La presidenta interina de Bolivia rompió relaciones con Venezuela, abandonó ALBA, ingresó al Grupo de Lima y se enfrenta con México y España. La mandataria sube en los sondeos. Dos expertos analizan la situación.
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La historia saltó a los titulares por su espectacularidad: Bolivia expulsaba a la embajadora de México y a dos diplomáticos españoles tras un incidente bastante confuso ocurrido en las afueras de la embajada del país norteamericano. Vecinos dijeron haber visto a cuatro hombres encapuchados y posiblemente armados acompañando a dos diplomáticos de España que realizaban una visita a la representante mexicana. Bolivia exigió explicaciones. España dijo que iba a investigar. La Paz no aceptó esta respuesta y dio 72 horas para que los protagonistas de este lío abandonaran el país. Madrid, de vuelta, expulsó a tres diplomáticos bolivianos. Todo un embrollo diplomático.
El gobierno interino de la presidenta Jeanine Áñez acusó una afrenta a la soberanía de su país para justificar la medida. Pero los problemas con México venían de antes. "El status de refugiado político al expresidente Evo Morales se lo dio México, desde donde pudo realizar una intensa actividad política que causó zozobra entre los bolivianos. Antes hubo entredichos entre los cancilleres y Bolivia vio que México estaba en una actitud inamistosa”, explica a DW el cientista político Robert Brockmann. Precisamente en la embajada mexicana están asilados nueve exfuncionarios del Gobierno de de Morales.
"Hay una frase mítica del exvicepresidente de Barack Obama, Joe Biden. Él dice que las relaciones internacionales suelen ser extensiones de las relaciones personales”, pondera, por su parte, el académico y analista Marcelo Arequipa. "Con esto quiero decir que a veces no son decisiones de Estado, sino decisiones personales. Este asunto con México y España tiene que ver con eso, es decir, con un interés personal por atrapar a políticos”, analiza. "No digo que no deban existir procesos contra quienes hayan cometido ilícitos, sino que se nota que desde que entraron al poder han estado detrás de personas en concreto”, añade.
Política exterior clara
Arequipa, que es profesor en la Universidad Católica Boliviana, piensa que todas las acciones en política internacional adoptadas por el gobierno de Áñez, como romper relaciones con Venezuela o ingresar al Grupo de Lima, siguen una estrategia clara. "Ella quiere diferenciarse de todo lo que significó Evo Morales y el socialismo del siglo XXI. La actual canciller, Karen Longaric, dijo que las relaciones internacionales no serían llevadas bajo criterios ideológicos, y eso es justamente lo que están haciendo. Por diferenciarse de lo anterior, están introduciéndose en el otro extremo”, afirma.
"Áñez era una opositora nítida de Morales. Era previsible que tomara esas medidas”, añade Brockmann, que también es periodista y autor de varios libros sobre historia boliviana. "Se está dando una reversión de una serie de cosas. La salida del ALBA, la decisión de retomar relaciones con EE.UU. e ingresar al Grupo de Lima responden al interés nacional. Estar en ALBA o tener relaciones con Irán eran decisiones basadas en razones ideológicas. Era un poco 'el enemigo de mi enemigo es mi amigo'. Ahora tiene que ser de acuerdo al interés nacional”, sostiene.
Quizás siguiendo esa línea, la canciller Longaric, se reunió el jueves 2 de enero con embajadores de la UE, en un intento por recomponer relaciones. El gobierno también nombró al vicecanciller, Gualberto Rodríguez, como encargado de Negocios en España, para intentar superar el impasse. "No nos olvidemos que España es parte de la Unión Europea y la UE ha sido importantísima en los diálogos para la estabilización del gobierno de Áñez”, explica Brockmann. "La UE ha protestado con energía a nombre de España, calificó de inaceptable la situación y exigió la restitución de las buenas relaciones. Y a Bolivia obviamente eso le interesa”, agrega.
