Brasil: al menos 12 muertos tras operativo policial en Río
17 de octubre de 2020
No es la primera vez que se registra un elevado número de muertes durante un operativo de la Policía: en mayo, 12 personas murieron en la favela Complexo do Alemao y otras siete en la Maré.
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Al menos 12 personas sospechosas de pertenecer a grupos de milicias parapoliciales en Río de Janeiro murieron durante un operativo policial en la zona metropolitana de la ciudad, confirmó este viernes (16.10.2020) el Gobierno.
De acuerdo con la Policía, entre los muertos está el exagente Carlos Eduardo Benavides Gomes, también conocido como Cabo Benê, uno de los hombres de confianza de Danilo Dias Lima, alias Tandera. Las investigaciones señalan que Tandera es el brazo derecho de Wellington da Silva Braga, más conocido como Ecko, señalado de ser el jefe de la mayor milicia parapolicial activa de Río de Janeiro y uno de los criminales más buscados por las autoridades.
Según la información, los agentes fueron recibidos a tiros tras interceptar una caravana en la que los presuntos milicianos se movilizaban. Uno de los policías resultó herido. Tras el operativo, los uniformados se incautaron de fusiles, ametralladoras, granadas, municiones y equipos de comunicaciones que los sospechosos llevaban consigo y dentro de los automóviles.
Los hechos se registraron en la noche del 15 de octubre en cercanías de Itaguaí, un municipio ubicado a unos 70 kilómetros de Río. Los hombres, que se movilizaban en la caravana, venían siendo monitoreados con labores de inteligencia, ya que -según las autoridades- buscaban expandir su acción miliciana en Itaguaí, un municipio de la Baixada Fluminense, una de las regiones más vulnerables de la zona metropolitana de Río.
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Las milicias parapoliciales de Río de Janeiro
Las denominadas milicias son organizaciones criminales integradas por expolicías y agentes activos corruptos, que controlan diversas áreas de Río de Janeiro y cuya presencia se ha incrementado en la última década. Estas organizaciones criminales concentran su actividad en la zona oeste de Río.
En tanto, la Policía creó una fuerza tarea especial para el período electoral, tras el asesinato de dos candidatos al concejo de Nueva Iguazú, uno de los municipios de la Baixada Fluminense. Ambos aspirantes fueron muertos a tiros y los dos tenían antecedentes policiales.
No es la primera vez que se registra un elevado número de muertes durante un operativo de la Policía. En mayo de este año, durante el confinamiento implementado por la pandemia del coronavirus, 12 personas murieron en un operativo policial adelantado en el Complexo do Alemao y otras siete en una acción en la Maré, dos complejos de favelas al norte de la ciudad.
Los hechos han sido denunciados por organizaciones civiles que los califican de abusos policiales. Las quejas llevaron a la Corte Suprema de Justicia a prohibir, desde el 1 junio, estos operativos dentro de las favelas en Río mientras dura la pandemia.
Solo en 2019 fueron registradas 1.810 muertes a manos de la Policía durante operativos en Río, un récord nunca antes visto. Hasta mayo de este año, se habían contabilizado 129 muertes y -con la prohibición de los operativos en las favelas en junio- la cifra bajó 74 por ciento solo en ese primer mes.
ama (efe, afp, o globo, o dia)
Okupas en Río: así reclaman sus derechos los pobres
Río de Janeiro enfrenta una grave crisis habitacional. Los pobres son excluidos de la ciudad e incluso quedan fuera de las favelas más céntricas. ¿Alguien hace algo por ayudarlos?
Imagen: DW/S. Derks
Ocupar y jugar
Isabelle juega en un antiguo almacén en la famosa Rua da Lapa, en el centro de Río de Janeiro. Sus abuelos ocuparon la construcción hace más de treinta años. Con el tiempo construyeron muros, habitaciones y un bar, instalándose definitivamente en el lugar.
Imagen: DW/S. Derks
Decadencia colonial
En su mayoría, las viejas casas de estilo colonial que se erigieron en el siglo XIX fueron abandonadas. Muchas de ellas, cuando sus dueños portugueses murieron y no dejaron descendencia. Cada vez más pobres se van a vivir a ellas, mientras que los ricos de Río de Janeiro prefieren los nuevos edificios de apartamentos.
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Hay que usar cada espacio
Muy a menudo las casas son subdivididas en pequeños compartimentos para acomodar en ellos a la mayor cantidad de personas posible. Este edificio destartalado cerca de la estación de metro Gloria es el hogar de unas 30 personas, que viven en 18 habitaciones que comparten una sola cocina.
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Buscando un lugar tranquilo
Como consecuencia del aumento de los precios y la prolongada crisis económica que afecta a Brasil, en los últimos años la cantidad de personas sin hogar se ha triplicado en Río de Janeiro. En las noches, buscan un lugar tranquilo donde poder dormir, como vemos acá en Rua da Lapa.
Imagen: DW/S. Derks
Okupas organizados
A veces el acto de tomar u "okupar" un edificio se realiza de forma preparada y organizada, bajo el mando de instituciones sociales como Mariana Crioula, en la zona del puerto. Por más de siete años han estado presionando al gobierno para que construya departamentos para los menos favorecidos.
Imagen: DW/S. Derks
Esperando aprobación
Los 70 miembros de esta iniciativa pagan una contribución y esperan, algún día, obtener una casa propia. Cada dos semanas llevan a cabo reuniones. Sus propuestas, incluidos los esquemas realizados por arquitectos, han sido ya aprobadas por las autoridades, pero el paso final de liberar los fondos para que comience la construcción se está demorando.
Imagen: DW/S. Derks
Partir de cero
Quilombo da Gamboa es otro proyecto social que intenta el mismo proceso. Sin embargo, vivir aquí es estresante. "Hace unas pocas semanas hubo un incendio que destruyó parte del lugar. Vinieron los bomberos e intentaron sacarnos de acá a la fuerza. Como okupa, puedes perder tu casa en cosa de minutos", dijo Roberto a DW.
Imagen: DW/S. Derks
Peligro a la vuelta de la esquina
Roberto enumera los peligros de "okupar" un lugar. "Durante una ocupación anterior, la gente me convirtió en líder de facto. Pero la cohesión social se derrumbó cuando llegaron los traficantes de drogas y se hicieron cargo de todo", cuenta. Tras ser atacado con un arma, Roberto tuvo que escapar y empezar todo de nuevo con el Proyecto Quilombo da Gamboa.
Imagen: DW/S. Derks
Mala reputación
En Brasil, muchos proyectos sociales tienen mala reputación y son vistos por parte de la ciudadanía como organizaciones criminales, por estar relacionadas con gente pobre, ocupantes ilegales de casas, pandillas violentas y narcotraficantes.
Imagen: DW/S. Derks
Siempre atentos
Todos quienes se involucran con estas iniciativas concuerdan en que la vía al éxito está cimentada sobre la base de una estructura fuerte y efectiva. Una de las reglas es monitorear las 24 horas del día quién entra y sale de las casas. Creozlita Silva aparece acá en su turno de puerta en Manuel Congo, donde se construyeron apartamentos después de que los "okupas" tomaran el terreno.