Los diputados brasileños decidieron rechazar cargos contra el presidente, después que la Fiscalía General lo acusara de obstrucción y asociación ilícita.
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El presidente brasileño, Michel Temer, librado por la Cámara baja de responder a un juicio penal por supuesta corrupción, afirmó en un mensaje televisivo, que pudieron ver todos los brasileños, que "la verdad triunfó” y que el país "sale más fuerte” de la crisis política causada por ese proceso.
"Brasil siempre es mayor que todo desafío y está más fuerte después de que sus instituciones fueron probadas de forma dramática en los últimos meses”, señaló el mandatario en alusión a la acusación de la Fiscalía General en su contra que lo acusaba de obstrucción judicial y asociación ilícita. Cargos que fueron rechazados por 251 votos frente a 233 en el pleno de los diputados.
El mandatario aseguró que, una vez superado este trance, "es hora de enfocar lo que interesa al pueblo", que es fortalecer el esfuerzo por la recuperación plena de la economía y el empleo. Proceso que el propio Temer indicó que está en marcha y que los resultados ya son visibles.
Temer hizo un repaso de los indicadores económicos, que después de dos años de profunda contracción han comenzado a recuperarse, y reconoció que falta "hacer mucho más”, para lo cual cuenta con la "ayuda del Congreso y de todos los brasileños”.
MN (efe,afp)
El milagro económico de Brasil se debilita (oct. 2014)
Pero, aun así, sigue siendo la séptima economía del mundo, con un producto interno bruto de más de 2,24 billones de dólares (en 2013). Hasta 2012 presentó grandes crecimientos anuales. Un vistazo a un polifacético país.
Imagen: picture-alliance/dpa
Creciendo con fuerza...
La economía brasileña ha crecido en la última década una media de un cuatro por ciento. Desde 2012, sin embargo, se ha estancado. Este año solo crecerá, probablemente, un 0,5 por ciento. Los expertos pronostican un crecimiento todavía menor el año que viene. ¿Y después? Se mantendría entre un exiguo uno por ciento anual y un dos por ciento de crecimiento.
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Principal motor económico
Brasil tiene un gran mercado interno de más de doscientos millones de personas. Con el milagro económico de los últimos años, los medios de cada vez más y más brasileños fueron un importante estímulo para la demanda interna.
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La brecha social
Gracias al crecimiento, se ha reducido la desigualdad. Si en 2003 alrededor de un 12 por ciento de los brasileños vivía en extrema pobreza, hoy este índice no llega al 5 por ciento. Esto significa que con los gobiernos de Lula da Silva, primero, y de Dilma Rousseff después, 35 millones de personas salieron de la probreza para engrosar las clases medias, que son ya más de la mitad de la población.
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Exportaciones
Brasil vende especialmente productos agrícolas, como la soja, el café o el azúcar, así como materias primas como el hierro, el cobre o, también, el petróleo. Una quinta parte de sus exportaciones se dirigen a la Unión Europea, un diez por ciento a Estados Unidos y un 32 por ciento a China. Muchas críticas reciben las talas de grandes zonas de selva tropical para dedicar los terrenos a cultivos.
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El principal exportador de hierro del mundo
Ese mineral es también una de las principales empresas logísticas de Brasil. El grupo Vale controla minas, embarques, una compañía de transporte, la empresa de logística y una gran parte de la red ferroviaria brasileña. Aunque la empresa fue privatizada en 1997, el Estado sigue teniendo gran influencia indirecta a través de los fondos de pensiones estatales y el banco nacional de desarrollo BNDES.
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La gran esperanza
Brasil confía en sus reservas de crudo, después de que grandes yacimientos petrolíferos fueran descubiertos en aguas profundas del país. La empresa Petrobras pugna por convertirse en uno de los grandes productores mundiales de combustible. La antigua compañía estatal fue, de hecho, privatizada, pero un 64 por ciento de las acciones están todavía en manos del Estado.
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Petrobras y su proximidad con el Estado
Esta relación ha levantado una oleada de críticas. La corrupción, el lavado de dinero, la evasión de impuestos, un agujero de miles de millones... las denuncias se acumulan. Antes de asumir la presidencia, Rousseff era presidenta del Consejo supervisor de Petrobras. Y designó a la actual regente de la compañía, María das Graças Silva (izq.), considerada una colaboradora muy cercana de Rousseff.
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Carencias en infraestructuras
Carreteras, puertos, ferrocarriles y líneas eléctricas no están a la altura de las de otros países emergentes. Según un estudio de McKinsey, el valor de las infraestructuras brasileñas supone en total un16 por ciento del PIB. En comparación, en la India están valoradas en un 58 por ciento; en China, en el 76 por ciento o, en Sudáfrica, en un 87 por ciento del producto interior bruto.
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Problemas con la inflación
Un problema es la inflación sostenida. Los expertos calculan que debería mantenerse entre el dos y el cuatro por ciento, lo que también puede ser cuestionado. Pero desde 2008 la inflación ha venido superando ese cuatro por ciento, llegando este año al seis por cierto. La inflación, además, inhibe la inversión, porque quien presta dinero quiere que los intereses estén por encima de la inflación.
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Altos costes
El coste para empresas e inversores es alto. No solo por los problemas de infraestructura y la corrupción, sino también por las complicadas reglas burocráticas, fiscales y legales. Los brasileños incluso tienen un nombre para esto: Custo Brasil. Ya el año pasado los sindicatos llamaron a la huelga general contra la corrupción y la mala gestión.
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La deuda...
No solo muchos brasileños han cumulado deudas... la deuda pública también es muy alta. La agencia de calificación crediticia Standard & Poor rebajó su nota para los bonos brasileños de triple B a "BBB-". Ese signo menos deja al país ligeramente por encima del nivel de los bonos basura.