¿Se está excediendo?
Arequipa, por su parte, llama la atención sobre el hecho de que las acciones de Áñez "están repercutiendo fuertemente a nivel interno, por el hecho de que ella está defendiendo una supuesta soberanía. Está ganando puntos, y este jueves (02.01.2020) salió una encuesta donde aparece por sobre Carlos Mesa en intención de voto, sin siquiera ser candidata”. Brockmann también piensa que "la opinión pública boliviana ha recibido con mucha satisfacción, de manera positiva, la expulsión de estos diplomáticos”, y aprovecha para cuestionar el que México se refiera al Ejecutivo de Áñez como "gobierno de facto”: "Los bolivianos sabemos exactamente cómo han sucedido las cosas y éste no es un gobierno de facto, sino que es un gobierno de transición que ha surgido de una jurisprudencia existente”.
Marcelo Arequipa pone sobre la mesa otro asunto: "El de Áñez es un gobierno transitorio que está llamado a cumplir dos funciones: una es pacificar el país, mantener el estado de paz, y la segunda es hacer todo lo posible para que se convoque a elecciones”. En su opinión, las otras decisiones habría que dejarlas en manos de "un gobierno electo con una legitimidad más importante”. Brockmann concede que Áñez y sus ministros "probablemente debieran limitarse a llamar a elecciones… Lo que sí está claro es que están haciendo un reordenamiento en el aparato estatal, que era muy importante, porque había distorsiones y ruptura de la institucionalidad”.
(cp)
Bolivia: hitos de una crisis política
Tras renunciar Evo Morales, en medio de protestas contra un presunto fraude electoral y tras perder apoyo militar, Bolivia vivió casi un año de crisis y transición hacia lo que se perfila como un nuevo gobierno del MAS.
Imagen: Ueslei Marcelino/Reuters
Dijeron que no, pero...
La crisis se propició tres años antes. El 21 de febrero de 2016 se realizó un referéndum constitucional en Bolivia para evaluar una modificación a la Carta Magna, que permitiera al jefe de Estado reelegirse en dos ocasiones sucesivas. El "No" ganó con el 51,3 % de los votos, lo que significaba que Evo Morales quedaba imposibilitado de competir en las presidenciales de 2019. No obstante, compitió.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/Bolivia's Communication Ministry/R. Martinez
Derecho humano a ser candidato
Morales argumentó ante la Justicia que si no podía competir en las elecciones se coartaba el "derecho humano" de todo ciudadano a elegir y ser electo. El Tribunal Constitucional dio por buena esta premisa y Morales inscribió su candidatura ante el Tribunal Supremo Electoral en diciembre de 2018. Las protestas opositoras no se hicieron esperar.
Imagen: Reuters/D. Mercado
Carlos Mesa vuelve al ruedo
Carlos Mesa, expresidente del país y una de las voces más críticas con Morales, dijo que la decisión de la Justicia era una "herida de muerte a la democracia". Otros opositores incluso hablaron de un "golpe de Estado" institucional y del comienzo de una "dictadura". El 6 de octubre de 2018, Mesa anunció que enfrentaría a Morales en las elecciones e inscribió su candidatura en noviembre de ese año.
Imagen: AFP/A. Raldes
Un giro sorpresivo
Finalmente, el 20 de octubre de 2019 se realizaron las elecciones generales. El 88,31 % de los votantes participó del proceso, cuyos resultados se fueron entregando a cuentagotas, lo que despertó sospechas en la oposición y en organismos internacionales. En un comienzo, Morales no logró los votos necesarios para ganar en primera vuelta, pero un giro sorpresivo le dio finalmente el triunfo.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/J. Karita
Triunfo estrecho
Tras varios días, se entregaron por fin los resultados definitivos: Morales obtuvo el 47,08 %, contra el 36,51 % de Carlos Mesa. Con esas cifras, el mandatario superaba por más de 10 puntos a su principal rival y cumplía con la norma que da el triunfo en primera ronda a quien venza por esa cantidad de votos a su más cercano perseguidor. La oposición acusó fraude y salió a las calles.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/J. Karita
Llamados a manifestaciones
Carlos Mesa llamó a sus seguidores a defender los votos y forzar la realización de una segunda vuelta. "Todos nosotros tenemos que estar decididos, sin ningún tipo de reparo, a salir a la calle para demostrar que no aceptamos el fraude", dijo el exmandatario. Las protestas y los enfrentamientos comenzaron poco después de las elecciones, y fueron ganando violencia con el paso de los días.
