El cine de denuncia social ha llegado al Festival de Berlín de la mano de la pareja latina de moda en Hollywood: Jennifer López y Antonio Banderas. En "Bordertown" -"Ciudad del silencio"-, ambos encarnan a dos periodistas comprometidos que intentan descubrir la verdad que se oculta tras los horrendos crímenes cometidos contra centenares de mujeres en Ciudad Juárez (México).

La impunidad y el silencio no hacen sino añadir más dramatismo a la tragedia que desde hace más de una década viven los familiares de las más de 400 mujeres asesinadas y de otras 600 desaparecidas. Únicamente los esfuerzos llevados a cabo por algunas asociaciones que agrupan a las madres de las víctimas y por organizaciones internacionales pro Derechos Humanos han conseguido arrojar un poco de luz sobre tan trágicos hechos.

Denuncia "made in Hollywood"

Aunque se trate de una producción "made in Hollywood", "Bordertown" cuenta a su favor, de entrada, con el encomiable objetivo de ayudar a difundir una realidad a menudo desconocida para el gran público. La cinta dirigida por Gregory Nava y producida por la propia Jennifer López ejerce a pinceladas una labor de denuncia especialmente dirigida a las autoridades policiales y judiciales mexicanas, que por incompetencia o simplemente connivencia, han dejado de actuar durante años contra los crímenes de Ciudad Juárez.

Sin embargo, a momentos la historia paga el peaje forzoso de contar con dos de las estrellas latinas más cotizadas entre su reparto: importantes dosis de "thriller", alguna secuencia de acción aislada, casi omnipresencia de la bella Jennifer López en la gran pantalla y la inevitable escena de cama que los guionistas -en una de las pocas sorpresas que nos reserva la película- reservan a la actriz norteamericana y al hispanoargentino Juan Diego Botto, que arrebata tal honor al malagueño Antonio Banderas.

Premio para Jennifer López

Poco convicente en la forma aunque admirable en su fondo, "Bordertown" no pasará probablemente a los anales de la Berlinale. Tampoco no está concebida para el lucimiento dramático de sus actores. En palabras de la propia Jennifer López, se trataba de "conseguir rodar una película que la gente quiera ver y al tiempo eduque, cuente lo que está pasando".

Sea como sea, si con una cinta como "Bordertown" se consigue dar difusión a la tragedia vivida en los últimos años en Ciudad Juárez, los criterios artísticos pueden obviarse aunque sea por una sola vez. Está claro que López no recibirá el Oscar por su papel. Probablemente, tampoco lo pretenda.

Sin embargo, sí que ha sido merecedora del premio "Artistas por Amnistía", que concede la organización Amnistía Internacional, y que le ha sido entregado en Berlín. En el momento de recibirlo, la actriz y cantante norteamericana tuvo palabras para las madres de las víctimas de Ciudad Juárez: "Me siento honrada de poder ayudar a su causa. Admiro su valentía y sus esfuerzos por lograr la justicia".