Theresa May ha salido airosa de la moción de censura planteada por su propio partido, pero está debilitada. Y los problemas siguen, porque no hay mayoría en el Parlamento para dar vía libre a su acuerdo del "brexit".
Publicidad
Los conservadores británicos más veteranos suelen comparar al ala más derechista del partido "tory” con un estanque lleno de cocodrilos, en el que el líder conservador solo logra sobrevivir si lanza regularmente a las fieras un trozo de carne. Tras la moción de censura a la que fue sometida en la tarde de este miércoles (12.12.2018), a Theresa May ya no le queda nada que arrojar a la jauría. Los partidarios del "brexit” duro han olido la sangre y no se van a conformar con que la primera ministra haya autolimitado su tiempo de mandato.
Los problemas continúan
"¿Por qué cambiar a la cantante si la canción sigue siendo la misma?”, resumió Michael Heseltine, un veterano conservador que en 1990 contribuyó a la caída de Margaret Thatcher. Hay una cuestión relevante tanto para May como para su partido: la líder conservadora ha ganado la revuelta contra su persona, pero cada vez está más claro que carece del respaldo necesario para que su acuerdo sobre el "brexit” gane la votación en el Parlamento.
Un tercio de los diputados de su propio partido han mostrado tarjeta roja a May. Sobre todo los líderes de la rebelión contra la primera ministra propagan la idea de un "brexit” duro. Inmunes a las advertencias de la economía, aseguran que no será tan malo y que la "Global Britain” quedará así libre de las garras de la Unión Europea.
En la tarde de la rebelión, Theresa May prometió a su gente que traería concesiones de Bruselas en el tema de la frontera con Irlanda, con el fin de convencer a sus propias filas y a los diputados de la DUP, el Partido Unionista Democrático de Irlanda del Norte. Pero los "brexiteers” duros quieren que la cláusula dirigida a impedir una frontera rígida con Irlanda tenga fecha de caducidad. Hasta cierto punto, la UE está dispuesta a ayudar a May, pero ¿qué valor tendría ese punto del acuerdo si se le incorporara una fecha de finalización? Bruselas no le puede dar tal fórmula vinculante legalmente. May ha vuelto a demostrar que retuerce descaradamente la verdad con tal de continuar en el puesto.
No hay mayoría para apoyar el acuerdo del "brexit”
La votación del Parlamento británico sobre el acuerdo de "brexit” ha quedado pospuesta, pero tendrá que celebrarse hasta el 21 de enero de 2019 a más tardar. Es el momento que esperan los conservadores rebeldes. Y si los laboristas se aferran a su estrategia de esperar a la derrota en la votación sobre el acuerdo de May para después derrocarla con una moción de censura en la Cámara Baja, la primera ministra se verá ante un nuevo jaque mate.
En el gabinete de May, hay quien apremia para que la votación se produzca antes de Navidad. Quieren dejar la derrota tras de sí con el fin de tener manos libres para emprender un cambio de rumbo. Más bien parece el instinto de May el que hace apostar a la primera ministra por dejar que transcurra el tiempo: si durante la pausa navideña los diputados son capaces de imaginarse el horror de un "brexit” duro, quizá accedan en enero a aceptar su acuerdo.
106 días antes de que expire el plazo para consumar el "brexit”, las partes continúan con sus juegos de estrategia sin que el correr de las manijas del reloj las impresione. En Londres hierve la lucha de poder por el Gobierno. El tema ha dividido al país y a los dos grandes partidos y no hay perspectivas de que la situación vaya a mejorar. Algunos apoyos de May han instado a la primera ministra a buscar un consenso más allá de los partidos, pero el corto discurso que pronunció ante el número 10 de Downing Street tras su victoria frente a los "tories” rebeldes no dejó lugar a la esperanza. May habló de unir el país, pero no hace nada para superar la brecha. En lugar de ello, alaba continuamente "su brexit” como el único posible y lo hace con el método TINA, acrónimo de "There Is No Alternative” (No hay alternativa)
Advertencias sobre la economía
La pasada semana, la libra esterlina estuvo en una montaña rusa dependiendo de las noticias que llegaban desde Londres sobre el "brexit”. Tras la votación que tuvo lugar ayer entre los conservadores, la moneda volvió a caer. A los mercados les pareció poco convincente la victoria de May. Stephen Martin, director de la Asociación británica de Economía, dijo de forma incisiva: "Preferimos un ‘brexit' sin acuerdo antes que el resultado de posponer una y otra vez la votación sobre el acuerdo y las luchas políticas internas". Y la Cámara de Comercio espera que "los jueguitos políticos” terminen de una vez, porque "la seguridad es necesaria para el futuro”. Aunque el mercado de trabajo sigue estando en buenas condiciones en Reino Unido, el crecimiento del último cuatrimestre ha descendido hasta el 0.1 por ciento, lo que significa que está prácticamente parado. En Londres se advierte de la salida de trabajadores de los institutos financieros y la agencia de calificación Standard & Poor's sigue valorando negativamente las perspectivas del país. En ese sentido, los portavoces de empresas y asociaciones están de acuerdo en que Reino Unido no está lo suficientemente preparado para un "brexit” duro.
(ms/ers)
Deutsche Welle es la emisora internacional de Alemania y produce periodismo independiente en 30 idiomas. Síganos enFacebook | Twitter | YouTube |
Estos son los protagonistas del "brexit"
Reino Unido está abandonando la UE. ¿Quiénes son los protagonistas de este drama? Acá revisamos a los involucrados en este desordenado divorcio.
