El ayuntamiento, con 600 años de antigüedad y su fachada renacentista, es uno de los emblemas de la ciudad. A pocos metros, está el otro: la estatua de Roland, que vela por la independencia de la ciudad. Ambos monumentos son Patrimonio Mundial de la UNESCO. La escultura en bronce dedicada a los cuatro músicos de Bremen, del cuento de los hermanos Grimm, es otra de sus señas de identidad. Pero Bremen también mira al futuro. Quién sienta curiosidad por saber cómo se investiga en la Estación Espacial Internacional (EEI), puede darse una vuelta por las instalaciones de EADS Astrium. Y está el río Weser, que conduce al puerto marino de Bremerhaven. Durante mucho tiempo, fue la puerta al mundo para muchos emigrantes y hoy alberga la Casa del Clima, una gran atracción científica.