Según el Consejo Federal de Medicina (CFM), la medida anunciada la noche del miércoles por el Ministerio de Salud es "irresponsable", "irrespetuosa" y busca conquistar apoyo electoral. "Es una irresponsabilidad traer a médicos de afuera, ya sean cubanos o brasileños que estudiaron en el exterior, sin que haya una verificación de su competencia técnica", expresó el presidente de la entidad, Roberto D'Ávila, al divulgar la nota que sostiene que la importación de facultativos "viola los derechos humanos y pone en riesgo la salud de los brasileños".

El CFM anunció además que recurrirá a la Justicia para impedir la entrada de profesionales de otros países sin que sean sometidos al examen normalmente exigido para médicos extranjeros, así como a un test sobre su capacidad de hablar y entender el idioma portugués.

El presidente de la Federación Nacional de los Médicos (Fenam), Geraldo Ferreira, también criticó la medida, y sostuvo que los médicos cubanos actúan bajo contratos que los someten a condiciones parecidas a "trabajo esclavo". Según Ferreira, Brasil pagará al gobierno cubano 10.000 reales (unos 4.081 dólares mensuales) por el trabajo de los profesionales que, sin embargo, sólo recibirán 300 dólares, de los cuales un 15 por ciento será destinado a sus familias.

El ministro brasileño de Salud, Alexandre Padilha, afirmó anoche que ignora el monto que recibirán los médicos cubanos por su trabajo, y sostuvo que no le corresponde a Brasil indagarlo. La "importación" de 4.000 médicos cubanos fue anunciada en Brasilia por Padilha, después de firmar un convenio con la Organización Panamericana de Salud (OPS) que tiene vigencia hasta febrero de 2014 y contempla la transferencia de unos 208 millones de dólares a la entidad.

"No hay sesgo ideológico, sino humanitario"

Según el ministro, el próximo fin de semana llegarán a Brasil 400 profesionales cubanos, que trabajarán en las ciudades cuyas necesidades no han sido atendidas en la primera fase del programa "Más Médicos", lanzado por el gobierno pese a las protestas de los facultativos del país, y que sólo logró llenar un diez por ciento de las vacantes ofertadas.

El segundo grupo, integrado por 2.000 facultativos, llegará al país el 4 de octubre, mientras que el último grupo es esperado antes del final de noviembre, agregó Padilha. La llegada de profesionales de Cuba generó polémica y motivó cuestionamientos de diputados al canciller Antonio Patriota, quien declaró este jueves ante la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara Baja y negó cualquier "sesgo ideológico" en la decisión de traer a profesionales de Cuba, vinculada con "la falta de profesionales en Brasil".

En las pasadas semanas, el gobierno intentó en vano reclutar médicos brasileños para trabajar para el sistema de salud pública (SUS, Sistema unico de Saude) en las regiones más desfavorecidas. Razón por la que, al parecer, se ha recurrido nuevamente a la idea de "importar" médicos cubanos, que ya había generado protestas de las asociaciones de galenos brasileños hace varias semanas.

Como reacción a las protestas sociales del pasado junio, el Ejecutivo de la presidenta Dilma Rousseff anunció el mes pasado que enviaría 10.000 médicos a las zonas necesitadas hasta fines de septiembre. Pero en la primera fase de reclutamiento se presentaron menos candidatos de los esperados. Solo 1.618 médicos han sido reclutados hasta ahora, y la cifra ya incluye mano de obra extranjera. Las ciudades y regiones habían reportado al gobierno la necesidad de cubrir unas 15.460 plazas en 3.511 administraciones locales.

"Hay muchos médicos cubanos dispuestos a realizar este tipo de trabajo, quizás no haya muchos médicos austríacos, por ejemplo, dispuestos a hacerlo. Nuestra idea es atraer a los médicos que estén dispuestos a trabajar. No hay un sesgo ideológico, sino un sesgo humanitario", enfatizó Patriota.

Según el gobierno brasileño, todos los participantes en el programa deberán demostrar sus competencias en un seminario de tres semanas. Actualmente corre la segunda convocatoria de reclutamiento, pero aún no se han anunciado sus resultados. El sector brasileño de salúd pública ofrece salarios comparativamente bajos en relación con el sector privado, donde se estima que los salarios son tres veces más altos.

rml (dpa, kna)