Brasil: triste espectáculo judicial en torno a Lula
Thomas Milz
10 de julio de 2018
La confusión que rodeó finalmente la bloqueada liberación del expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha dañado severamente al poder judicial brasileño y ha debilitado la imagen de la Justicia del país.
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Como un bombazo cayó el domingo pasado la noticia de que el expresidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quien gobernó Brasil de 2003 a 2010, podría salir inmediatamente de la cárcel de Curitiba, donde se encuentra desde principios de abril por corrupción y lavado de dinero. Oficialmente, sigue siendo el candidato del Partido de los Trabajadores (PT) para las elecciones presidenciales de octubre.
En estos momentos, lo más importante para el PT es que Lula sea puesto en libertad y empiece a hacer campaña electoral. El viernes pasado, tres miembros del PT presentaron una solicitud de habeas corpus para Lula ante el Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región (TRF-4) en Porto Alegre. Lula tendría, según este procedimiento jurídico, el derecho a esperar en libertad al veredicto del Tribunal Supremo (STF).
El juez de apelación Rogerio Favreto, de servicio el fin de semana pasado, ordenó en la madrugada del domingo inesperadamente la liberación de Lula. Después de varias horas de confusión, que mantuvieron a todo el país en vilo, el expresidente permaneció sin embargo entre rejas.
Para el politólogo Ricardo Ismael, de la Universidad Católica de Río de Janeiro (PUC-RJ), Favreto se excedió en sus competencias: "Un juez de servicio en un fin de semana no puede simplemente anular un veredicto ratificado tres veces", dijo a DW.
Lula fue sentenciado, a mediados de 2017 y en primera instancia, a nueve años y seis meses de prisión por el juez Sérgio Moro. A fines de enero de 2018, el TRF-4 confirmó la sentencia y la aumentó a doce años y un mes. Después de que la Corte Suprema de Justicia de Brasil (STJ), en tercera instancia, rechazara un habeas corpus, Lula fue encarcelado a principios de abril.
Perplejidad entre los policías
La policía de la prisión de Curitiba, donde Lula está bajo custodia, no sabía qué hacer el domingo por la mañana: si liberar o no a Lula. Los medios de comunicación brasileños informaron que Favreto ordenó su liberación inmediata. Al mismo tiempo, el juez titular del caso, Sérgio Moro, intervino y exigió que se ignorara la orden de Favreto y Lula siguiera encarcelado.
Ese mismo día por la tarde, el juez João Paulo Gebran Neto, responsable del caso de la condena de Lula en segunda instancia, bloqueó también la orden de Favreto.
"Todos los involucrados se comportaron mal, tomaron decisiones erróneas, y la imagen de la Justicia brasileña ha sido dañada", dijo el abogado Ivar Hartmann de la "Fundación Getúlio Vargas", en Río de Janeiro. El TRF-4, según el brasileño, ya no es responsable del caso de Lula. "Favreto se equivocó, porque la instancia superior responsable es la STJ. Los aliados de Lula sabían que sus acciones eran ilegales, porque no representan a Lula en sus asuntos legales", dijo Hartmann.
"Moro, como juez de primera instancia, se equivocó porque no puede bloquear la decisión de Favreto. Gebran Neto debería haber aclarado que su colega Favreto sí tenía la capacidad, en nombre del TRF-4, de tomar decisiones”, explicó el experto.
"Maniobra jurídica"
El politólogo Ismael cuestiona el argumento de Favreto de que Lula, como candidato a las elecciones de octubre, tiene derecho a hacer campaña fuera de la cárcel: "No es cierta la afirmación de que la candidatura de Lula es un hecho nuevo que cambia su situación legal. Todos sabían desde hace años que Lula se postularía, así que esto no es más que una maniobra legal".
