Brasil: protestan contra obligatoriedad de vacuna COVID-19
2 de noviembre de 2020
Con las banderas de Brasil, y siguiendo el pensamiento de Jair Bolsonaro, la mayoría de manifestantes permaneció sin mascarillas durante la protesta.
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Cientos de personas seguidoras del presidente Jair Bolsonaro protestaron este domingo (01.11.2020) en Sao Paulo, la mayor ciudad de Brasil, contra la obligatoriedad que quiere implementar el Gobierno regional para la vacuna del COVID-19.
Armados con las banderas de Brasil, quienes protestaron se dieron cita frente al Museo de Arte Moderno de la ciudad, ubicado sobre la icónica Avenida Paulista, tradicional punto de encuentro para las manifestaciones en Sao Paulo. Con una temperatura más fría de lo habitual y aprovechando la tregua que dio la lluvia, la principal vía de la capital paulista se vistió de verde y amarillo, los colores que identifican a Brasil y al Gobierno de Bolsonaro.
Las arengas estuvieron dirigidas contra el gobernador de Sao Paulo, Joao Doria -un importante rival político de Bolsonaro y uno de sus probables adversarios en las presidenciales de 2022- quien ha dicho que si la vacuna contra el coronavirus es aprobada para su uso en Brasil, por el ente regulador, será obligatoria su aplicación en todo el estado.
Sao Paulo, la región más poblada del país y donde habitan unas 46 millones de personas, es el estado brasileño más afectado por la pandemia, con cerca de 40.000 muertes y más de 1,1 millones de contagios. Con miras a frenar la propagación del virus, el Gobierno paulista adquirirá 46 millones de dosis de la vacuna conocida como Coronavac, del laboratorio chino Sinovac, la que pretende aplicar a la población a partir del 15 de diciembre.
Liderados por el diputado regional Douglas García, del Partido Laboral Brasileño (PTB, por sus siglas en portugués), una formación de centro-derecha, centenares de manifestantes se desplazaron por la Avenida Paulista con carteles en contra de la vacuna china a la que denominaron "Vachina" y pidiendo la salida de Doria del Gobierno.
Siguiendo el pensamiento de Bolsonaro, la mayoría de los participantes permaneció sin mascarillas durante la protesta que aglutinó por varias horas a los marchantes sobre la avenida. Además de los carteles contra el gobernador, destacó en la manifestación un muñeco inflable del mandatario regional, de unos cuatro metros de altura.
Bolsonaro, quien ha reconocido públicamente su desprecio por el comunismo, se ha opuesto a la compra de la vacuna china hasta que no esté comprobada su efectividad, pero su Gobierno ya se comprometió con 100 millones de dosis de la vacuna de Oxford, de la que aún no se ha evidenciado su eficacia. El mandatario, uno de los líderes mundiales más negacionistas frente a la gravedad del coronavirus -enfermedad que él mismo contrajo en julio pasado y ya superó- ha reiterado en varias oportunidades que, cuando exista, la vacuna no será obligatoria en el país.
ama (efe, Folha de Sao Paulo)
Virus verbal: 10 expresiones de Bolsonaro sobre la pandemia
"¿Y qué?", "Gripecita", "No soy enterrador", "¿A qué le tienen miedo?": Desde que llegó el coronavirus a Brasil, Bolsonaro ha desestimado públicamente la crisis con estas expresiones.
Imagen: Reuters/A. Machado
"Sobredimensionado"
El 9 de marzo, en un acto durante una visita a Estados Unidos, Bolsonaro dijo que el "poder destructivo" del coronavirus estaba "sobredimensionado". Hasta entonces, la epidemia había matado a más de 3.000 personas en todo el mundo. Después de regresar a Brasil, más de 20 miembros de su séquito dieron positivo por COVID-19.