Imagen: Reuters/K. Pfaffenbach
La rabia no cede
El gobierno de Evo Morales y la OEA acordaron la realización de una auditoría, una medida que no aplacó la rabia en la calle. Poco después, el jefe de la misión de la OEA renunció y las protestas arreciaron nuevamente en distintas ciudades del país. Al 9 de noviembre se contaban 3 muertos y casi 350 heridos, en un ambiente de creciente polarización.
Imagen: Reuters/K. Pfaffenbach
Surgen nuevos líderes
A la figura de Carlos Mesa se sumaron otros liderazgos. Quizás el más convocante fue el de Luis Fernando Camacho, líder del comité cívico de Santa Cruz. Camacho logró convocar a distintas organizaciones para pedir la renuncia de Morales. "Nosotros hemos asumido una posición totalmente ciudadana. No queremos segunda vuelta, queremos un nuevo proceso eleccionario", exigía Camacho.
Imagen: Getty Images/AFP/D. Walker
Rebelión policial
Al ya agitado ambiente se sumaron la noche del viernes 8 de noviembre de 2019 los policías, que en distintas regiones del país se amotinaron. Un agente dijo a la prensa que "no podemos seguir con este narco-gobierno, con esta democracia injusta". Si bien el Gobierno dijo que no desplegaría militares para enfrentar la rebelión, Evo Morales sí denunció que había un golpe de Estado "en marcha".
Imagen: Reuters/L. Gonzalez
Renuncia
El 10 de noviembre de 2019, tras 14 años en el poder, Evo Morales renunció. La presión de las protestas, y la pérdida del apoyo de las Fuerzas Armadas y la Policía, apuraron su decisión. Morales aseguró que su salida fue causada por un "golpe de Estado". Los disturbios se extendieron en varias ciudades tras su renuncia, con incendios, saqueos y ataques a viviendas como la del propio exmandatario.
Imagen: picture-alliance/dpa/J. Karita
México concede asilo político a Evo Morales
Tras la renuncia de Morales, el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, informó en rueda de prensa que el político boliviano había aceptado la oferta de asilo ofrecida por México. Ebrard expresó que México "ha decidido conceder asilo por razones humanitarias" a Morales "en virtud de la urgencia que afronta en Bolivia, donde su vida e integridad corren peligro".
Imagen: picture-alliance/dpa/G. Granados
Presidenta interina
El 12 de noviembre, la senadora Jeanine Áñez fue proclamada nueva presidenta interina de Bolivia. Tras la renuncia de todos los que constitucionalmente podían suceder a Morales, la abogada de 52 años pasó de segunda vicepresidenta a presidenta del Senado, accediendo así a la vía sucesoria. Desde México, Morales aseguró que este era "el golpe más artero y nefasto de la historia" de su país.
Imagen: picture-alliance/dpa/J. Karita
De México a Cuba, y a Argentina
En diciembre de 2019, el exmandatario boliviano viajó a Argentina en un operativo secreto, para ser acogido como refugiado, con la condición -luego incumplida- de no hacer declaraciones políticas. Morales viajó a Buenos Aires desde Cuba, donde se hizo un chequeo médico. Lo acompañaron el exvicepresidente Álvaro García Linera, la exministra de Salud Gabriela Montaño y el excanciller Diego Pary.
