La primera ministra británica regresó a Londres con las manos casi vacías. El drama continúa, afirma Bernd Riegert, desde Bruselas.
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Poco después de las nueve de la noche, tras una hora de cena, la primera ministra británica, vestida con un abrigo azul de invierno y un pequeño bolso, abandonó la cumbre en Bruselas. No sonrió, no dijo nada, mantuvo la mirada fija en la alfombra roja que tenía delante. Luego se subió a una limusina negra hecha en Alemania y partió rumbo a su hotel. Ya a su llegada a Bruselas, Theresa May había moderado sus propias expectativas sobre esta cumbre. Es que hace solo dos semanas y media, en la última cumbre especial, ella misma había definido al acuerdo alcanzado sobre el "brexit" como "el mejor posible". May dijo ahora que no esperaba grandes avances, sin especificar exactamente en qué consistirían concretamente dichos avances.
La UE no se mueve
Y ella tenía razón. Justo antes de la medianoche, la cumbre de la UE repitió en sus conclusiones escritas lo que ya estaba claro: no puede haber nuevas negociaciones. No habrá nuevas garantías legalmente vinculantes que faciliten la ratificación del acuerdo de salida en el Parlamento británico. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, dijo: "Queremos tener la asociación más cercana posible con Reino Unido y las negociaciones para un nuevo acuerdo deberían comenzar inmediatamente después de que se retiren". No es la intención de la UE utilizar el "reaseguro", el llamado "backstop" que mantendría a Irlanda del Norte y Gran Bretaña en una unión aduanera con la UE. "Ese solo sería en el caso que no haya un nuevo acuerdo sobre relaciones futuras, cosa que la UE quiere evitar", aseguró Tusk.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, elogió la dura y valiente lucha de May por el acuerdo de salida pero, aclaró: "Aún no hemos visto resultados".
Diplomáticos de la UE estiman que la dura actitud de los 27 líderes podría formar parte de una táctica de negociación. Uno no debe darse por vencido demasiado pronto, si no quiere que vengan más demandas de la Cámara de los Comunes británica. "Todo es cuestión de tiempos", dijo un diplomático de la UE. No se puede descartar que May pueda volver a hablar en Bruselas a principios de enero. La votación sobre el acuerdo del "brexit" en el Parlamento británico fue anunciada para principios de enero.
Sin nuevas negociaciones
Varios jefes de Estado y de Gobierno ya habían dejado claro antes de la cena que el texto del acuerdo de salida de la UE para los británicos no se podía modificar. "Es importante evitar cualquier ambigüedad. No puede haber renegociación porque este documento se ha negociado durante meses", exigió el presidente francés, Emmanuel Macron. La canciller alemana, Angela Merkel, dijo que el tratado del "brexit" había sido "negociado y es válido".
Los diplomáticos británicos habían esperado una UE que sintonizara con el interés de la primera ministra británica. Porque sin la aprobación de la Cámara Baja en Londres al acuerdo del "brexit", el 29 de marzo de 2019 aparecería el fantasma de una frontera dura en la isla irlandesa. Pero la UE no quiere renunciar al reaseguro de Irlanda del Norte que establece que todo Reino Unido permanezca en una unión aduanera con la UE y, por así decirlo, pasa las reglas del mercado interno de la UE para Irlanda del Norte hasta que un nuevo tratado entre la UE y el tercer país, el Reino Unido, reemplace el acuerdo.
El largo drama que rodea al "brexit" y el acuerdo de salida con la UE continuarán en Londres la próxima semana. Entonces, la primera ministra británica quiere informar a sus diputados. Para Theresa May, el día de la cumbre en Bruselas fue solo el comienzo de las conversaciones.
El "brexit" fue el tema dominante en el primer día de la cumbre. Casi incidentalmente se tomaron algunas otras decisiones: la UE condenó unánimemente la reciente agresión de la marina rusa contra Ucrania y extendió las sanciones. En paralelo, se ha establecido una hoja de ruta para las negociaciones presupuestarias para el periodo 2021-2027. Para el otoño del próximo año, el presupuesto debería estar disponible. Es controvertido el momento, justamente por el hueco que deja el "brexit". Muchos rechazan aportar contribuciones más altas, mientras que hasta ahora solo Alemania se manifesta dispuesta.
(DG/RRR)
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Estos son los protagonistas del "brexit"
Reino Unido está abandonando la UE. ¿Quiénes son los protagonistas de este drama? Acá revisamos a los involucrados en este desordenado divorcio.
Imagen: picture-alliance/empics
La líder dubitativa: Theresa May
Theresa May se convirtió en primera ministra luego de que David Cameron renunciara al cargo tras la votación del "brexit", en junio de 2016. Desde entonces, May ha intentado determinar qué tipo de "brexit" quiere su Gobierno. La línea más dura del Partido Conservador busca una salida a toda costa. Otros prefieren mantenerse cerca del bloque. La UE ha rechazado muchas de las exigencias de May.