A esto hay que añadir que se dice que Favreto es políticamente cercano al PT. Fue miembro de dicho partido durante 19 años y ocupó cargos en el gobierno de Lula. Se sospecha que se habrían aprovechado de que Favreto fue juez de servicio el fin de semana para intentar liberar a Lula. "El juez Favreto ahora tendrá que explicar sus acciones", dice Ismael.
Los ciudadanos creen que cada juez juzga según su gusto político, opina Hartmann. El daño por la politización del poder judicial es extremadamente alto. "La gente cree que el poder judicial está políticamente contaminado y, por lo tanto, duda de su independencia y también de que las decisiones de la Justicia se basen únicamente en fundamentos legales", dice.
Thomas Milz (RMR/ER)
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La trayectoria política de Lula
Natural de Caetés, Pernambuco, Luiz Inácio Lula da Silva fue el primero en llegar a la Presidencia de la República desde la clase obrera. Recordamos los principales momentos de su carrera política.
Imagen: Reuters/D. Vara
Lula y las huelgas del ABC
En 1975, Lula fue elegido presidente del Sindicato Metalúrgico de São Bernardo do Campo y Diadema y ganó proyección nacional al liderar una serie de huelgas a finales de la década. En 1980, fue arrestado y procesado por la Ley de Seguridad Nacional tras comandar una paralización que duró 41 días. Lula pasó 31 días en la cárcel del Dops (Departamento Estadual de Orden Político y Social).
Imagen: Instituto Lula
Fundación del PT
El 10 de febrero de 1980, poco antes de ser arrestado, Lula ayudó a fundar el Partido de los Trabajadores (PT) con el apoyo de intelectuales y sindicalistas. En mayo de ese año, al salir de la cárcel, fue elegido como primer presidente del partido. El pernambucano, entonces, se dedicó a la política: en 1982, concurrió al gobierno de São Paulo y, en 1986, fue elegido diputado constituyente.
Imagen: Getty Images/AFP/C. Petroli
Campaña de 1989
El PT lanzó la candidatura de Lula en las primeras elecciones presidenciales directas tras el fin del régimen militar. Con una imagen de obrero y un discurso de izquierda, Lula provocó temor en varios sectores de la economía, que se alinearon a favor del candidato Fernando Collor. El 'petista' fue derrotado en la segunda vuelta. Hubo acusaciones de manipulación de la prensa en favor de Collor.
Imagen: picture-alliance/dpa/R. Gostoli
Campaña de 1994
Con las primeras denuncias de irregularidades en el gobierno de Collor, Lula lanzó en 1991 el movimiento "Fuera Collor" en apoyo al 'impeachment'. En 1994, concurrió nuevamente a la presidencia, con Aloizio Mercadante como segundo, pero fueron derrotados en la primera vuelta por Fernando Henrique Cardoso (PSDB). El PT, por otro lado, conseguía sus primeros gobernadores.
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Campaña de 1998
En 1998, Lula sufrió una de sus peores derrotas electorales. Entonces tuvo como candidato a vicepresidente al exgobernador Leonel Brizola (PDT), uno de sus rivales en la elección de 1989 y con quien disputaba la hegemonía de la izquierda. La fórmula no funcionó. Lula obtuvo sólo el 31% de los votos y no llegó a la segunda vuelta: el presidente Fernando Henrique Cardoso fue reelegido con el 53%.
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La toma de posesión de Lula
El eterno candidato del PT finalmente asumió la presidencia en enero de 2003, tras ocho años de gobierno del PSDB. Lula fue elegido con el 61% de los votos válidos en la segunda vuelta. La victoria llegó tras una intensa campaña, que vendió una imagen más moderada, simbolizada en el lema "Lulinha paz y amor", con el objetivo de calmar los mercados y ampliar el espectro electoral del partido.
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Economía al alza
Tras las turbulencias finales de la era Cardoso, la economía brasileña volvió a crecer con Lula, sobre todo por el boom de las materias primas. Fue una época de grandes inversiones en obras de infraestructura. Y del descubrimiento del yacimiento del Presal. El crecimiento medio del PIB en el segundo mandato alcanzó el 4,6% anual. Esto catapultó la popularidad de Lula, que llegó al 87% en 2010.