Imagen: picture alliance/ZUMA Wire/M. Ramos
Incendios, pandemia, corrupción, denuncias contra Morales
Entre cambios drásticos en política exterior, acusaciones de persecución a partidarios del MAS, escándalos de corrupción en el manejo de la pandemia de COVID-19, declaración de desastre nacional por incendios forestales, denuncias contra Evo Morales por "estupro", "asesinatos y torturas", Áñez llegó a cumplir su tarea como presidenta interina: el llamado a nuevas elecciones, pospuesto dos veces.
Imagen: picture-alliance/dpa/M. P. d. Carpio
Nuevas elecciones, casi un año después
Tras dos fechas pospuestas, por la pandemia mundial de coronavirus, el electorado boliviano votó finalmente en nuevas elecciones este 18 de octubre de 2020, para elegir otro presidente y vicepresidente. Casi un año después de la renuncia de Evo Morales, que el exmandatario aún achaca a un "golpe", los bolivianos eligieron también a 130 diputados y 36 senadores, para renovar el Congreso bicameral.
Imagen: Martin Mejia/AP Photo/picture-alliance
Arce celebra el retorno del MAS, a boca de urna
Pasada la medianoche de la jornada electoral, se conoció que las encuestas a boca de urna otorgan más del 50 % de los votos al candidato del MAS, Luis Arce. Le seguirían Carlos Mesa, de Comunidad Ciudadana, con más del 30%, y Luis Fernando Camacho, de Creemos, con alrededor del 14 %. Arce celebró en La Paz un triunfo que dio por seguro, mientras el recuento oficial iba por alrededor del 7%.
Imagen: Ronaldo Schemidt/AFP/Getty Images
Evo: "Tarde o temprano vamos a volver"
Evo Morales, que dirigió desde Argentina la campaña electoral del MAS, también celebró el triunfo. "Tarde o temprano vamos a volver" a Bolivia, afirmó. Sin embargo, dirigentes del MAS como la presidenta del Senado y la Asamblea Legislativa de Bolivia, Eva Copa, manifestaron que aún "no es el momento adecuado" para su regreso, porque Morales todavía tiene "problemas que solucionar".
Imagen: Manuel Cortina/NurPhoto/picture-alliance
Mesa será "cabeza de oposición"
Con el recuento oficial de votos aún en curso, Carlos Mesa, líder y candidato presidencial de Comunidad Ciudadana, compareció en La Paz ante los medios, para reconocer que los sondeos a boca de urna auguran un "claro triunfador en primera vuelta": el exministro Luis Arce, del Movimiento Al Socialismo (MAS). Comunidad Ciudadana ejercerá de "cabeza de la oposición", informó en Twitter.
Imagen: Luis Gandarillas/AFP/Getty Images
Presidenta interina felicita y pide esperar resultados oficiales
También la presidenta interina del país, Jeanine Áñez, que había retirado su candidatura tras verse relegada en las encuestas, reconoció que (aún sin el cómputo oficial) la victoria del MAS parece segura. Felicitó a sus candidatos, pidiéndoles "gobernar pensando el Bolivia y en la democracia". A los ciudadanos y partidos, les pidió "paciencia" y "madurez" para esperar los resultados oficiales.
Imagen: Presidencia de Bolivia/AFP/Getty Images
Felicitaciones de Trump, Maduro, la OEA, la UE y la ONU
Los principales aliados regionales del expresidente Evo Morales -los presidentes de Venezuela, Cuba, Nicaragua, México, y Argentina- fueron los primeros en celebrar el retorno del MAS al poder en Bolivia. Pero también EE. UU., la OEA, la UE y la ONU felicitaron al virtual futuro presidente, Luis Arce. Washington anunció su disposición de trabajar con el nuevo gobierno.
Imagen: Juan Karita/AP Photo/picture alliance
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