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CatástrofesPolonia

Breslavia se prepara ante la gran crecida del río Oder

Marta Thor
17 de septiembre de 2024

Llenando sacos de arena con palas y comprobando el nivel del agua: los ciudadanos de Breslavia se preparan para una dramática inundación. Una ciudad entre el pánico y la esperanza.

El río con mucho caudal en Breslavia, Polonia.
El río Oder a su paso por la ciudad de Breslavia, en el suroeste de Polonia.Imagen: Marta Thor/DW

El ayuntamiento de Breslavia, en Polonia, ha puesto a disposición de la población 26 toneladas de sacos de arena por las inundaciones del río Oder y sus afluentes. Además, se está llevando a cabo la recogida y transporte de suministros para las víctimas de las inundaciones producidas en las montañas de Baja Silesia.

Ciudades y pueblos del suroeste de Polonia se han visto muy afectados, con puentes destruidos y ciudades antiguas inundadas. Mucha gente se quedó sin hogar de la noche a la mañana. Además hay que lamentar la desaparición y muerte de personas. 

El nivel del agua asciende implacablemente

"Gente de toda Polonia trata de ayudarnos y ponerse en contacto con nosotros", dice Adela Jakielaszek, de la asociación de ayuda Tratwa. Más de 200 voluntarios se inscribieron el lunes (16.09.). Uno de ellos es Pranav Kelkar, originario deIndia. Este joven de 25 años vino a Polonia hace tres años a estudiar y trabaja en una empresa de Internet. Ahora ayuda llenando sacos de arena. "Las imágenes de las zonas inundadas de Baja Silesia eran aterradoras", comenta, entre asustado y emocionado.

Se espera que las fuertes lluvias, que están dejando un rastro de destrucción en la República Checa, Polonia, Eslovaquia, Rumania, Austria y Hungría, lleguen a Breslavia alrededor del miércoles por la tarde o el viernes por la mañana. En la ciudad reina el miedo, porque está situada junto al Oder, donde confluyen varios afluentes. Cuando lleguen las masas de agua, algunas zonas de la ciudad probablemente volverán a inundarse, aunque sea "simplemente" por el aumento del nivel del agua subterránea.

Trauma por inundaciones en el pasado

El domingo, alrededor de las dos de la madrugada, llegó la primera gran masa de agua a la ciudad de Klodzko. Ahora que ya ha desaparecido una gran parte, se puede ver la magnitud total de la devastación. Son precisamente estas imágenes las que alimentan el miedo de los casi 700.000 habitantes de Breslavia. Allí todavía persiste el trauma por las inundaciones en 1997 y en 2010.

El domingo por la tarde, el alcalde de Breslavia, Jacek Sutryk, ya declaró la ciudad en situación de emergencia por inundación: "Prefiero estar preparado para lo peor que no estar preparado", afirmó en su rueda de prensa. A la población se advirtió que confiara únicamente en la información de fuentes oficiales.

La ciudad comenzó a reforzar los puntos críticos con sacos de arena para reforzar el muro de protección y se desmontaron los andamios de los puentes, actualmente en periodo de reformas.

No hay suficiente arena

La gente arrastra sacos de arena hasta sus autos. Así lo hacen dos monjas, que quieren proteger su monasterio o la directora de una guardería, Ania Kozok, quien dice: "Espero que después de 1997 hayamos aprendido la lección y hayamos hecho los deberes".

Antoni Wysnul, de 15 años, ayuda como voluntario introduciendo la arena en sacos y depositándolos en carritos de la compra, en camiones de una ferretería cercana y en baúles. "Sencillamente, no hay suficiente arena; probablemente necesitaríamos cuatro veces más", lamentó.

Y, aunque la lluvia prognosticada no llega, la gente sigue introduciendo sin parar la arena en los sacos. También los kioskos de verano situados a las orillas del Oder, que han cerrado la temporada antes de tiempo por la situación actual, han puesto la arena de sus locales a disposición de la gente a través de las redes sociales.

Ciudadanos de Breslavia llenando sacos de arena para proteger sus casas.Imagen: Marta Thor/DW

La gente controla el nivel del agua varias veces al día

Dos hombres echan en un saco los restos de arena de uno de los kioskos y luego los depositan en un remolque. "No hay suficientes manos que ayuden”, se quejan. 

Padres con cochecitos, corredores, ciclistas, curiosos y gente preocupada, como Joanna Kalczewska, comprueban varias veces el nivel del agua: "Estuve aquí esta mañana y había un poco menos de agua. Sobre todo, la corriente no era tan fuerte como ahora". 

Ya es de noche, pero la gente no puede dormir y muchos deambulan por los puentes para asegurarse de cómo está el nivel del agua.

En el suroeste de Breslavia se derivó el agua de un embalse al río Bystrzyca. Horas más tarde, esto provocó inundaciones en una urbanización en el noroeste de la ciudad. Los militares refuerzan los muros de protección en dicho lugar con sacos de arena. La gran masa de agua está por llegar. 

(rmr/ms)

 

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