial desde 2011, que en esta ocasión tiene carácter de plebiscito para la oposición al Gobierno de Morales, que pidió el voto nulo como expresión de descontento y rechazo.
Voto obligatorio en día feriado
"Es una jornada democrática que tiene peculiaridad característica que es esencia de la nueva Constitución que tuvo su primer ejercicio en octubre de 2011", señaló Uriona en el acto inaugural, al que asistieron autoridades, diplomáticos y observadores extranjeros. "Hoy es una segunda experiencia a través del voto elegir a quienes ocuparán cargos en la instancia judicial", precisó. La misión de observación electoral de la Organización de Estados Americanos también destacó la originalidad de las elecciones en Bolivia y anticipó que será objeto de estudio para la región.
"Es un proceso sui generis, no existe en otros países (...). Es de sumo interés para nuestra región analizarlo, estudiarlo, conocerlo a fondo, ver cuáles son las enseñanzas del proceso electoral", dijo el ex canciller ecuatoriano Guillaume Long y jefe de la misión de la OEA. Los ciudadanos podrán votar durante ocho horas desde la apertura de las urnas abiertas a las 8:00, hora local. El primer cómputo oficial se difundirá a las 21:00 hora local, en base al sistema de transmisión segura y rápida de actas de 30.309 mesas electorales distribuidas en los nueve departamentos de Bolivia.
Las autoridades electorales informaron que los magistrados serán elegidos por mayoría simple, porque la Ley Electoral no contempla nada en el caso que los votos nulos superen los de los candidatos. Esto ya ocurrió en 2011, cuando hubo más votos nulos que válidos. "El postulante que tenga un voto más que el resto será autoridad titular y el que le siga será suplente. Solo servirán los votos válidos. Blanco y nulos no cuentan", dijo el vicepresidente del Tribunal Electoral, José Luis Exeni. La organización de la segunda elección judicial costará 150 millones de bolivianos (21,5 millones de dólares) y el voto es obligatorio como en 2011. Hoy es día feriado en Bolivia.
MS (dpa/efe)
"Cholitas" en la cima de los Andes
Su meta es alta: un grupo de mujeres indígenas de Bolivia se ha propuesto conquistar las cimas de los Andes. Las escaladoras buscan desafiar la cultura machista de su país. Su rebelión ha contagiado a toda la sociedad.
Imagen: Reuters/D. Mercado
Imparables
Hasta hace poco, estas mujeres aimaras trabajaban como cocineras en los campamentos para escaladores. Hoy día, son guías de montaña y llevan a los turistas a las cimas más altas de los Andes bolivianos. Uno de los destinos preferidos es el “Huayna Potosí” o “Montaña joven”, de 6.088 metros de altura. Este gigante se encuentra a 25 kilómetros de La Paz.
Imagen: Reuters/D. Mayta
Con carisma y sombrero
Berta Vedia (izquierda), Dora Magueno (centro) y Lidia Huayllas (derecha) ya no querían seguir siendo cocineras y cargadoras y permanecer en segundo plano. Fue así como las tres decidieron juntarse y fundar un grupo de escaladoras para hacerle la competencia a sus colegas masculinos.
Imagen: Reuters/D. Mercado
Una vestimenta inusual
En la estación de montaña, las indígenas cambian el sombrero por un casco y bajo sus tradicionales faldas -polleras -se ponen los crampones -piezas de metal con púas que se fijan a las botas para escalar. Una pollera consta de hasta ocho metros de tela y puede llegar a tener hasta diez capas. El traje típico aimara incluye también una manta y un sombrero de fieltro.
Imagen: Reuters/D. Mercado
La pollera: ¿una provocación?
Durante mucho tiempo la falda tradicional de las “cholas” era mal vista. Actualmente la vestimenta tradicional es un símbolo de la creciente autoestima de los pueblos indígenas de Bolivia.
Imagen: Reuters/D. Mercado
Una tradición cara
En el pasado, la pollera era considerada una prenda de vestir para la población indígena pobre. Hoy día, el traje típico se usa en el carnaval, en procesiones religiosas y fiestas populares. Incluso se ha convertido en un negocio lucrativo. Un atuendo completo cuesta alrededor de 274 euros, una manta de lana de vicuña puede llegar a costar hasta 900 euros.
Imagen: DW
Escalar contra el machismo
En Bolivia, las mujeres aimaras sufren doble discriminación, tanto de género como étnica. Si bien la autoestima de los grupos autóctonos ha crecido notablemente desde que el presidente aimara, Evo Morales, gobierna el país, las escaladoras siguen luchando contra la cultura machista en sus propias filas.
Imagen: Reuters/D. Mercado
El llamado de la montaña
Las escaladoras Lidia Huayllas (izquierda), de 48 años, y Dora Magueno, de 50 años, presentan orgullosas su equipo: picahielos, crampones, cuerda, cinturón y casco. Desde hace dos años, las mujeres trabajan como guías de montaña y ayudan a los turistas a superar pendientes y abismos.
Imagen: Reuters/D. Mercado
Lugares sagrados
En la madrugada, las mujeres aimaras se peinan su larga cabellera negra y se hacen trenzas. Después empiezan a escalar las montañas, por ejemplo el "Illimani", de 6.430 metros de altura sobre el nivel del mar. La segunda montaña más alta de Bolivia es un lugar sagrado para los aimaras.
Imagen: Reuters/D. Mercado
Carga pesada, buen pago
Una cargadora se prepara para escalar el "Illimani". Gracias a este trabajo, las mujeres aimaras se han vuelto más independientes en el plano económico. Como cargadoras que acompañan a los turistas ganan alrededor de 35 dólares estadounidenses por día. En comparación, el ingreso salarial de un ama de casa ronda los 175 dólares por mes.
Imagen: Reuters/D. Mayta
Unidas son más fuertes
Las hazañas de las mujeres indígenas han impulsado cambios en la sociedad boliviana. “Las cholas comercian y han alcanzado la independencia económica antes que las mujeres de la clase alta blanca”, dice Justa Elena Canaviri, una famosa presentadora de televisión aimara de Bolivia.