Imagen: AP
Caída de la desigualdad
Los programas sociales lanzados por Lula, como Mi Casa, Mi Vida y ProUni, también contribuyeron a la popularidad del presidente. La Bolsa Familia, creada en 2004 a partir de la unificación de otros programas de transferencias de renta, se convertiría en su motor principal. Casi 28 millones de brasileños salieron de la pobreza en los ocho años del gobierno de Lula, según un balance de 2010.
Imagen: Vanderlei Almeida/AFP/Getty Images
El escándalo del mensajero
En 2005, el gobierno Lula fue alcanzado de lleno por el escándalo de compra de votos de diputados, el 'mensalão'. A pesar del desgaste, Lula sobrevivió a la crisis. Otros, como el ministro José Dirceu, una de las figuras fuertes de su gobierno, sucumbieron. Lula afirmó inicialmente que sus asesores lo habían "apuñalado", pero luego dijo que el caso era una invención de la oposición y la prensa.
Imagen: picture alliance / dpa / picture-alliance
La elección de Dilma
Tras ser reelegido en 2007 con más del 60% de los votos, Lula comenzó a preparar el terreno para su sucesión. Para ello eligió a su entonces ministra jefe de la Casa Civil, Dilma Rousseff, una tecnócrata sin experiencia electoral. En los tres años siguientes, Lula promovió la imagen de Dilma junto a los brasileños. La estrategia funcionó y salió elegida en 2010.
Imagen: Fabio Rodrigues Pozzebom/EBC
Lucha contra el cáncer
En octubre de 2011, a Lula le fue diagnosticado un cáncer de laringe. Se sometió a un agresivo tratamiento. Por primera vez desde 1979 se le vio sin barba. Los exámenes apuntaron a la remisión completa del tumor unos cinco meses después y Lula volvió a involucrarse en las campañas del PT. Una de las grandes victorias electorales de 2012 fue la de Fernando Haddad en el Ayuntamiento de São Paulo.
Imagen: AFP/Getty Images
Lula y el caso 'Lava Jato'
En marzo de 2016, Lula se vio involucrado en la 'Operación Lava Jato', que investiga el escándalo de corrupción en Petrobras. El expresidente fue llamado a declarar sobre un sitio en Atibaia, un triplex en el Guarujá y sus relaciones con contratistas investigados por corrupción. El mismo día, la Policía Federal hizo registros en residencias del petista y de su familia, además del Instituto Lula.
Imagen: Reuters/P. Whitaker
Demandado en varios procesos
En los meses siguientes, Lula fue denunciado de delitos como corrupción pasiva, lavado de dinero, obstrucción de la justicia y tráfico de influencias, viéndose acusado en cinco procesos diferentes, incluido el de 'Lava Jato'. Él siempre desmintió las acusaciones, negó cualquier delito y dijo ser víctima de una persecución política. También niega ser propietario de los inmuebles investigados.
Imagen: picture-alliance/abaca
Declaración ante Moro
En mayo de 2017, Lula declaró por primera vez como acusado ante el juez Sergio Moro. En un testimonio prestado en Curitiba, volvió a negar las acusaciones y alegó estar siendo perseguido políticamente. Y exigió la presentación de pruebas de que sea dueño de los inmuebles en Guarujá y Atibaia. El interrogatorio fue el último paso antes de la sentencia dentro de la Operación 'Lava Jato'.
Imagen: Abr
Lula, condenado
Lula fue condenado por primera vez el 12 de julio de 2017. La sentencia del juez Sergio Moro impone 9 años y 6 meses de prisión por los delitos de lavado de dinero y corrupción pasiva. El petista se habría beneficiado de una oferta pagada por la empresa OAS en la compra y reforma de un triplex en el Guarujá. Es la primera vez que un expresidente es condenado por corrupción en Brasil.