Bolivia abre exploración de hidrocarburos en reserva natural
1 de abril de 2023
La estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) inició de la perforación exploratoria en el pozo Astillero X1 (AST-X1) en la reserva natural Tariquía, en la región sureña de Tarija.
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La actividad, ejecutada por YPFBChaco, subsidiaria de la estatal boliviana, busca evaluar el potencial hidrocarburífero de las formaciones Huamampampa, Icla y Santa Rosa en la estructura Astillero-Domo Tarija, explicó el presidente de YPFB, Armin Dorgathen.
"Con el objetivo de incrementar y reponer nuestras reservas de gas, estamos explorando la presencia de hidrocarburos en esas formaciones profundas", indicó Dorgathen, citado en un comunicado de prensa de YPFB.
Según Dorgathen, la perforación comenzó el pasado 24 de marzo y se prevé que tenga una duración de 374 días, en los cuales se calcula alcanzar una profundidad de 6.200 metros.
La inversión en el proyecto es de unos 67 millones de dólares y el área explorada tiene un "potencial recurso de gas in situ" de 2 trillones de pies cúbicos (TCF) y un volumen recuperable de 1 TCF, según la petrolera boliviana. Si se confirma la presencia de hidrocarburos en Astillero-Domo Tarija, el siguiente paso será la delimitación de la extensión de estructura con la perforación de pozos delimitadores y su posterior desarrollo, indicó YPFB.
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Exploración en Astillero es rechazada por varias comunidades
Según la firma, el proyecto AST-X1 contempla actividades de prospección exploratoria en tres fases durante los próximos siete años "en el área desplegada en una zona tradicional hidrocarburífera, ubicada en las provincias Arce y Gran Chaco del departamento de Tarija".
La estatal aseguró que las actividades dentro de este proyecto se realizan "en apego estricto a la normativa ambiental vigente en coordinación con las autoridades locales, la Dirección de la Reserva Nacional de Flora y Fauna Tariquía".
YPFB defendió que sus "políticas socio ambientales" aportan "al desarrollo de las comunidades que forman parte del área de influencia de las operaciones de los proyectos del Área Astillero". En su momento, las autoridades bolivianas aseguraron que la actividad en la reserva ocupará el 0,004 % de su superficie, pero el proyecto ha sido rechazado varias veces por algunas comunidades indígenas de la zona y activistas ambientalistas.
Situada en el suroeste de Tarija, Tariquía fue declarada como reserva nacional de flora y fauna mediante una ley promulgada en 1989. Este parque posee una extensión de 246.870 hectáreas en las que alberga 867 especies de fauna y otras 609 de flora, según datos del Servicio Nacional de Áreas Protegidas de Bolivia.
jov (efe, LaVozDeTarija)
Bolivia plurinacional: qué une y qué divide a sus pueblos indígenas
A 36 pueblos indígenas bolivianos se les reconoce territorio, población y lengua, pero a más de 60 no.
Imagen: Juan Karita/AP Photo/picture alliance
Mayorías aymaras y quechuas
La Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia reconoce 36 “naciones y pueblos indígenas originario campesinos”, con territorio, población y lengua propios. Dos de ellos, el aymara (en la foto) y el quechua, se consideran mayoritarios.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Raldes
34 naciones indígenas minoritarias
Otros 34 pueblos y naciones indígenas bolivianas, como el guaraní, el cayubaba, el uru, el mojeño o el t'simane' (en la foto), han sido constitucionalmente reconocidos como minoritarios. Entre ellos se cuentan también los afrobolivianos.
Imagen: Michael Gurven/AP Photo/picture alliance
60 grupos no reconocidos
Pero otros más de 60 grupos poblacionales, igualmente minoritarios, no han sido reconocidos como naciones, recuerda Alex Villca, vocero de la Coordinadora Nacional de Defensa de los Territorios Indígenas Originarios Campesinos y Áreas Protegidas de Bolivia (CONTIOCAP). Villca se identifica como indígena uchupiamona y su pueblo reclama reconocimiento pese a haber perdido su lengua originaria.
Imagen: Privat
Tres regiones, todas con abundante población indígena
Los bolivianos suelen dividir didácticamente su territorio en tres regiones, las tres con abundante población indígena: Tierras Altas (fundamentalmente en los departamentos de la Paz, Oruro y Potosí), Valles centrales (en Cochabamba, Chuquisaca y Tarija) y Tierras Bajas (en Santa Cruz, Beni y Pando). Aunque, obviamente, estas fronteras entre regiones y departamentos no son exactas.
Tierras Altas: regreso a los orígenes en Tiwanaku
En Tierras Altas (La Paz, Oruro y Potosí), habitan pueblos originarios del altiplano: predominantemente, poblaciones quechua y aymara. Allí, en Oruro, nació Evo Morales, el primer presidente indígena de Bolivia, un aymara. Y allí, en las ruinas precolombinas de Tiwanaku, fue investido como líder indígena, en ceremonias ancestrales que precedieron a sus tomas de posesión en 2006, 2010 y 2015.
