Al término de la primera semana de negociaciones en la conferencia de sobre el clima COP28, en Dubái, la diplomacia brasileña se muestra insatisfecha con las negociaciones. Para André Corrêa do Lago, jefe negociador de Brasil, el sentido de urgencia de lo que se debe hacer para limitar el calentamiento global a 1,5 grados no se refleja hasta ahora en el documento que debe publicarse al final de la cumbre.

Ese límite de 1,5 grados en el aumento de la temperatura promedio global, con respecto a los niveles preindustriales, fue señalado como objetivo en el Acuerdo de París, para evitar una catástrofe mundial.

Consultado por DW sobre la disposición de Brasil a defender en la COP28 el establecimiento de un plazo para abandonar los combustibles fósiles, Corrêa do Lago afirmó que el debate internacional al respecto aún no está estructurado. "Una cosa es lo que los países pueden hacer individualmente, dentro de sus territorios, para hacer frente a esto. La otra es cómo se desarrollará este debate a escala internacional", subrayó.

Brasil y el petróleo

El gobierno brasileño ha dejado claro que seguirá invirtiendo en combustibles fósiles. El ministro de Minas y Energía, Alexandre Junqueira, defendió las perforaciones en la desembocadura del Amazonas, mientras que el presidente Lula da Silva, durante su paso por la COP28, restó importancia a la entrada del país en el club de la OPEP+.

Luciana Gatti, científica del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) que acompaña la conferencia de Dubái, se siente decepcionada. En artículos publicados en la revista Nature, Gatti ha indicado que la selva amazónica, debido a la deforestación, está perdiendo su capacidad de absorber dióxido de carbono, uno de los gases que más contribuyen al cambio climático

"Así no vamos a ninguna parte. Con una mano reducimos las emisiones, disminuyendo la deforestación. Con la otra, aumentamos las emisiones explotando más petróleo. Es una enorme incoherencia", declaró a DW

La industria petrolera en la COP28

Un sondeo publicado el martes por la coalición Kick Out Big Polluters muestra que la COP28 fue tomada por la industria petrolera: casi 2.500 representantes suyos se inscribieron para participar en la conferencia, cuatro veces más que en la edición del año pasado en Egipto.

"¿De verdad creen que Shell, Chevron o ExxonMobil están enviando grupos de presión para observar pasivamente estas negociaciones? ¿Para promover soluciones climáticas en beneficio de las comunidades cuyo aire y agua contaminan? ¿Para poner a las personas y al planeta por encima de los beneficios y de sus codiciosos dólares?", se pregunta Alexia Leclercq, cofundadora de la coalición.

Para los ambientalistas, la presencia de las empresas del sector impide avanzar en las negociaciones. "Son la razón por la que la COP28 está envuelta en una niebla de negación del clima y no de realidad climática", afirman.

Efectos climáticos

La conferencia ya había sido antecedida por la polémica en torno a la decisión de que la presidiera Sultan al Yaber, jefe de la empresa petrolera de los Emiratos Árabes Unidos.

Los científicos reunidos del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) no dejan lugar a dudas de que el uso del petróleo es la mayor fuente de gases de efecto invernadero. Durante la COP28, la Organización Meteorológica Mundial dio a conocer datos preliminares que demuestran que, desde la era preindustrial, la combustión de petróleo, gas natural y carbón ya ha provocado un aumento de 1,4 °C en la temperatura media de la Tierra.

Según Gatti, el apoyo de Brasil al petróleo "demuestra que lo que más importa es ganar dinero, y no lo que hay que hacer para evitar el colapso climático".

(ers/cp)