Brasil: "Jacarezinho batió todos los récords", según ONG
7 de mayo de 2021
El balance de la acción en la favela es el más letal de una operación policial en la historia de Rio de Janeiro, según la Red de Observatorios de Seguridad Pública.
El balance de la acción en la favela Jacarezinho, en la zona norte de la ciudad, es el más letal de una operación policial en la historia de Rio de Janeiro, según investigadores. La comunidad se transformó -desde primeras horas del día- en un campo de batalla, con intensos tiroteos y helicópteros sobrevolando las casas.
Quienes habitan el lugar hallaron a personas muertas en terrazas y callejuelas, y vieron que muchos cuerpos fueron cargados en un camión blindado de la Policía, declaró a la agencia AFP un líder comunitario, que pidió no ser identificado por razones de seguridad. Integrantes de ONG defensoras de los derechos humanos inspeccionaron, junto a las familias, las casas que fueron invadidas durante la acción policial, algunas con rastros de sangre y destrucción.
La irrupción policial se dio en el marco de una investigación sobre una banda que reclutaba a niños y adolescentes para el tráfico de drogas, robos, secuestros y asesinatos. Jacarezinho es considerada una base del Comando Vermelho (Comando Rojo), la principal organización narcotraficante de Rio. El dispositivo se llevó a cabo a pesar de un fallo de la Corte Suprema que impide a la Policía hacer redadas en los barrios periféricos mientras dure la pandemia de coronavirus, salvo en "circunstancias absolutamente excepcionales".
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Policía dice que cumplió con protocolos, pero ONG lo cuestiona
En una conferencia de prensa al final de la tarde, la PC (que se ocupa de investigaciones criminales) confirmó el balance dado inicialmente por la prensa de "24 sospechosos" y un agente muertos, y aseguró que "todos los protocolos" de la corporación antes de abrir fuego "se cumplieron, sin excepción. Lamentablemente hubo muchos enfrentamientos en la comunidad. No hay lo que celebrar en ese balance", afirmó un responsable de la PC. El agente muerto fue baleado en la cabeza "al iniciarse la operación", agregó la fuente.
Para Silvia Ramos, coordinadora de la Red de Observatorios de Seguridad Pública, se trató de "una operación mal planificada, y con un policía muerto, se convirtió en una operación de venganza. ¿Quiénes son los muertos? Jóvenes negros. Y por eso la policía habla de 24 sospechosos. Basta ser joven, negro y habitante de una favela para convertirse en sospechoso", dijo Ramos a la AFP.
"Si pensamos en masacres con participación de policías fuera de servicio (operaciones ilegales de venganza), las de Vigario Geral en 1993 (22 muertos) y la de la Baixada en 2005 (31 muertos)" se le asemejan, analiza Ramos. "Pero en operaciones legales, la de Jacarezinho batió todos los récords", agregó.
El Instituto Igarapé, especializado en temas de seguridad y desarrollo, consideró "inaceptable que la Policía de Seguridad Pública del estado [de Rio] siga apostando por la letalidad como principal estrategia, sobre todo en zonas vulnerables". Según datos del Instituto de Seguridad Pública -citados por Igarapé- la Policía de Rio "fue responsable por la muerte de 453 personas entre enero y marzo de este año", un número que ya representaba "el 36% del total de muertos en todo 2020", cuando fueron abatidas 1.245 personas.
ama (afp, reuters)
Okupas en Río: así reclaman sus derechos los pobres
Río de Janeiro enfrenta una grave crisis habitacional. Los pobres son excluidos de la ciudad e incluso quedan fuera de las favelas más céntricas. ¿Alguien hace algo por ayudarlos?
Imagen: DW/S. Derks
Ocupar y jugar
Isabelle juega en un antiguo almacén en la famosa Rua da Lapa, en el centro de Río de Janeiro. Sus abuelos ocuparon la construcción hace más de treinta años. Con el tiempo construyeron muros, habitaciones y un bar, instalándose definitivamente en el lugar.
Imagen: DW/S. Derks
Decadencia colonial
En su mayoría, las viejas casas de estilo colonial que se erigieron en el siglo XIX fueron abandonadas. Muchas de ellas, cuando sus dueños portugueses murieron y no dejaron descendencia. Cada vez más pobres se van a vivir a ellas, mientras que los ricos de Río de Janeiro prefieren los nuevos edificios de apartamentos.
Imagen: DW/S. Derks
Hay que usar cada espacio
Muy a menudo las casas son subdivididas en pequeños compartimentos para acomodar en ellos a la mayor cantidad de personas posible. Este edificio destartalado cerca de la estación de metro Gloria es el hogar de unas 30 personas, que viven en 18 habitaciones que comparten una sola cocina.
Imagen: DW/S. Derks
Buscando un lugar tranquilo
Como consecuencia del aumento de los precios y la prolongada crisis económica que afecta a Brasil, en los últimos años la cantidad de personas sin hogar se ha triplicado en Río de Janeiro. En las noches, buscan un lugar tranquilo donde poder dormir, como vemos acá en Rua da Lapa.
Imagen: DW/S. Derks
Okupas organizados
A veces el acto de tomar u "okupar" un edificio se realiza de forma preparada y organizada, bajo el mando de instituciones sociales como Mariana Crioula, en la zona del puerto. Por más de siete años han estado presionando al gobierno para que construya departamentos para los menos favorecidos.
Imagen: DW/S. Derks
Esperando aprobación
Los 70 miembros de esta iniciativa pagan una contribución y esperan, algún día, obtener una casa propia. Cada dos semanas llevan a cabo reuniones. Sus propuestas, incluidos los esquemas realizados por arquitectos, han sido ya aprobadas por las autoridades, pero el paso final de liberar los fondos para que comience la construcción se está demorando.
Imagen: DW/S. Derks
Partir de cero
Quilombo da Gamboa es otro proyecto social que intenta el mismo proceso. Sin embargo, vivir aquí es estresante. "Hace unas pocas semanas hubo un incendio que destruyó parte del lugar. Vinieron los bomberos e intentaron sacarnos de acá a la fuerza. Como okupa, puedes perder tu casa en cosa de minutos", dijo Roberto a DW.
Imagen: DW/S. Derks
Peligro a la vuelta de la esquina
Roberto enumera los peligros de "okupar" un lugar. "Durante una ocupación anterior, la gente me convirtió en líder de facto. Pero la cohesión social se derrumbó cuando llegaron los traficantes de drogas y se hicieron cargo de todo", cuenta. Tras ser atacado con un arma, Roberto tuvo que escapar y empezar todo de nuevo con el Proyecto Quilombo da Gamboa.
Imagen: DW/S. Derks
Mala reputación
En Brasil, muchos proyectos sociales tienen mala reputación y son vistos por parte de la ciudadanía como organizaciones criminales, por estar relacionadas con gente pobre, ocupantes ilegales de casas, pandillas violentas y narcotraficantes.
Imagen: DW/S. Derks
Siempre atentos
Todos quienes se involucran con estas iniciativas concuerdan en que la vía al éxito está cimentada sobre la base de una estructura fuerte y efectiva. Una de las reglas es monitorear las 24 horas del día quién entra y sale de las casas. Creozlita Silva aparece acá en su turno de puerta en Manuel Congo, donde se construyeron apartamentos después de que los "okupas" tomaran el terreno.