Imagen: Reuters/T. Brenner
"Europa se verá más afectada que nosotros"
Esta declaración fue hecha el 15 de marzo. Exactamente, dijo: "La población de Europa es más vieja que la nuestra. Entonces, más personas se verán afectadas por el virus que nosotros". Según la OMS, los grupos de riesgo, como los ancianos, tienen las mismas posibilidades de contraer la enfermedad que los jóvenes. La diferencia está en la gravedad de los síntomas.
Imagen: picture-alliance/ZUMA Wire/GDA/O Globo
"Gripecita" y "antecedentes de deportista"
Al menos dos veces, Bolsonaro se refirió al COVID-19 como "gripecita". El 24 de marzo, en cadena nacional, afirmó que, teniendo "antecedentes de deportista", "no sentiría nada" si contrajera el nuevo coronavirus o, como máximo, sufriría un "resfriado o una gripecita". Días después, dijo: "Para el 90% de la población, será una gripecita o nada".
Imagen: Youtube/TV BrasilGov
"Todos vamos a morir algún día"
Tras visitar comercios en Brasilia, desatendiendo las recomendaciones dadas por su propio Ministerio de Salud y la OMS, Bolsonaro dijo el 29 de marzo que era necesario enfrentar el virus "como hombres". "El empleo es fundamental, esta es la realidad. Enfrentaremos el virus con la realidad. Es la vida. Todos moriremos algún día".
Imagen: Reuters/A. Machado
"La hidroxicloroquina está funcionando"
Bolsonaro ha defendido repetidamente la cloroquina como tratamiento contra el COVID-19. El 26 de marzo dijo que el fármaco contra la malaria "está funcionando", aunque ya no había ninguna base científica para defender la sustancia. En junio, la OMS dejó de realizar pruebas con hidroxicloroquina después de que la evidencia sugiriera que el fármaco no reduce la mortalidad por COVID-19.
Imagen: picture-alliance/NurPhoto/F. Taxeira
"El virus ya se está yendo"
El 10 de abril, Brasil superó la marca de 1.000 muertes por coronavirus. En el mundo, ya había 100 mil muertos. Dos días después, Bolsonaro dijo que "parece que este problema de virus está empezando a desaparecer". Meses después, Brasil se convertiría en un epicentro mundial de la pandemia, con decenas de miles de muertes.
Imagen: Reuters/A. Machado
"No soy un enterrador"
Así reaccionó el mandatario, frente al Planalto, cuando un periodista le hizo una pregunta sobre las cifras del COVID-19 en Brasil. “Mira, mira, mira, hombre. Quién habla de ... yo no soy enterrador, ¿estamos? ”, dijo Bolsonaro el 20 de abril.
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"¿Y? ¿Qué quieres que haga?"
Fue una de las declaraciones del presidente que más indignó. Con más de 5.000 muertes, Brasil acababa de superar a China en número de muertes. Era el 28 de abril y nuevamente se le preguntaba al presidente sobre las cifras del virus. "¿Y? Lo siento. ¿Que quieres que haga? Soy Mesías (su segundo nombre), pero no hago milagros ... ”
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"Voy a hacer un asado"
El 7 de mayo, Brasil ya tenía más de 140 mil contagiados y 9 mil muertos. Metrópolis como Río y São Paulo estaban en cuarentena. El presidente anunció que haría una pequeña fiesta. "Estoy cometiendo un crimen. Voy a hacer un asado el sábado aquí en casa...". Días después, regresó diciendo que la noticia era "falsa".
Imagen: Reuters/A. Machado
"¿A qué le tienen miedo? ¡Enfréntenlo!"
En julio, el presidente anunció que tenía COVID-19. Dijo que se "curó" 19 días después. Fuera del aislamiento, comenzó a viajar. En Bagé, el 31 de julio, sugirió que la propagación del virus es inevitable. "Desafortunadamente, creo que casi todos ustedes lo atraparán algún día. ¿A qué le tienen miedo? ¡Enfréntenlo!"