Tras las restricciones forzadas por la pandemia, los habitantes y visitantes de Bonn vuelven a disfrutar de la temporada de los cerezos en flor, con algo de lluvia.
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Los objetivos de los fotógrafos aficionados y las miradas de los paseantes ya se dirigen expectantes hacia las densas copas de los cerezos en floren la calle Heerstrasse de Bonn.
Con las primeras flores abiertas este año, los primeros turistas vuelven a pasear por esa calle del casco antiguo. Durante dos años, la pandemia impidió disfrutar el espectáculo.
De "Sakura" a "Hanami"
Las mismas flores, otro lugar: Los árboles que crecen en Bonn son los cerezos japoneses llamados "Sakura". Por un costado, se pueden admirar los cerezos japoneses con flores de color rosa claro (Prunus Serrulata Amanogawa), y por el otro, las cerezas de clavo japonesas de color rosa intenso (Prunus Serrulata Kanzan).
La flor del cerezoes un importante símbolo de la cultura japonesa y representa, entre otras cosas, la belleza y los nuevos comienzos. Marca el punto culminante del calendario japonés y el comienzo de la primavera. No es solo en sentido figurado que Japón florece en esta época: los primeros árboles despliegan su esplendor desde mediados hasta finales de marzo en la isla de Kyūshū.
A principios de mayo, los heraldos rosas y blancos de la primavera se dirigen al noreste de Japón, a Hokkaidō. Casi la mitad de los árboles de hoja caduca de las ciudades japonesas son cerezos. No es de extrañar que la principal temporada de vacaciones y viajes en Japón coincida exactamente con la época de los cerezos en flor. Pero el "sakura" ofrece solo un placer efímero: los árboles florecen solo durante unos diez días.
Sin embargo, durante esta época se respira un ambiente festivo en los parques de Japón, o en cualquier otro lugar, como en la antigua capital de Alemania, y en donde se encuentren las flores rosas y blancas. Después del trabajo, los japoneses se reúnen con amigos, colegas y familiares bajo la protección de los cerezos en flor. Los japoneses suelen celebrar la fiesta del "Hanami" con un picnic.
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¿De dónde viene la fascinación por los cerezos en Bonn?
El mar primaveral de flores es ahora la marca del "barrio de los cerezos en flor" de Bonn: el fenómeno natural se remonta a una remodelación del distrito a finales de los años ochenta. El casco antiguo era un barrio de artesanos con fachadas grises y mucho tráfico de paso. Para mejorar la calidad de vida de sus habitantes, se renovaron las fachadas históricas de los edificios residenciales, se crearon zonas libres de tráfico y se reverdecieron las calles y los patios. Los cerezos en flor fueron concebidos originalmente como un simple acento de color en el concepto de reurbanización.
En los últimos diez años, los blogueros han enviado a todo el mundo sus instantáneas de color rosa desde Bonn bajo el hashtag #cherryblossom junto a las fotos del cerezo japonés en flor. El cerezo en flor de Bonn adquirió definitivamente fama internacional en 2012 al figurar en la lista de la página "Lugares que hay que ver antes de morir" de Facebook. Otros lugares de esplendor de los cerezos en flor en Alemania están en la frontera con Francia, Leipzig, Hamburgo y Hannover, entre otros.
Los cerezos de Bonn envejecen y mueren: actualmente hay once huecos en las hileras de avenidas de flores que deberían estar ocupados por cerezos ornamentales. La vida útil aproximada de los árboles de flor japoneses es de 30 años. La ciudad de Bonn tiene previsto replantar los cerezos que actualmente faltan para la temporada de plantación 2022/2023.
Este año ya no hay obligación oficial de llevar tapabocas. Sin embargo, la ciudad de Bonn recomienda que todos los visitantes usen mascarilla si no se puede mantener la distancia mínima. Pero a los habitantes del casco antiguo no les molesta: "Ahora hay que seguir adelante", dicen, nostálgicos de esa realidad color de rosa que se puede disfrutar durante al menos diez días, aunque llueva.
(jov/ers)
Floración de los cerezos regresa a Bonn en medio de la pandemia
El espectáculo de fama mundial en la antigua capital de Alemania coincidió este año con la Pascua. Pero el número de visitantes fue mucho más bajo de lo normal, ya que el acceso está restringido debido al coronavirus.
