Brasil: el declive del partido de Rousseff
2 de octubre de 2015Alfredo Saad Filho, profesor de política económica en la Universidad de Londres, no ve la manera de cómo el PT pueda salir avante del actual "cataclismo político". El PT, formado en 1980 por activistas de izquierda, movimientos sociales, intelectuales y comunidades de base se desvió de los principios ideológicos de su creación para llegar al poder, perdiendo apoyo y credibilidad.
"No veo ninguna señal de que el PT sea capaz de recuperarse. No sé si el gobierno de Dilma sea capaz de volver a estabilizarse. El partido congeló la propia base social para conquistar el poder político, que ahora se le va de sus manos, incapaz de movilizar fuerzas en su defensa”, dice Saad Filho.
Oposición
Para el politólogo Luiz Felipe de Alencastro, profesor emérito de la Universidad de París-Sorbona, la baja popularidad de Dilma Rousseff es parte del desgaste del PT.
Ese desgaste resulta, "por una parte, de la oposición al gobierno, la crisis económica y el descontento de la población contra la prolongada permanencia del PT en el poder. Y por la otra, de los sindicatos y movimientos que rechazan la política económica adoptada por el Ministro de Hacienda, Joaquim Levy, que incluye la reducción del gasto en programas sociales ", explica. Alencastro recuerda que las expresiones de apoyo a Dilma, que reunió recientemente a miles de activistas en Sao Paulo, no contaron con la participación de los líderes del partido.
Una encuesta publicada este miércoles 30 de septiembre por la Confederación Nacional de la Industria (CNI), revela que el 69% de la población califica el gobierno de Dilma como malo o muy malo, la peor nota desde el inicio de la encuesta en 1986.
Corrupción
Las alianzas del PT con el sector industrial y líderes evangélicos han abierto grietas, provocando la salida de figuras históricas del partido. El éxito de los programas sociales y el crecimiento económico durante el segundo mandato de Lula continuó, a pesar de la crisis internacional, debido al auge de los productos básicos. "Cuando este impulso externo se perdió, el PT fue incapaz de generar una respuesta para mantener el dinamismo económico", dice Saad.
Los escándalos de corrupción han contribuido también a la desintegración paulatina del Partido de los Trabajadores. “El PT era la bandera de la ética, pero no sólo demostró ser igual a los demás, sino que también compró a los opositores ", agrega José Arthur Giannotti, profesor de Filosofía de la USP.
Después de la exitosa política económica del segundo mandato de Lula, el primer gobierno de Dilma se enfrentó a un cúmulo de dificultades políticas y económicas, que ahora paralizan el gobierno.
Acusación
Alencastro cree que el expresidente Lula juega un doble papel: a pesar de haber apoyado la designación de Rousseff, no apoya las medidas adoptadas por su Gobierno. Según este profesor de la Sorbona de París, "si la presidenta Dilma es sometida ahora a un juicio político, Lula tendrá tres años para reorganizar la oposición y lanzar su candidatura en 2018 porque ya no se avergonzará de este gobierno que no apoya plenamente”.