El líder laborista no juega ningún rol en las conversaciones sobre el "brexit", pero es influyente en su condición de jefe del principal partido opositor. Los laboristas han presionado al Gobierno, que tiene ligera mayoría en el Parlamento, para obtener un "brexit" suave. Pero la actitud de Corbyn ha sido tibia. En 1975, el izquierdista votó por la salida de Reino Unido de la Comunidad Europea.
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El enemigo bullicioso: Boris Johnson
Los dos turbulentos años de Boris Johnson como ministro de Exteriores llegaron a su fin el 9 de julio de 2018. El conservador había sido uno de los principales rostros de la campaña por salir de la UE y siempre desaprobó la propuesta de "brexit suave" de May, señalando que lo mejor era un quiebre total con la UE. En su día, fue el segundo miembro del gabinete en renunciar en 24 horas.
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El alegre exdelegado: David Davis
David Davis encabezó el Departamento Británico para la Salida de la UE y fue jefe negociador de su país hasta que dejó su puesto, el 8 de julio, 24 horas antes de que Downing Street anunciara también la salida de Boris Johnson. Davis se había opuesto durante años a la UE y por ello se le otorgó el cargo. Estuvo en varias rondas de negociaciones con su contraparte de la UE, Michel Barnier.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/V: Mayo
Tras los pasos de Davis: Dominic Raab
Tras la renuncia de David Davis, Theresa May convocó al euroescéptico Dominic Raab. Este legislador pro "brexit", había ejercido antes como jefe de personal de Davis. Previamente, había trabajado para un negociador palestino en el proceso de paz de Oslo, además de desempeñarse como abogado internacional en Bruselas. El 15 de noviembre, también Raab renunció al cargo.
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El diplomático del cambio: Jeremy Hunt
Jeremy Hunt fue el encargado de Salud del Reino Unido hasta que reemplazó a Johnson como titular de Exteriores, en julio de 2018. El político, de 51 años, había apoyado la permanencia en la UE, pero dijo en 2017 que había cambiado de opinión en respuesta a la "arrogancia de la Comisión Europea" en las conversaciones sobre el "brexit". Se ha comprometido a lograr "un gran acuerdo" para Reino Unido.
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El duro: Nigel Farage
Nigel Farage fue el líder del Partido de la Independencia del Reino Unido ((UKIP) hasta julio de 2016. En su rol, ayudó a presionar al entonces premier David Cameron para que llamara a un referéndum sobre el "brexit". Fue un activista en la campaña por dejar la UE, y todavía tiene cierta influencia en las conversaciones debido a su enorme popularidad entre los que apoyan el "brexit".
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El hombre de las finanzas: Arron Banks
El empresario Arron Banks es amigo de Farage y donó una cantidad de dinero importante al antiguo líder de UKIP, llegando a convertirse en el mayor financista del movimiento por la salida de la UE. Tuvo varias reuniones con autoridades rusas antes del referéndum, pero ha rechazado acusaciones de haberse coludido con Rusia de cara al "brexit", calificando las denuncias como una "cacería de brujas".
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Los jefes europeos: Jean-Claude Juncker y Donald Tusk
Los presidentes de la Comisión Europea (Juncker) y del Consejo Europeo (Tusk) son los cargos más importantes dentro del bloque. Juncker dirige el Ejecutivo. Tusk representa a los 27 gobiernos de la UE. Y ambos han liderado la posición de Bruselas en las negociaciones. Lo que diga Tusk es muy importante: sus 27 jefes -y no la Comisión- son los que votarán el acuerdo que se alcance con Londres.
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El europeísta acérrimo: Michel Barnier
Desde que fue nombrado negociador principal para el "brexit", en octubre de 2016, el exministro de Exteriores de Francia y comisionado europeo se ha convertido en un nombre familiar en la UE. Pese a su prominencia, Barnier tiene un margen de acción limitado. Su función es seguir las estrictas directrices que imponen los 27 e informar periódicamente de los avances en las conversaciones.
Imagen: Reuters/Y. Herman
El vigilante inquieto: Leo Varadkar
El premier irlandés ha sido uno de los líderes más importantes durante las negociaciones. Reino Unido ha dicho que abandonará la unión aduanera y el mercado único de la UE. Eso significa que Irlanda, miembro de la UE, podría reinstalar controles aduaneros en la frontera con Irlanda del Norte, una región británica. Pero Varadkar ha dicho que el regreso de una "frontera dura" no es aceptable.
Los líderes de los 27 gobiernos de la UE han dirigido las negociaciones. Han acordado los lineamientos generales que deben encauzar el camino del jefe negociador Barnier, y han ayudado a crear una posición común que debe ser coordinada por Tusk y Juncker. Cada gobierno puede, además, influir en el resultado final, pues el acuerdo debe ser aprobado por unanimidad.