Imagen: DW/Annabelle Steffes-Halmer
El marco perfecto para un paseo romántico
El casco antiguo de Bonn (Altstadt) alberga unos 300 cerezos en flor, que se plantaron en gran parte a finales de la década de 1980. Originalmente, la ciudad tenía la intención de plantar árboles de espino, pero en ese momento no pudo conseguirlos. Los cerezos fueron una solución un poco improvisada, pero con un efecto duradero.
Imagen: DW/Annabelle Steffes-Halmer
Tiernos comienzos
Cada primavera, todo comienza con pequeños brotes que emergen una mañana. Entonces los lugareños empiezan a apostar sobre cuánto tiempo tardarán los árboles en florecer y llegar a toda su magnificencia. Una vez que los primeros pétalos comienzan a abrirse adecuadamente, generalmente es solo cuestión de días hasta que toda el área antigua de Bonn se transforme en un mar de color rosa.
Imagen: DW/Annabelle Steffes-Halmer
Primeros pétalos en el casco antiguo de Bonn
Algunas de las flores tardan un poco más que otras en abrirse, ya que hay diferentes variedades plantadas en la Altstadt de Bonn. Además, algunas calles reciben más sol que otras, lo que provoca retrasos en algunas áreas, mientras que otras calles pueden estar ya en plena floración. Los pétalos generalmente comienzan a mostrarse en algún momento a finales de marzo o principios de abril.
Imagen: Annabelle Steffes-Halmer/DW
El impredecible equilibrio de la naturaleza
Sin embargo, no se puede saber cuánto tiempo durará la floración. Las noches heladas de primavera podrían transformar fácilmente estas bellezas rosadas en pétalos marrones marchitos prácticamente de la noche a la mañana. El clima en la región puede ser particularmente impredecible en esta época del año, y las flores de cerezo son muy sensibles a influencias externas, especialmente a la lluvia.
Imagen: Annabelle Steffes-Halmer/DW
La puerta de entrada al reino de los cerezos
La calle Heerstrasse se convierte en la dirección más famosa de la zona cada primavera, al mostrar su portal de flores de cerezo cada año. Incluso ha sido nombrada una de las 10 calles más bellas del mundo, donde hay cafés, bares y galerías de arte que la convierten en un barrio entretenido. Otra calle local, la Breite Strasse, también es conocida por lucir sus bellezas rosadas cada primavera.
Imagen: Annabelle Steffes-Halmer/DW
Colores, sombras y matices
Hasta 2012, la floración anual de Bonn fue un punto culminante regional del año. Más tarde, varias cuentas de Facebook e Instagram la transformaron en un evento internacional imperdible. La guía de viajes de Lonely Planet incluso nombró a Bonn como una de las 10 mejores ciudades para visitar en 2020, pero luego llegó la pandemia de coronavirus.
Imagen: Annabelle Steffes-Halmer/DW
Garantizar la seguridad en la pandemia
Con la pandemia de coronavirus, ahora en su segundo año, la ciudad de Bonn pidió amablemente a los visitantes que esta temporada no vinieran a ver los cerezos en flor. Las autoridades locales están patrullando las calles para evitar que se formen grupos de personas y para dispersar concentraciones más grandes. En todo caso, todos deben usar mascarilla si están cerca de la ciudad antigua.
Imagen: DW/Annabelle Steffes-Halmer
Floración de Pascua
La floración de los cerezos normalmente culmina con un festival en las pintorescas calles adoquinadas de la Altstadt. Incluso hay un cóctel local elaborado con auténticos pétalos de flor de cerezo. Pero en 2020 y 2021 la gente no pudo darse a ese placer. Al menos este año, el florecimiento de los cerezos trajo algunos huevos de Pascua.
Imagen: DW/Annabelle Steffes-Halmer
Sembrando semillas para el futuro
En 2019, Bonn reemplazó 30 árboles que habían comenzado a marchitarse. La autoridad local de turismo también quiere asegurarse de que, una vez que termine la pandemia, la gente regrese para maravillarse con los hermosos túneles que forman los cerezos en flor. En los años previos a la pandemia, hubo un aumento anual de visitantes que venían a la excapital alemana solo para admirar el espectáculo.
Imagen: Annabelle Steffes-Halmer/DW
Esto también pasará
Los cerezos provienen de Japón, donde se las conoce como "sakura". El acto de apreciar los árboles es "hanami", un término que se volvió familiar entre los habitantes de Bonn. En Japón, la floración se considera un presagio de cambio y un recordatorio de la impermanencia. Al igual que la floración de cerezo en sí, las restricciones actuales también terminarán algún día. Y florecerán cosas nuevas.