Imagen: picture alliance / imageBROKER
Año Nuevo Aymara o Año Nuevo Andino Amazónico
Cada solsticio de invierno, el 21 de junio, los aymaras bolivianos invocan el retorno del astro rey con rituales y ofrendas en la Puerta del Sol del complejo arqueológico de Tiwanaku, territorio de su civilización preincaica, a 70 km de La Paz. La ceremonia se ha hecho oficial y adoptado un nombre pluricultural. En 2021, participó el actual presidente Luis Arce (c), como antes hiciera Morales.
Imagen: Claudia Morales/REUTERS
Culto a Evo
El hoy expresidente Evo Morales (d), aún líder del Movimiento al Socialismo (MAS), con el que gobierna su delfín Luis Arce (c), "es el líder indígena más conocido, pero no el único", advierte la politóloga boliviana de la Universidad Libre de Berlín Moira Zuazo. Pero el culto a su personalidad invisibiliza, también a nivel internacional, la diversidad de pueblos y liderazgos indígenas de Bolivia.
Imagen: Jorge Ábrego/Agencia EFE/imago images
"Cholitas" andinistas
No pocas mujeres indígenas aymaras han sido retratadas por medios internacionales, en su lucha contra los estereotipos machistas. En la foto, tres de un grupo de 11 andinistas de entre 50 y 20 años, tras escalar con sus trajes típicos hasta el pico nevado de la montaña Huayna Potosí, en 2015. Las más jóvenes aspiraban a unirse a las filas de los hombres y guiar a los turistas hasta la cima.
Imagen: Juan Karita/AP/picture alliance
"Cholitas" luchadoras
Las "cholitas" han ido conquistando espacios en la sociedad, y predominan entre las imágenes de mujeres indígenas bolivianas que reflejan los medios. Sea en roles más tradicionales como amas de casa o cocineras, o en sus nuevos territorios conquistados, como escaladoras o como profesionales de la lucha libre (como las de esta foto en la Paz).
Imagen: David Mercado/REUTERS
Valles centrales cocaleros
En los valles centrales, en la franja subandina que incluye a la ecorregión de Los Yungas (departamentos de Cochabamba, Chuquisaca y Tarija), se han asentado sobre todo campesinos y cocaleros del grupo indígena quechua. Entre ellos, en el Chapare, emergió el liderazgo sindicalista de Morales.
Imagen: Reuters/U. Marcelino
Muchos pequeños grupos indígenas en Tierras Bajas
En las llanuras tropicales de Tierras Bajas (departamentos de Santa Cruz, Beni y Pando), se asientan los pueblos de la Amazonía, el Chaco y el Oriente boliviano (conocido también como Chiquitanía). Allí, se encuentra la mayor cantidad de grupos indígenas del país, la mayoría pequeños”, explica a DW Gabriela Canedo, socióloga y antropóloga de la Universidad Mayor de San Simón, en Cochabamba.
Imagen: imago/Nature in Stock
Unidad fracturada en 2011
Una nueva Constitución, en 2009, declaró el Estado Plurinacional, reconoció derechos fundamentales de los pueblos indígenas y fue un logro de la lucha conjunta de sus organizaciones en todo el país. Pero la represión del entonces Gobierno de Evo Morales a la marcha de los indígenas de Tierras Bajas, en 2011, contra la construcción de una carretera en sus territorios, puso fin a esa unidad.
Imagen: Patricio Crooker/picture alliance
El TIPNIS
“El 25 de septiembre de 2011 fuimos reprimidos en Chaparinas, por el simple hecho de defender el medioambiente, nuestro territorio”, recuerda a DW Marcial Fabricano (c), líder indígena mojeño-trinitario, candidato a vicepresidente en 1997, y poblador del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), por donde el Gobierno del MAS pretendía construir la polémica carretera.
Imagen: Privat
Indígenas "orgánicos" y oficialistas
Desde entonces, las organizaciones indígenas se han debilitado, fracturadas en facciones “orgánicas” y facciones oficialistas paralelas, incentivadas por los sucesivos Gobiernos del MAS, según denuncian antivistas y expertos.
Imagen: Alfredo Zeballos/picture alliance/dpa
Tras el "golpe" a Evo
En 2019, tras 14 años en el poder, Evo Morales cedió a la presión de las protestas contra su reelección, denunciando un "golpe de Estado", tras perder el apoyo del Ejército y la Policía. Su salida no solo dio paso a manifestaciones claramente racistas del gobierno interino de Jeanine Añez y su entorno, sino también a nuevas divisiones y enfrentamientos entre pueblos indígenas afines al MAS o no.
Recientemente, grandes incendios han arrasado zonas de la Amazonía y la Chiquitanía bolivianas, en el oriente del país. Por eso, los pueblos indígenas de Tierras Bajas demandan protección, no solo ante la expansión de asentamientos de colonos cocaleros sino también ante las quemas descontroladas de terrenos por parte empresarios agroindustriales. Ambos, fenómenos facilitados por leyes vigentes.
Imagen: Gaston Brito/dpa/picture alliance
Cocaleros, también divididos
El patrón de división de las organizaciones indígenas, mientras tanto, sigue reproduciéndose en todos los ámbitos. Así, por ejemplo, en La Paz, enfrentamientos entre organizaciones paralelas de cocaleros (ADEPCOCA "orgánica" y oficialista), subrayan, insisten expertos, la situación de vulnerabilidad que atraviesan los pueblos indígenas en Bolivia hoy.