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Bolivia: ganó la democracia

José Ospina Valencia19 de julio de 2004

Bolivia votó en un referendo por más autonomía sobre los recursos energéticos y en contra de su instrumentalización internacional. DW-WORLD habló con Peter Strack de la oficina alemana de la ONG Terre des Hommes.

El presidente Carlos Mesa en El Alto, cerca de La Paz.Imagen: AP

La democracia en Bolivia se ha fortalecido. Este es el tenor común tras la realización pacífica del referendo en torno a la política energética nacional. Según cómputos de la Corte Electoral Nacional (CNE), en voz de su presidente Oscar Hassentteufel, el respaldo supera el 70%. Los escrutinios revelan un “sí” mayoritario a las propuestas del Gobierno de ejercer más autonomía sobre las reservas de gas y petróleo y permitir las exportaciones en condiciones favorables para Bolivia. Algo de por sí legítimo en otros lares.

¿Fin del festín de las multinacionales?

Bolivia espera ahora percibir regalías de un 50% de las empresas extranjeras, como condición para que exporten su gas. Por lo demás, el Gobierno afirmó que no “revisará todos los 78 contratos de concesión por 40 años suscritos por Sánchez de Lozada (ex presidente), por estar comprometida en ellos la fe del Estado, salvo que las petroleras que pagan sólo un 18% de regalías al Tesoro quieran hacerlo voluntariamente”. Así que no habrá nacionalización de carburantes.

El presidente de Bolivia, Carlos Mesa Gisbert, logró (casi) todo lo quería: obtener un respaldo político autenticado por la consulta popular. Con la afluencia del 90% de los votantes, de un total de 4,4 millones de electores, según fuentes oficiales, ahora se podrá derogar la actual Ley de Hidrocarburos, recuperar la propiedad de los recursos energéticos en “boca de pozo” (una vez extraídos) y reestablecer la empresa petrolera estatal, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos.

Felipe Quispe, ex candidato presidencial del partido indigenista Pachakuti.Imagen: AP

“Bolivianos desean más pragmatismo”

El pacífico desarrollo y la nutrida concurrencia a las urnas demostraron que “el pueblo boliviano es más maduro de lo que sus gobernantes reconocen”, expresó a DW-WORLD Peter Strack, de la oficina alemana de la organización no gubernamental Terre des Hommes.

Bañistas en la Bahía Inglesa del océano Pacífico, en el norte de Chile.Imagen: dpa

Pero no todo es como el Gobierno boliviano ha querido interpretar los resultados del referendo. “Si es cierto que los votantes aprobaron una mayor autonomía nacional en la disposición de sus reservas energéticas, no quieren que el gas y la salida al mar sean utilizados como instrumento de presión contra Chile”, dice Strack. “Lo que a los bolivianos les interesa es el concenso político acoplado con su legítimo interés económico”, agrega el representante de Terres des Hommes Alemania, deduciéndolo del poco respaldo que recibió la cuarta de las cinco preguntas del referendo que insinuaba un trueque con su vecino Chile: “Si ustedes quieren gas, devuélvanos la salida al mar”.

Conciliación y no confrontación

Observadores esperan pues “distención nacional e internacional” en las acaloradas exigencias territoriales de populistas políticos, civiles y militares. Strack ve aquí también demostrado que las revueltas populares de años anteriores tenían más que ver con manipulación política del gas y la salida al mar y menos con las verdaderas necesidades del pueblo. Lo que a los bolivianos les preocupa es su precaria situación económica y social y la dilapidación de sus riquezas nacionales. Gobernantes anteriores amparados en las leyes actuales favorecieron, por ejemplo, a la estadounidense Enron con multimillonarias ganancias. Ahora el pueblo pide más audacia, pero para combatir la pobreza, también la de población indígena boliviana.

Alemania y la Unión Europea pueden hacer más

Pero para seguir consolidando su democracia “los bolivianos necesitan apoyo de la comunidad internacional”, concluye Peter Strack. Por eso, es importante que Alemania mantenga y aumente su ayuda como ya lo ha hecho con la reforma del Estado, la descentralización, la instauración de la Defensoría del Pueblo y la Reforma Jurídica. Pensando en las promesas de la Unión Europea de reducir las subvenciones y permitir la entrada de más productos latinoamericanos, los bolivianos han decidido tomar el toro por las astas y necesitan ahora de la UE más que la música de acompañamiento.

Crisis energética de otro calibre en Venezuela.Imagen: AP
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