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Pero el científico afirma que los abetos rojos son tan ajenos al Eifel como los cocoteros: no están en su ecosistema. Los organismos y animales autóctonos están en su medio natural con robles y hayas. Por eso ha comenzado a replantar hayas en la zona, con la esperanza de que dentro de 100 ó 200 años el bosque vuelva a ser caducifolio. Su objetivo es la biodiversidad. Un ecosistema intacto. La Universidad Técnica de Aquisgrán acompaña la transformación de este bosque con estudios científicos.