“Brexit”: concesiones en Bruselas, duelo en Londres
Barbara Wesel
14 de enero de 2019
Ni la benévola carta escrita por la cúpula de la UE cambiará la suerte de la mandataria británica. Nada apunta a que el acuerdo de “brexit” negociado por Theresa May con Bruselas gane la votación de este 15 de enero.
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Este martes (15.1.2019) se sabrá si el Parlamento británico aprueba o no las condiciones negociadas por la primera ministra Theresa May con la Unión Europea para que el Reino Unido abandone las filas del bloque comunitario. La mandataria ha advertido que, si su pacto con Bruselas es rechazado, el proyecto conocido coloquialmente como "brexit” corre el riesgo de fracasar por completo. Analistas políticos coinciden en que ese escenario sumiría al país en una crisis sin precedentes, poniendo en peligro el cargo de May y, más importante aún, comprometiendo seriamente la confianza de la población en sus instituciones y el sufragio. Después de todo, la mayoría de los británicos votó a favor de que el Reino Unido se deslindara de la Unión Europea.
Nada indica que el convenio vaya a ser aceptado por la mayoría de los parlamentarios. Ni la carta escrita a última hora por la cúpula de la Unión Europea para ayudar a May ha alterado los trágicos pronósticos. En la misiva, tanto el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, como el del Consejo Europeo, Donald Tusk, aseguraron de nuevo que el llamado "backstop” –la prolongación de la presencia de Irlanda del Norte y Gran Bretaña en una unión aduanera con los países comunitarios– sólo tendría un carácter temporal. Juncker y Tusk subrayaron que, inmediatamente después de la firma definitiva del divorcio, Bruselas quiere negociar un contrato comercial con Londres que haga innecesaria la implementación del controvertido "backstop".
Los desafíos de May
Pero esas promesas no les bastan ni al Partido Unionista Democrático, el mayor de su tipo en Irlanda del Norte, ni a los conservadores de línea dura en lo que respecta al "brexit”: ellos quieren eliminar toda mención del "backstop” o, al menos, imponer una cláusula para una salida unilateral de Gran Bretaña. Aunque la Unión Europea se niega a aceptar esas opciones, el bloque está dispuesto a evitar un "brexit duro” a finales de marzo posponiendo el plazo fijado para el deslinde hasta finales de julio. La lógica detrás de esa oferta es esta: si los británicos llegaran a necesitar tiempo para someter el "brexit” a un nuevo referendo popular, es posible que también necesiten participar en las elecciones de mayo para poder enviar nuevos diputados a la Eurocámara.
Desde luego, los interlocutores europeos de May esperarán a que sea ella quien pida la prórroga oficialmente. Pero hacer esa petición no es nada fácil para la primera ministra; para poder solicitar una postergación de la fecha pautada para el "brexit”, May tendría que promover una enmienda de la ley que rige el proceso desde el año pasado y convencer a los entusiastas más intransigentes del "brexit” en su propio partido de que, después de esa dilación, la separación del Reino Unido y la Unión Europea se consumará sin retrasos adicionales. Toda nueva votación sería un serio desafío para May. Por ahora, su atención es acaparada por la de este martes (15.1.2019).
(erc/jov)
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Estos son los protagonistas del "brexit"
Reino Unido está abandonando la UE. ¿Quiénes son los protagonistas de este drama? Acá revisamos a los involucrados en este desordenado divorcio.
Imagen: picture-alliance/empics
La líder dubitativa: Theresa May
Theresa May se convirtió en primera ministra luego de que David Cameron renunciara al cargo tras la votación del "brexit", en junio de 2016. Desde entonces, May ha intentado determinar qué tipo de "brexit" quiere su Gobierno. La línea más dura del Partido Conservador busca una salida a toda costa. Otros prefieren mantenerse cerca del bloque. La UE ha rechazado muchas de las exigencias de May.
El líder laborista no juega ningún rol en las conversaciones sobre el "brexit", pero es influyente en su condición de jefe del principal partido opositor. Los laboristas han presionado al Gobierno, que tiene ligera mayoría en el Parlamento, para obtener un "brexit" suave. Pero la actitud de Corbyn ha sido tibia. En 1975, el izquierdista votó por la salida de Reino Unido de la Comunidad Europea.
