La ciudad de Essen, que realmente significa "comer o comida" le trajo suerte a Braunschweig. Allí presentó esta ciudad su candidatura como centro del conocimiento y la práctica. "Esta además de ser una distinción es una gran oportunidad para presentar lo mejor de la ciencia, la cultura y la economía de la región", dijo a DW-WORLD, Wolfgang Laczny, adjunto de cultura de la alcaldía de Braunschweig, en el Este de Hannover.

Bernd Meier, gerente de la Cámara de Industria y Comercio (IHK) de la ciudad está convencido de que "En los mercados internacionales es cada vez más evidente para Alemania que nuevos conocimientos y nuevas vías son la llave para un futuro exitoso". Y Braunschweig está lista para preparar ese menú del futuro.

La "cocina de ideas" ya está construida. Y fue precisamente con esta idea, con la que dicha ciudad bajasajona triunfó frente a Frankfurt del Meno, Erlangen y Friburgo, pesos pesados de la ciencia y la investigación en Alemania. Con todo un "libro de recetas" creado por Gerold Leppa, gerente de mercadeo de la Braunschweig, "tanto paisanos como visitantes descubrirán todo un mundo científico y cultural".

La tierra de un genio geofísico

Como ciudad natal del "duque de las matemáticas", Carl Friedrich Gauß, Braunschweig se perfila como un centro de la investigación y la cultura en el corazón de Alemania. Hoy Braunschweig promueve la bioinformática, las técnicas de microsistemas y la aviónica. Una vasta red de instituciones culturales y científicas interconectada con la industria y las administraciones municipales hacen de la región, "una de las mejores plataformas de investigación", según la Oficina de Estadísticas de la Unión Europea.

La fundación de empresas tiene allí excelentes facilidades de desarrollo. La central de ForschungRegion concentra la información de 24 instituciones de Braunschweig, Wolfsburg, Clausthal-Zellerfeld, Wolfenbüttel y Salzgitter. También la Escuela Superior de Artes Plásticas (Hochschule für Bildende Künste Braunschweig, HBK) es modelo del trabajo interdisciplinario entre cultura y ciencia.

Los ingredientes del gran menú de Braunschweig y su entorno le abren el apetito a los ávidos de progreso: levitación magnética y televisión para telefonía celular son apenas dos adelantos mundiales provenientes de la Universidad Técnica de Braunschweig. Pero eso no es todo, el sistema de alta propulsión desarrollado por el Centro de Investigaciones Espaciales levanta a los aires al Airbus 380, el avión de pasajeros más grande del mundo.

Toda una selección de suculencias

Con tan buenos ingredientes… ¿cómo se será el plato fuerte? En el año de la ciencia 2007 Braunschweig ofrece cuatro categorías de recetas:

La cena de negocios conecta a empresarios y empleados con científicos y estudiantes. Un contacto directo entre estos actores promueve el desarrollo de ideas. El foco está puesto, entre otras cosas, en la transferencia de tecnologías.

El plato del día fija la atención del público en la diversidad, el significado mundial y el beneficio de la investigación local. La región invita a los ciudadanos a pensar y a cooperar en la creación de procesos científicos en donde quiera que estén, sea en el supermercado, en el tranvía o bus.

Aprender a abrir los ojos

El menú para jóvenes despierta el interés juvenil e infantil por participar en programas escolares y extramuros. Los chicos entran en contacto con la ciencia en forma de juego. Así aprenden a entender y a cuestionar las cosas. Con ello los expertos buscan sentar las bases para que los chicos desarrollen perspectivas.

La cocina colorida está en el centro que comunica a las ciencias naturales con el arte y la cultura. Inesperados vistazos al interior de las ciencias abren campo a nuevas ideas y amplían el panorama de los ciudadanos.

Y como toda buena cocina que se respete Braunschweig también prepara un postre cautivante. Ese lo saboreará por largo tiempo la ciudad y la región que aprovecharán de todo lo aprendido e impulsado gracias a las actividades en 2007: nuevos conocimientos e ideas, nuevas creaciones y descubrimientos, nuevas empresas. Un postre que redunda en el bienestar de Braunschweig. Así que sólo faltaría el brindis. ¡Salud!