Imagen: picture-alliance/empics
La líder dubitativa: Theresa May
Theresa May se convirtió en primera ministra luego de que David Cameron renunciara al cargo tras la votación del "brexit", en junio de 2016. Desde entonces, May ha intentado determinar qué tipo de "brexit" quiere su Gobierno. La línea más dura del Partido Conservador busca una salida a toda costa. Otros prefieren mantenerse cerca del bloque. La UE ha rechazado muchas de las exigencias de May.
El líder laborista no juega ningún rol en las conversaciones sobre el "brexit", pero es influyente en su condición de jefe del principal partido opositor. Los laboristas han presionado al Gobierno, que tiene ligera mayoría en el Parlamento, para obtener un "brexit" suave. Pero la actitud de Corbyn ha sido tibia. En 1975, el izquierdista votó por la salida de Reino Unido de la Comunidad Europea.
Imagen: picture-alliance/empics/A. Chown
El enemigo bullicioso: Boris Johnson
Los dos turbulentos años de Boris Johnson como ministro de Exteriores llegaron a su fin el 9 de julio de 2018. El conservador había sido uno de los principales rostros de la campaña por salir de la UE y siempre desaprobó la propuesta de "brexit suave" de May, señalando que lo mejor era un quiebre total con la UE. En su día, fue el segundo miembro del gabinete en renunciar en 24 horas.
Imagen: picture alliance/AP Images/M. Turner
El alegre exdelegado: David Davis
David Davis encabezó el Departamento Británico para la Salida de la UE y fue jefe negociador de su país hasta que dejó su puesto, el 8 de julio, 24 horas antes de que Downing Street anunciara también la salida de Boris Johnson. Davis se había opuesto durante años a la UE y por ello se le otorgó el cargo. Estuvo en varias rondas de negociaciones con su contraparte de la UE, Michel Barnier.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/V: Mayo
Tras los pasos de Davis: Dominic Raab
Tras la renuncia de David Davis, Theresa May convocó al euroescéptico Dominic Raab. Este legislador pro "brexit", había ejercido antes como jefe de personal de Davis. Previamente, había trabajado para un negociador palestino en el proceso de paz de Oslo, además de desempeñarse como abogado internacional en Bruselas. El 15 de noviembre, también Raab renunció al cargo.
Imagen: Reuters/H. Nicholls
El diplomático del cambio: Jeremy Hunt
Jeremy Hunt fue el encargado de Salud del Reino Unido hasta que reemplazó a Johnson como titular de Exteriores, en julio de 2018. El político, de 51 años, había apoyado la permanencia en la UE, pero dijo en 2017 que había cambiado de opinión en respuesta a la "arrogancia de la Comisión Europea" en las conversaciones sobre el "brexit". Se ha comprometido a lograr "un gran acuerdo" para Reino Unido.
Imagen: picture-alliance/Photoshot
El duro: Nigel Farage
Nigel Farage fue el líder del Partido de la Independencia del Reino Unido ((UKIP) hasta julio de 2016. En su rol, ayudó a presionar al entonces premier David Cameron para que llamara a un referéndum sobre el "brexit". Fue un activista en la campaña por dejar la UE, y todavía tiene cierta influencia en las conversaciones debido a su enorme popularidad entre los que apoyan el "brexit".
Imagen: Getty Images/AFP/F. Florin
El hombre de las finanzas: Arron Banks
El empresario Arron Banks es amigo de Farage y donó una cantidad de dinero importante al antiguo líder de UKIP, llegando a convertirse en el mayor financista del movimiento por la salida de la UE. Tuvo varias reuniones con autoridades rusas antes del referéndum, pero ha rechazado acusaciones de haberse coludido con Rusia de cara al "brexit", calificando las denuncias como una "cacería de brujas".
Imagen: Getty Images/J. Taylor
Los jefes europeos: Jean-Claude Juncker y Donald Tusk
Los presidentes de la Comisión Europea (Juncker) y del Consejo Europeo (Tusk) son los cargos más importantes dentro del bloque. Juncker dirige el Ejecutivo. Tusk representa a los 27 gobiernos de la UE. Y ambos han liderado la posición de Bruselas en las negociaciones. Lo que diga Tusk es muy importante: sus 27 jefes -y no la Comisión- son los que votarán el acuerdo que se alcance con Londres.
Imagen: picture-alliance/dpa/G. Vanden
El europeísta acérrimo: Michel Barnier
Desde que fue nombrado negociador principal para el "brexit", en octubre de 2016, el exministro de Exteriores de Francia y comisionado europeo se ha convertido en un nombre familiar en la UE. Pese a su prominencia, Barnier tiene un margen de acción limitado. Su función es seguir las estrictas directrices que imponen los 27 e informar periódicamente de los avances en las conversaciones.
Imagen: Reuters/Y. Herman
El vigilante inquieto: Leo Varadkar
El premier irlandés ha sido uno de los líderes más importantes durante las negociaciones. Reino Unido ha dicho que abandonará la unión aduanera y el mercado único de la UE. Eso significa que Irlanda, miembro de la UE, podría reinstalar controles aduaneros en la frontera con Irlanda del Norte, una región británica. Pero Varadkar ha dicho que el regreso de una "frontera dura" no es aceptable.
Los líderes de los 27 gobiernos de la UE han dirigido las negociaciones. Han acordado los lineamientos generales que deben encauzar el camino del jefe negociador Barnier, y han ayudado a crear una posición común que debe ser coordinada por Tusk y Juncker. Cada gobierno puede, además, influir en el resultado final, pues el acuerdo debe ser aprobado por unanimidad.