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El enemigo bullicioso: Boris Johnson
Los dos turbulentos años de Boris Johnson como ministro de Exteriores llegaron a su fin el 9 de julio de 2018. El conservador había sido uno de los principales rostros de la campaña por salir de la UE y siempre desaprobó la propuesta de "brexit suave" de May, señalando que lo mejor era un quiebre total con la UE. En su día, fue el segundo miembro del gabinete en renunciar en 24 horas.
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El alegre exdelegado: David Davis
David Davis encabezó el Departamento Británico para la Salida de la UE y fue jefe negociador de su país hasta que dejó su puesto, el 8 de julio, 24 horas antes de que Downing Street anunciara también la salida de Boris Johnson. Davis se había opuesto durante años a la UE y por ello se le otorgó el cargo. Estuvo en varias rondas de negociaciones con su contraparte de la UE, Michel Barnier.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/V: Mayo
Tras los pasos de Davis: Dominic Raab
Tras la renuncia de David Davis, Theresa May convocó al euroescéptico Dominic Raab. Este legislador pro "brexit", había ejercido antes como jefe de personal de Davis. Previamente, había trabajado para un negociador palestino en el proceso de paz de Oslo, además de desempeñarse como abogado internacional en Bruselas. El 15 de noviembre, también Raab renunció al cargo.
Imagen: Reuters/H. Nicholls
El diplomático del cambio: Jeremy Hunt
Jeremy Hunt fue el encargado de Salud del Reino Unido hasta que reemplazó a Johnson como titular de Exteriores, en julio de 2018. El político, de 51 años, había apoyado la permanencia en la UE, pero dijo en 2017 que había cambiado de opinión en respuesta a la "arrogancia de la Comisión Europea" en las conversaciones sobre el "brexit". Se ha comprometido a lograr "un gran acuerdo" para Reino Unido.
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El duro: Nigel Farage
Nigel Farage fue el líder del Partido de la Independencia del Reino Unido ((UKIP) hasta julio de 2016. En su rol, ayudó a presionar al entonces premier David Cameron para que llamara a un referéndum sobre el "brexit". Fue un activista en la campaña por dejar la UE, y todavía tiene cierta influencia en las conversaciones debido a su enorme popularidad entre los que apoyan el "brexit".
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El hombre de las finanzas: Arron Banks
El empresario Arron Banks es amigo de Farage y donó una cantidad de dinero importante al antiguo líder de UKIP, llegando a convertirse en el mayor financista del movimiento por la salida de la UE. Tuvo varias reuniones con autoridades rusas antes del referéndum, pero ha rechazado acusaciones de haberse coludido con Rusia de cara al "brexit", calificando las denuncias como una "cacería de brujas".
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Los jefes europeos: Jean-Claude Juncker y Donald Tusk
Los presidentes de la Comisión Europea (Juncker) y del Consejo Europeo (Tusk) son los cargos más importantes dentro del bloque. Juncker dirige el Ejecutivo. Tusk representa a los 27 gobiernos de la UE. Y ambos han liderado la posición de Bruselas en las negociaciones. Lo que diga Tusk es muy importante: sus 27 jefes -y no la Comisión- son los que votarán el acuerdo que se alcance con Londres.
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El europeísta acérrimo: Michel Barnier
Desde que fue nombrado negociador principal para el "brexit", en octubre de 2016, el exministro de Exteriores de Francia y comisionado europeo se ha convertido en un nombre familiar en la UE. Pese a su prominencia, Barnier tiene un margen de acción limitado. Su función es seguir las estrictas directrices que imponen los 27 e informar periódicamente de los avances en las conversaciones.
Imagen: Reuters/Y. Herman
El vigilante inquieto: Leo Varadkar
El premier irlandés ha sido uno de los líderes más importantes durante las negociaciones. Reino Unido ha dicho que abandonará la unión aduanera y el mercado único de la UE. Eso significa que Irlanda, miembro de la UE, podría reinstalar controles aduaneros en la frontera con Irlanda del Norte, una región británica. Pero Varadkar ha dicho que el regreso de una "frontera dura" no es aceptable.
Los líderes de los 27 gobiernos de la UE han dirigido las negociaciones. Han acordado los lineamientos generales que deben encauzar el camino del jefe negociador Barnier, y han ayudado a crear una posición común que debe ser coordinada por Tusk y Juncker. Cada gobierno puede, además, influir en el resultado final, pues el acuerdo debe ser aprobado por unanimidad.