"El ritmo de crecimiento de las muertes por armas de fuego en Brasil es infernal. Pasaron de un 1 por ciento por cada 100.000 habitantes en 1979, a un 3,9 por ciento en el 2003", indica el informe, titulado "Muertes Matadas", publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia y la Cultura (Unesco).

Las cifras muestran que los jóvenes de entre 15 y 24 años son quienes más sufren por la propagación del uso de armas de fuego. De las 550.000 muertes provocadas por disparos de armas de fuego, 206.000 eran personas menores de 24 años.

Más de 39.000 personas murieron en el 2003 en Brasil, en muertes por homicidios, accidentes o suicidios.

El estudio muestra que en la última década las muertes por armas de fuego registradas en Brasil superaron el número de víctimas de diversos conflictos armados en el mundo, como la Guerra del Golfo, las disputas entre Israel y Palestina y los conflictos en Irlanda del Norte.

El gobierno brasileño lanzó el año pasado una campaña para que la población entregue sus armas a cambio de dinero, iniciativa que concluiría en octubre con la convocatoria al referendo.

El estudio fue entregado en Brasilia al presidente del Senado, Renan Calheiros, en momentos en que la Unesco y organizaciones sociales del país presionan al Congreso para que vote la convocatoria a un referendo sobre la propuesta de prohibir la comercialización de armas.